Notre-Dame, las renovaciones necesitarán mil millones de euros. Macron quiere reconstruirla en cinco años

Con el incendio de Not re-Dame de París finalmente extinguido y los trabajos de aseguramiento del edificio a punto de concluir, ha llegado el momento de pensar en el futuro de la catedral de Francia: hoy se ha celebrado un consejo de ministros dedicado íntegramente a Notre-Dame, y se ha decidido que a partir de ahora se trabajará para saber cómo gestionar y facilitar las impresionantes donaciones anunciadas por muchas personas en todo el mundo. Las primeras estimaciones parecen indicar que el importe de los daños supera los 1.000 millones de euros, pero al mismo tiempo las promesas de donaciones ya han superado esta cifra: los costes, que correrían a cargo del Estado francés como propietario del edificio (además, Notre-Dame no estaba asegurada) serán probablemente cubiertos en gran parte por donaciones de particulares y grandes empresas (ya han prometido 600 millones de euros cuatro grandes donantes la familia Arnault y Louis Vuitton, 200 millones, la familia Bettencourt y L’Oreal, 200 millones, la familia Pinault, 100 millones, y la empresa Total, 100 millones). Las finanzas públicas también contribuirán: el Ayuntamiento de París garantizará 50 millones de euros, la región de Île-de-France 10 millones, y otras donaciones procederán de entidades públicas francesas (regiones, municipios, departamentos). Habrá desgravaciones fiscales para quienes hagan donaciones, pero algunos, como la familia Pinault, ya han hecho saber que renunciarán a su parte de beneficios fiscales.

En cuanto al calendario de la reconstrucción, el presidente de la República Francesa , Emmanuel Macron, espera que las obras duren cinco años, pero estimaciones más conservadoras hablan de un plazo de unos diez años, que sin embargo podría estirarse hasta los veinte. Y antes de comenzar con las obras, será necesario estimar con precisión los daños, evaluar el marco reglamentario de los procedimientos y también entender cómo reconstruir (el debate ya ha comenzado). En cuanto a los materiales, para reconstruir elantiguo tejado de Notre-Dame, el famoso “forêt”, o “bosque”, como se le apodaba por la abundancia de madera utilizada y la intrincada estructura (contrariamente a lo que muchos piensan, no era fruto de reconstrucciones, sino que seguía siendo en gran parte el original de 1220: el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, en el siglo XIX, sólo trabajó en partes del crucero), necesitó el equivalente de los 1.300 robles que se utilizaron para la construcción de la iglesia.300 robles que se utilizaron para la construcción: al menos 3.000 metros cúbicos de madera, según el grupo Charlois, primer productor francés de madera de roble. La compañía de seguros Groupama, que también posee varias parcelas, ha indicado que aportará precisamente 1.300 robles de su propiedad en Normandía. Se necesitará mucha mano de obra: según las primeras estimaciones, la obra empleará probablemente a unos quinientos trabajadores.

Se anunció entonces que se crearía una comisión para gestionar la reconstrucción. De momento, el Gobierno ha abierto una página web dedicada a las donaciones, para evitar que se dispersen en varios riachuelos, y ha habilitado a cuatro organismos para recaudar fondos (el Centre des monuments nationaux, la Fondation Notre-Dame, la Fondation du patrimoine y la Fondation de France). El Primer Ministro francés, Édouard Philippe, hizo saber entonces que habrá un concurso internacional de arquitectos del que saldrá el nombre del “sucesor” de Viollet-le-Duc.

Mientras tanto, empresas especializadas en la retirada de escombros trabajan desde hoy en el edificio: se retirarán los escombros caídos en la nave, pero sobre todo, la mayor atención se centra en los escombros del tejado que quedan sobre las bóvedas (de hecho, se teme que su peso, al pesar sobre la estructura de piedra, pueda provocar hundimientos, cuando no también derrumbes). Además, una buena noticia: ayer por la tarde se encontró el gallo de bronce que estaba en lo alto de la flèche, la aguja destruida por el incendio. Se temía que hubiera sido destruido o fundido por las llamas, pero en realidad se encontró casi intacto bajo los escombros, sólo un poco abollado. Sin embargo, no se sabe si las reliquias contenidas en su interior (una espina de la corona de Cristo, una reliquia de Santa Genoveva y otra de San Dionisio) sobrevivieron al fuego. Del mismo modo, el destino de cada una de las obras maestras conservadas en la iglesia sigue siendo incierto: por ahora, sólo se filtran noticias confusas.

En la foto, Notre-Dame tras el incendio. Foto Crédito

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