En Piamonte ha comenzado la movilización para salvar la hilandería Bossi de Cameri (Novara), un importante edificio proyectado en 1968-1969 por el estudio Architetti Associati (Vittorio Gregotti, Lodovico Meneghetti y Giotto Stoppino): el edificio corre peligro de ser demolido, ya que el pasado mes de mayo el ayuntamiento de Cameri aprobó por unanimidad la Variante Urbanística Preliminar para el proceso de “reurbanización” de la zona en la que se levanta el complejo industrial. El plan prevé, entre otras intervenciones, la demolición total de la hilandería: en su lugar se construirán un supermercado, algunas tiendas y edificios de viviendas.
La fábrica, sin embargo, es un importante edificio proyectado por tres arquitectos (Vittorio Gregotti, fallecido en marzo y también socio de Bossi SpA, la hilandería para la que se construyó la fábrica; Lodovico Meneghetti, fallecido el 19 de julio, concejal de Novara en los años 50, arquitecto y diseñador conocido por un rigor profesional acompañado de un enfoque polémico que le llevó a intervenir a menudo en los debates sobre la función cívica de la arquitectura, así como profesor de urbanismo en el Politécnico de Milán y reconocido maestro de dos generaciones de estudiantes; Giotto Stoppino, diseñador y consejero del ADI, ganador del premio “Compasso d’Oro” y autor de objetos de amplio consumo y reconocimiento icónico), y casi puede considerarse uno de los símbolos del municipio de Cameri, ya que también es testimonio de su historia vinculada a la fabricación textil.
El diseño de Gregotti, Meneghetti y Stoppino situó en el centro de la dialéctica compositiva de la planta el modelado volumétrico de los cuerpos de acceso, obtenido mediante cortes apropiados en la caja mural, mediante eluso totémico de rejillas de ventilación y torres de disipación de la planta, así como mediante una innovadora declinación estética del Nuevo Brutalismo en potentes sólidos platónicos capaces de realizar, al mismo tiempo, el nuevo signo de la empresa y un hito territorial fuertemente reconocible. Además, el edificio de la hilandería Bossi ha sido reproducido y citado en numerosos volúmenes de historia de la arquitectura (como la Guida all’architettura del Nov ecento de Sergio Polano y Marco Mulazzani, publicada por Electa en 1991, y posteriormente la Guida dell’architettura del Novecento de Allemandi, la monografía sobre Vittorio Gregotti dirigida por Sergio Crotti y publicada por Zanichelli en 1986) y en diversas revistas nacionales e internacionales.
Este patrimonio corre ahora el riesgo de desaparecer. Ya el 27 de mayo, la Orden de Arquitectos de las Provincias de Novara Verbano-Cusio-Ossola había enviado una carta al alcalde de Cameri, Giuliano Pacileo, instando al municipio a no demoler el importante complejo industrial: “Invitamos a la administración municipal”, dice la carta, “a reflexionar más detenidamente sobre la oportunidad de reconsiderar, con espíritu clarividente y responsabilidad cultural, la identidad y los valores de calidad que representa estaobra arquitectónica y su consiguiente salvaguardia, seguros de que el respeto de lo que esta permanencia arquitectónica simboliza dentro de la memoria colectiva, podría representar también un factor de valorización para toda la comunidad, no sólo en Camerino”.
El Ministerio de Bienes Culturales, a través de la Secretaría General del Piamonte, también ha intervenido en el asunto, iniciando el procedimiento encaminado a la protección.que, a partir del caso en cuestión, debería interrogar al ayuntamiento de Cameri y a los proyectistas, a fin de comprobar si existen márgenes para revisar el proyecto urbanístico previendo, en lugar de la demolición, la reutilización compatible del edificio existente".
Las opiniones contrarias a la demolición también procedían de Italia Nostra, ya en marzo. Y hace unos días también se lanzó una petición en Change. org invitando a la gente a firmar para hacer oír su desaprobación.
Y el propio Lodovico Meneghetti, último superviviente de Arquitectos Asociados, también había expresado su opinión sobre el riesgo de demolición a principios de junio (falleció, como se ha dicho, hace unos días, el 19 de julio, pocas semanas después de cumplir 94 años). “Soy demasiado viejo para ponerme delante de la excavadora”, declaró a La Stampa, “pero he escrito al ayuntamiento sin recibir respuesta: la obra está en buen estado, testimonio sólido de una nueva cultura arquitectónica marcada por nuestro pequeño colectivo. Es absurdo pensar en demolerla para dar paso a un supermercado. Se pueden prever nuevos usos comerciales sin renunciar a ese edificio”.
Piamonte, importante edificio de Architetti Associati en peligro de demolición. Movilización para salvarlo |
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