Frigolandia no debe cerrar ABO, Flores, Lagioia y Scurati escriben a Franceschini


Achille Bonito Oliva, Paolo Flores, Nicola Lagioia y Antonio Scurati escriben a Franceschini para impedir el cierre de Frigolandia, importante centro de producción cultural amenazado de desalojo.

Cuatro personalidades de la cultura, el crítico de arte Achille Bonito Oliva, el periodista Paolo Flores d’Arcais, el escritor Nicola Lagioia y el novelista Antonio Scurati han escrito al Ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini, para pedirle que impida el cierre de Frigolandia, el centro cultural de Giano dell’Umbria (Perugia) amenazado de desalojo.

Retomamos la historia en agosto: Frigolandia, la ciudad imaginaria nacida de la imaginación de Andrea Pazienza, y hoy centro muy activo de producción cultural, así como museo y archivo de revistas históricas como Il Male y Frigidaire, dirigidas por el periodista Vincenzo Sparagna (fundador y redactor jefe de Frigidaire), corre el riesgo de ser desalojada de sus instalaciones, un antiguo campamento de verano en desuso y transformado en Frigolandia, a pesar de que el centro está aquí en virtud de un contrato regular con el ayuntamiento. La actual administración ha expresado su voluntad de recuperar la posesión de la antigua colonia, a pesar de que el contrato prevé tres renovaciones tácitas hasta 2045: el alcalde, Manuel Petruccioli, afirma que Frigolandia ha incumplido las obligaciones de mejora establecidas en el contrato (“nunca hemos visto proyectos turísticos”, escribió Petruccioli este verano, “nunca hemos visto a entusiastas de la cultura ir allí, nunca hemos visto artistas o incluso agregaciones o eventos de miles de personas”).



Sparagna, por su parte, respondió a las acusaciones de quienes le acusaban de no hacer nada por el territorio afirmando que Frigolandia “ha sido visitada a lo largo de los años por miles de familias, jóvenes, estudiosos e investigadores de todaItalia y del mundo, multiplicando así también la afluencia de turistas al territorio umbro”, y que el archivo de revistas, además de asegurar varias tesis de licenciatura y estudios especializados, había atraído también el interés de la Universidad de Yale. En apoyo de Frigolandia, el diputado de Liberi e Uguali Nicola Fratoianni también había iniciado una pregunta parlamentaria en la que pedía a Franceschini que activara iniciativas para proteger y valorizar Frigolandia.

Ahora Franceschini vuelve a ser interpelado, esta vez por ABO, Flores d’Arcais, Lagioia y Scurati que, como se había previsto, le han escrito una carta abierta. “El municipio de Giano dell’Umbria, el pasado 11 de marzo, en plena emergencia Covid”, reza el texto, “emitió una increíble ordenanza de desalojo de una propiedad inmobiliaria confiada desde 2005, a cambio del pago con un contrato de convenio, a FRIGOLANDIA srl. Frigolandia ha recurrido esta ordenanza ante el Tribunal Administrativo Regional, pero el asunto no puede dejarse únicamente en manos de la disputa legal. FRIGOLANDIA, idealmente la tierra de la histórica revista FRIGIDAIRE, ’República de la Fantasía’, ’Academia de los Inventos’, ’Ciudad Imaginaria del Arte Maivista’, definición inventada en 1985 por Andrea Pazienza y Vincenzo Sparagna, es un centro cultural de creatividad, un Museo, una Biblioteca y un vasto Archivo que conserva, además de libros y revistas raros, unas cuatro mil obras de los principales autores italianos y europeos de sátira, cómic, ilustración y arte de las últimas décadas. Frigolandia ha sido visitada a lo largo de los años por miles de jóvenes, familias, investigadores y estudiosos de toda Italia y del mundo, multiplicando también la afluencia de turistas al territorio umbro”.

“La amenaza de desalojo”, recuerdan los cuatro intelectuales, “es tanto más absurda cuanto que Frigolandia no recibe ninguna contribución pública, paga regularmente el alquiler estipulado en el contrato y desarrolla una intensa actividad con la publicación de revistas y libros, la producción de vídeos y la organización de exposiciones y eventos culturales en toda Italia. La desaparición de Frigolandia destruiría una de las experiencias artísticas y periodísticas más originales de Europa. Significaría la interrupción de su intensa labor editorial y la dispersión de su biblioteca y su valioso archivo, objeto de numerosas tesis de licenciatura y estudios especializados italianos incluso en la prestigiosa Universidad de Yale, en Connecticut. Sería un daño irreparable y un verdadero crimen cultural”.

He aquí, pues, el llamamiento a Franceschini: “¡Señor Ministro, Frigolandia no debe cerrarse! Usted que, con la reciente reforma del Ministerio de Patrimonio y Actividades Culturales, ha mostrado sensibilidad hacia la creatividad contemporánea creando una dirección especial de apoyo a las industrias culturales y creativas, no puede permitir que Frigolandia se desocupe. Se trata de un espacio que, además de Museo, Archivo y Biblioteca, es también un laboratorio vivo que da voz a jóvenes escritores, ilustradores, dibujantes, fotógrafos, videastas, músicos, que continúan, innovándola, la obra de quienes contribuyeron a su nacimiento. En este sentido, Frigolandia debe ser justamente protegida como Museo, Archivo y Biblioteca, y ser incluida de inmediato entre los Lugares de lo Contemporáneo reconocidos por su Ministerio”.

En la foto: el Museo de Arte Maivista de Frigolandia.

Frigolandia no debe cerrar ABO, Flores, Lagioia y Scurati escriben a Franceschini
Frigolandia no debe cerrar ABO, Flores, Lagioia y Scurati escriben a Franceschini


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