Facebook cambia la escultura de Miguel Ángel por el porno y la censura por las Ventanas al Arte

Facebook vuelve a censurararte antiguo, a pesar de que las “Normas comunitarias” permiten explícitamente los desnudos en pinturas y esculturas. Esta vez ha sido Cupido, atribuido a Miguel Ángel y conservado en el Museo Metropolitano de Nueva York, el que ha caído bajo el hacha del algoritmo censor: la imagen de la obra, que actualmente se exhibe en la exposición El cuerpo y el alma, de Donatello a Miguel Ángel, donde se acepta la atribución a Miguel Ángel formulada por Kathleen Weil-Garris Brandt, aparecía en un vídeo ilustrativo de la exposición, colgado en la página de Facebook de Finestre sull’Arte. El vídeo mostraba la obra junto a Marc Bormand, comisario de la exposición junto a Beatrice Paolozzi Strozzi y Francesca Tasso, ilustrando la escultura de Miguel Ángel.

El hecho se remonta al 31 de agosto, cuando los administradores de la página recibieron un mensaje de Facebook: en efecto, el Cupido desnudo había sido retirado por “violación de las normas sobre desnudos o actos sexuales”. En resumen: una escultura renacentista confundida con porno por el algoritmo de Facebook. Sin embargo, las normas de Facebook permiten este tipo de contenido: las normas de la comunidad establecen que, además de algunas excepciones sobre la publicación de imágenes de partes íntimas del cuerpo humano, “también está permitida la publicación de fotografías de pinturas, esculturas u otras formas de arte que representen figuras desnudas”.

Este es el último de una serie de casos similares que siguen afectando a instituciones y particulares dedicados a la información cultural, así como a la promoción y valorización y a todas las actividades relacionadas con el arte. Hace sólo unos días, la red social estadounidense oscureció la página de la Bienal de Florencia, este año enteramente dedicada al tema de la feminidad en el arte, por haber publicado una obra de la artista española Gloria Marco Munuera que representaba un pecho desnudo del que manaba una gota de leche: una obra sobre el tema de la feminidad, de nuevo confundida por Facebook con una imagen erótica. Y para la Bienal de Florencia, se trata de un daño significativo.

Finestre sull’ Arte se puso inmediatamente en contacto con el servicio de asistencia de Facebook reservado a las empresas, y aunque los operadores italianos que prestan asistencia a los anunciantes admitieron que se trataba de un error del algoritmo, el mensaje que advierte a la página de la violación de las normas lleva apareciendo más de veinte días, sin que hasta ahora nadie haya hecho nada para remediar el clamoroso descuido del algoritmo. Un aviso que tiene consecuencias porque se traduce en penalizaciones para la página, dado que se han restringido fuertemente algunas funciones, como la posibilidad de hacer publicidad, y se ha reducido mucho la distribución de posts: significa que muchos menos usuarios ven y comparten los posts de Finestre sull’Arte. Y nadie ha resuelto aún el problema, a pesar de los informes casi diarios. Al contrario, parece que ningún ser humano puede remediar el problema del algoritmo, ni se ha dado recurso alguno a nuestra publicación. Son consecuencias verdaderamente molestas de un error de software. Y por si fuera poco, en un irónico giro del destino, la página de políticas de Facebook, donde figuran los ejemplos de lo que está permitido publicar y lo que no, incluye... el David de Miguel Ángel. Una circunstancia que también convierte el caso en surrealista.

La esperanza es que, dado que este problema lleva años coleando y que la lista de temas afectados es cada vez más larga, las instituciones puedan establecer un diálogo con Facebook para que la red social ajuste su algoritmo de forma que deje de afectar a temas reconocidos relacionados con el arte y la cultura, o crear una selección de sujetos autorizados que puedan tener la ventaja de no estar sometidos a la censura preventiva del algoritmo (mecanismo que ya existe para determinadas situaciones identificadas por Facebook), sino de estar controlados por operadores humanos tras las denuncias de los usuarios. De lo contrario, si seguimos censurando el arte, tal vez no pase mucho tiempo antes de que, tal vez con el objetivo de respetar las confesiones de todos, censuremos también las obras religiosas que representan a Cristos, santos y Madonas.

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