Venecia, en la Gallerie dell'Accademia El Bravo de Tiziano llega de Viena después de 30 años

Una importante obra de Tiziano (Pieve di Cadore, c. 1490 - Venecia, 1576) va camino del Kunsthistorisches Museum de Viena a las Gallerie dell’Accademia de Venecia: se trata de la obra conocida como Il Bravo, cuyo préstamo enriquece el museo veneciano tras la inauguración de las nuevas salas monumentales dedicadas a la pintura de los siglos XVII y XVIII, abiertas al público el pasado 31 de agosto. El Bravo de Tiziano se expondrá en Venecia del 24 de septiembre al 20 de enero de 2022. Ingresado en las colecciones imperiales austriacas en 1649, y devuelto excepcionalmente a Venecia sólo en 1990, con ocasión de la exposición dedicada a Tiziano en el Palacio Ducal, volverá a exponerse después de treinta años en el cofre del tesoro de la escuela veneciana de pintura. Ocupará temporalmente el lugar de la Vecchia de Giorgione, que abandona las Galerías para exponerse en la muestra que el museo vienés dedica a Tiziano(La imagen de la mujer de Tiziano. Belleza - Amor - Poesía) a partir del próximo 5 de octubre.

El Bravo, obra temprana del gran pintor de Cadore, fechable hacia 1515-1520, se inscribe en el contexto de la sala VIII de las Galerías, dedicada a Giorgione y sus discípulos, representados aquí en la fase inicial de su producción: Tiziano con elArcángel Gabriel y Tobiolo y Sebastiano del Piombo con las puertas del órgano de San Bartolomeo. La referencia a Giorgione es de hecho ineludible: la situación representada en el Bravo (la del entrelazamiento de dos figuras, de medio cuerpo y silueteadas sobre un fondo oscuro, encuadradas de cerca para solicitar la participación directa del espectador) deriva de invenciones del maestro de Castelfranco (en la línea del Guerrero de Viena), a quien se atribuyó repetidamente el cuadro desde mediados del siglo XVI hasta finales del XIX. Tiziano, sin embargo, desarrolla la situación de forma original explotando el potencial dinámico y dramático de la escena. Otro hecho significativo, que relaciona el cuadro vienés de Tiziano con las obras de Giorgione de la Sala VIII, es su procedencia de una ilustre colección de la ciudad: en este caso, no es la de Gabriele Vendramin, que incluía la Vieja, la Tempestad y el Concierto, sino la del brillante abogado y diplomático Giovanni Antonio Venier, propietario de una prestigiosa colección que incluía también la Santa Margarita de Rafael y el Guerrero de Giorgione, ambos hoy en el Kunsthistorisches Museum de Viena. Poder admirar el Bravo, la Tempestad y el Concierto en la misma sala representa por tanto, según el museo, una extraordinaria oportunidad también para reflexionar sobre el coleccionismo de las familias patricias venecianas en las primeras décadas del siglo XVI.

El cuadro de Tiziano, de gran calidad pictórica, ha suscitado numerosas reflexiones sobre la posible interpretación del tema representado: una hipótesis ampliamente aceptada es que representa un episodio de la historia antigua tomado del Factorum et dictorum memorabilium de Valerio Máximo, basado en la Vida de Mario de Plutarco, a saber, el asalto y asesinato del joven soldado Trebonio por el tribuno Cayo Lusio. Como sugieren la aparición del joven y la presencia de una corona de hojas de vid, la escena también podría aludir a la captura de Baco por Penteo, rey de Tebas, para impedir la propagación del culto báquico, como se relata en las Bacantes de Eurípides y en las Metamorfosis de Ovidio. Sin embargo, más allá de las posibles lecturas, el cuadro se ofrece como una creación original y poderosa, con una compleja estructura compositiva, una obra maestra de miradas entrecruzadas, destellos de luz y salpicaduras de color que subrayan la penetración psicológica de la historia.

En la obra de Tiziano, dos figuras masculinas se enfrentan en primer plano: la de la izquierda es un joven de cabellos rubios, con una guirnalda de hojas de vid en la cabeza, que mira a su agresor, cuyo rostro no vemos, sino sólo su profil perdu, en una espesa sombra. Como señala Francesca Del Torre Scheuch, conservadora de pintura italiana del Renacimiento en el Kunsthistorisches Museum de Viena, “la tensión que acompaña al violento enfrentamiento es fuerte y perceptible en los vivos contrastes, incluidos los colores, de las dos figuras. El observador participa directamente como testigo de un ataque inminente. La violencia es anunciada por el puñal en la mano del agresor, en el ángulo inferior derecho, y se transmite a través del rojo vivo de la manga tallada, sobre la víctima, cuyo rostro, iluminado por una luz fría, destaca sobre la chaqueta azul intenso”.

"El Bravo", observa el director de las Gallerie dell’Accademia, Giulio Manieri Elia, "fue elegido porque teje una rica red de diálogos, referencias y comparaciones con las obras de la colección permanente y con el contexto artístico de la ciudad lagunar que lo generó. Este préstamo excepcional constituye una nueva oportunidad de intercambio con el Instituto de Museos de Viena, en el marco de una intensa relación de la que forma parte el préstamo extraordinario de la Vecchia ". Un paso importante en este camino compartido fue la participación del Kunsthistorisches Wien en el proyecto Una obra maestra para Venecia, lanzado en 2020 en colaboración con Intesa Sanpaolo, que permitió admirar la espléndida Sacra Conversazione de Lorenzo Lotto en las salas de la Galería, aunque lamentablemente solo durante unas semanas debido a los cierres impuestos por la continua pandemia.

Imagen: Tiziano Vecellio, El Bravo (óleo sobre lienzo, 75 x 67 cm; Viena, Kunsthistorisches Museum Gemäldegalerie inv. GG 64)

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