La inmunóloga Antonella Viola, catedrática de Patología General de la Universidad de Padua y directora científica del Instituto de Investigación Pediátrica (IRP-Città della Speranza), uno de los “rostros famosos” de la pandemia del Covid-19, ha intervenido en Facebook para expresar su oposición a las medidas de cierre (el de cines y teatros, pero también el de gimnasios y piscinas , así como el cierre anticipado de bares y restaurantes a las 6 de la tarde) introducidas ayer por la dpcm: Viola las considera demasiado severas para las categorías afectadas y poco útiles para contener el contagio (“una decisión irracional, ciega y absurda”, escribe la inmunóloga en su cuenta de Facebook). “La decisión de imponer el cierre de bares y restaurantes (porque salvo en pocos casos significa el cierre total, no nos engañemos), gimnasios, teatros y cines significa condenar a familias enteras a la desesperación y a todo un país a una tensión social insostenible”, escribió.
“Es una decisión irracional, ciega y absurda”, continuó Viola. "No sé si estas medidas repercutirán en la propagación de contagios y, sinceramente, no lo creo, porque la gente seguirá encontrándose pero en lugares incontrolados (pero ojalá me equivoque). Sin duda, tendrá un impacto desastroso en la salud de muchas personas y de la comunidad en su conjunto. Con el tiempo, aumentarán los casos de depresión, suicidios y violencia doméstica. La enseñanza a distancia para todas las clases de secundaria empeorará el panorama, tanto a corto como a largo plazo. Para muchos niños, la escuela es el único lugar seguro, la única herramienta que puede salvarlos, el único lugar para socializar. Sé que alguien en el Gobierno luchó para evitar que esto ocurriera. El Viceministro Sileri me llamó anoche y me expresó su oposición a estas medidas inútiles y perjudiciales. Pero, evidentemente, la irracionalidad ha prevalecido sobre el equilibrio’.
Dentro de un mes -supone el inmunólogo- nos encontraremos con un país todavía afectado por la epidemia, pero más desintegrado económica y socialmente. ¿Qué haremos entonces? ¿Qué haremos a finales de noviembre cuando nos demos cuenta de que las medidas no han tenido el impacto deseado? O, incluso si milagrosamente funcionaran, ¿en ese momento cuál es el plan para llegar a finales de 2021, cuando quizás la vacuna esté realmente disponible para una gran parte de la población? ¿Qué se hará en este mes de nuevos sacrificios para que todo vuelva a funcionar el 24 de noviembre? Sobre esto no hay respuesta. Navegamos a vista de pájaro porque a nadie se le ha ocurrido encender el radar".
’El radar’, concluye Viola, ’son los datos, los datos que se han debido recoger durante estos meses para el seguimiento. Esos datos que, si se utilizan sabiamente, deberían decirnos dónde se está produciendo el contagio y dónde no. El radar es también la previsión, el saber que el virus no desaparecerá, que la vacuna no será una solución rápida y que no podremos pasar entre encierros y toques de queda. Imponer opciones tan pesadas sin tener una demostración de su necesidad y eficacia no es aceptable".
En la foto: Antonella Viola
La inmunóloga Antonella Viola, contra los cierres: "decisión irracional, ciega y absurda |
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