Una petición para pedir al Gobierno francés que no cierre el Centro Pompidou durante las obras de mantenimiento previstas de 2023 a 2026, que supondrán el cierre del famoso museo de arte contemporáneo de París durante al menos tres años. La lanza, en Change.org, la Association pour la défense des riverains et l’animation du quartier des Halles (ADRAQH), que se dirige a la Ministra francesa de Cultura, Roselyne Bachelot. “¿Se ha olvidado”, se preguntan los autores del llamamiento, “que el templo parisino del arte contemporáneo es también la piedra angular de un ecosistema (en particular, los barrios centrales de Saint-Merri, Halles y Marais) cuyos agentes económicos y culturales dependen en gran medida del flujo de visitantes de Beaubourg?”.
La única alternativa, según la asociación que defiende a los vecinos del barrio de Halles, es mantener abierto el Centro Pompidou durante las obras. “Una solución”, prosigue el texto de la petición, “que evitará la quiebra de cientos de actividades, ya debilitadas por la crisis de Covid-19 y una serie de pesadas obras, y mantendrá la alta calidad de la vida artística y cultural en el centro de París, desde el Louvre hasta el Marais pasando por la Bourse du Commerce, zona turística internacional estratégica”.
Según ADRAQH, mantener el Centro Pompidou abierto durante las obras es posible porque algunas obras ya se han realizado mientras el museo seguía abierto, por lo que la experiencia podría repetirse. Pero ADRAQH no es la única parte que se queja de los inconvenientes que acarreará el cierre: el alcalde del municipio del centro de París, Ariel Weil, también ha escrito al presidente del Pompidou, Serge Lasvignes, para señalar que la decisión se ha tomado unilateralmente y sin discutirla con la ciudad. “El corazón de Beaubourg”, afirma Weil en la carta enviada a Lasvignes, “late al ritmo del Centro Pompidou”, por lo que su cierre podría acarrear “consecuencias económicas y sociales potencialmente dramáticas”.
Lasvignes se declaró dispuesto a reunirse con los vecinos y comerciantes de Beaubourg, pero también hizo saber que la decisión de cerrar el museo no se había tomado a la ligera. Las obras", declaró a Le Figaro, “son inevitables. El edificio está en peligro. La seguridad de los trabajadores, de los visitantes y de las obras depende de ello. No tenemos elección. También para nosotros, el cierre es lo peor”. Y recuerda que, si se hubiera decidido mantener abierto el museo, “las obras habrían durado siete años, habrían costado más (226 millones frente a los 200 actuales) y, sobre todo, no habría sido posible retirar todo el amianto del edificio”. La decisión de cerrar el museo parece, pues, irrevocable, pero, como ya había hecho saber Lasvignes en los últimos días, al menos la biblioteca del Centre Pompidou permanecerá abierta hasta su traslado a otro lugar.
Foto: Centre Pompidou. Foto Crédito
París, los ciudadanos exigen que no se cierre el Pompidou durante tres años. Pero hay pocas esperanzas |
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