"El escultor de ángeles" Giacomo Serpotta, entre Caravaggio y van Dyck. El vídeo completo de 1957


Un hallazgo extraordinario: un documental de 1957 sobre Giacomo Serpotta, el "escultor de ángeles", un gran artista del estuco de los siglos XVII a XVIII.

Hasta ahora, su visionado había sido un privilegio para pocos, ya que ni siquiera estaba disponible en las filmotecas especializadas. Un primer fragmento de apenas dos minutos circulaba por la red. Se trata de Lo scultore degli angeli (El escultor de los ángeles), un documental dedicado a Giacomo Serpotta (Palermo, 1656 - 1732), el artista palermitano con una extraordinaria habilidad para modelar en estuco hasta las figuras más delicadas y gráciles, como los ángeles, con los que enriquecía sobre todo los oratorios de su ciudad. De la película, que casi se había perdido de la memoria, se ha vuelto a hablar tras el redescubrimiento de una copia en 16 mm por el director, también palermitano, Sergio Gianfalla. La historia se ha contado en parte y ahora se pueden aclarar algunos detalles: quién sabe por qué la bobina yacía abandonada, junto con otras sin archivar, en elInstituto Zootécnico Experimental de Sicilia. Gianfalla estuvo allí en 2008-09 para una colaboración con la institución, por supuesto de naturaleza totalmente distinta, y en aquella ocasión se llevó consigo el soporte “perdido”, destinado de otro modo a la chatarra. Podemos imaginar todo el asombro de entonces al proyectar las imágenes parpadeantes en Ferraniacolor en el laboratorio y descubrir poco a poco su contenido inesperado, en la atmósfera de tiempos pasados a la que nos llevan la voz narrativa de Aldo Franchi, que también es el director del cortometraje, y la música original de Giuseppe Rosati. Asombro que será el mismo para quienes, entre los aficionados, puedan beneficiarse ahora de la publicación íntegra del vídeo. Providencial, en efecto, ha sido la reconversión digital de la cinta, que desde entonces se ha cristalizado y ya no es utilizable.

De la película original producida por el Sperimental Film de los hermanos Alfonso y Agostino Sansone, un 35 mm con una duración total de 10’30’’, es posible remontar la fecha de producción a 1957 gracias al visado de censura (base de datos Italia Taglia). Con este “argumento” se presentaba el producto: “El documental pretende ilustrar, siguiendo la obra de uno de los más grandes escultores que trabajaron en Sicilia, Giacomo Serpotta, las obras del artista en los distintos oratorios donde trabajó. Además de su labor como escultor, el documental ilustra también su poder para componer arquitectónicamente las figuras enmarcadas de obras ilustres como Van Dyck y Caravaggio. De las diversas obras de este artista inimitable, encontramos un testimonio muy válido de la época y un equilibrio estilístico poco frecuente en el arte siciliano”.





Fotograma de Lo scultore degli angeli, de Aldo Franchi, 1957.
Fotograma de Lo scultore degli angeli de Aldo Franchi, 1957.


Fotograma de Lo scultore degli angeli, de Aldo Franchi, 1957.
Fotograma de Lo scultore degli angeli de Aldo Franchi, 1957.


Fotograma de Lo scultore degli angeli, de Aldo Franchi, 1957.
Fotograma de Lo scultore degli angeli de Aldo Franchi, 1957.

La fecha de 1957 no había sido tan evidente hasta ahora. Gianfalla había pensado al principio en documentales realizados sobre todo (pero no exclusivamente) en la primera mitad de los años 60, para optar a un “premio a la calidad”. Y, efectivamente, el nuestro recibió cierto reconocimiento: fue el “8º Premio Sicilia” (S. Gesù, La Sicilia della memoria. Cento anni di cinema documentario nell’isola, Catania 1999, p. 128, donde la obra en cuestión figura en 1958, probablemente el año del concurso). Evidentemente, se trataba del Premio Siciliano de documentales de especial interés turístico, que se celebraba en el marco del Festival Internacional de Cine de Mesina y Taormina (del que nació el actual Taormina Film Fest).

Ahora también podemos rastrear el periodo en que tuvo lugar el rodaje. Sandro Aquari, hijo de Giuseppe, director de fotografía, ha desempolvado para nosotros las notas de su padre, que lo anotaba todo. En febrero de 1957, reconocemos el registro de la remuneración (de cien mil liras) percibida por ese trabajo: “2-57 ”Serpotta“ Franchi - A.T.C 100.000”. Donde ATC, son las siglas de “Attrezzatura Tecnica Cinematografica”, una empresa de alquiler entre cuyos fundadores se encontraban, como es lógico, los Sansone. Y era precisamente “Serpotta” como se llamaba más coloquialmente a la película en casa del director, en el recuerdo aún vivo que nos cuenta su hijo Roberto Franchi. Por otra parte, las imágenes de palermitanos con ropa pesada son conciliables con un metraje rodado en invierno (el de 1956-57). Por otra parte, la pareja de monjas con el típico tocado conocido como cornetta, cruzando una concurrida Via Maqueda en los primeros fotogramas, casi despierta ternura.

Página de contabilidad del director de fotografía Giuseppe Aquari, 1957 (cortesía de Sandro Aquari).
Página de relatos del director de fotografía Giuseppe Aquari, 1957 (cortesía de Sandro Aquari).

En 1957, el genio de Serpotta aún no había alcanzado la notoriedad de la que goza hoy, con razón, pero aún no lo suficiente. Singularmente, ese mismo año se publicó un artículo sobre su “teatro plástico”, escrito por Giulio Carlo Argan, que un par de años antes había comenzado a impartir clases universitarias en Palermo, como señala Pierfrancesco Palazzotto, experto en Serpotta. Tanto es así que se puede pensar sugestivamente en una especie de renacimiento o al menos de renovado interés que se estaba gestando entonces por el artista. Para el cortometraje, sin embargo, cabe imaginar cierta implicación de Filippo Meli, rector del Oratorio de San Lorenzo al que está dedicada la primera parte y el único mencionado entre los estudiosos del célebre escultor y estucador.

Oratorio de San Lorenzo, Palermo.
Oratorio de San Lorenzo, Palermo.


Oratorio del Rosario en San Domenico, Palermo.
Oratorio del Rosario de San Domenico, Palermo.


Oratorio del Rosario en Santa Cita, Palermo.
Oratorio del Rosario en Santa Cita, Palermo.


Caravaggio, Natividad (1600; óleo sobre lienzo, 268 x 197 cm; anteriormente en Palermo, Oratorio de San Lorenzo, robado en 1969)
Caravaggio, Natividad (1600; óleo sobre lienzo, 268 x 197 cm; anteriormente en Palermo, Oratorio de San Lorenzo, robado en 1969)


Anton van Dyck, Virgen del Rosario (1625-1627; óleo sobre lienzo, 397 x 278 cm; Palermo, Oratorio del Rosario en San Domenico)
Anton van Dyck, Virgen del Rosario (1625-1627; óleo sobre lienzo, 397 x 278 cm; Palermo, Oratorio del Rosario de San Domenico)


Carlo Maratta, Virgen del Rosario (1695; óleo sobre lienzo; Palermo, Oratorio del Rosario de Santa Cita)
Carlo Maratta, Virgen del Rosario (1695; óleo sobre lienzo; Palermo, Oratorio del Rosario de Santa Cita)

El escultor de ángeles conduce al espectador en pocos minutos (y unos cientos de metros) desde el Oratorio de San Lorenzo hasta el Oratorio del Rosario de San Domenico. Allí, entre putti, alegorías y “teatrillos” de estuco, los retablos de Caravaggio y van Dyck, respectivamente, hacen gala de una gran belleza y se ven ciertamente realzados por el aparato plástico. Queda fuera de la historia el que, junto con los anteriores, puede considerarse entre los tres mejores logros del autor, a saber, el Oratorio del Rosario en Santa Cita. Este último ostenta en su interior un no menos excelente lienzo de Maratta y sugiere que, por una cuestión de prestigio y competencia mutua, las cofradías que tenían su sede en estos lugares recurrieron en los tres casos a pintores que venían (y trabajaban) de fuera: Roma para Caravaggio (1600) y Maratta (1695), Génova para van Dyck (1625-27).

La obra de Aldo Franchi, más allá de cualquier otro mérito que incluya una narración poética que no deja insensible, tiene el mérito de documentar por única vez en un audiovisual en color la Natividad de Merisi, de la que este 2019 se cumplen cincuenta años de su robo (octubre de 1969). Se muestra durante apenas unos segundos, ilustrada como “la última obra del célebre pintor”. Así se creía aún en la época: el redescubrimiento de la fecha romana es sólo reciente. Si al menos esto se ha aclarado, sigue sin resolverse el caso de su desaparición, el llamado expediente 799 archivado por el Mando de Protección del Patrimonio Cultural de los Carabinieri. Sin embargo, una investigación reabierta por la Comisión Parlamentaria Antimafia presidida por Rosy Bindi ha podido al menos reconstruir sus primeros pasos, desde el robo material por parte de una banda de ladronzuelos, hasta la intromisión y adquisición del lienzo por parte de la Cosa Nostra, su venta y salida hacia Suiza en 1970.

Quién sabe, un día puede volver a aparecer, quizá desde el lugar más impensable y por un golpe de suerte como ocurrió con la película que aún hoy revive su recuerdo.

El autor presentará estas y otras novedades en la conferencia científica La Natividad con los santos Lorenzo y Francisco de Michelangelo Merisi da Caravaggio. El acto tendrá lugar el 14 de octubre a las 18.30 horas en el Oratorio de San Lorenzo de Palermo, en el marco del evento Caravaggio#50, y contará con la presencia de Francesca Curti, Giovanni Mendola y Maurizio Vitella.


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