El políptico Della Rovere de Foppa y Brea: una obra maestra del Renacimiento ligur en Savona

La ciudad de Savona, situada en la costa occidental de Liguria, es reconocida no sólo por su belleza natural y su historia milenaria, sino también como un importante centro cultural del Renacimiento italiano. La promoción de las artes en la ciudad tuvo un gran impulso a partir del siglo XV gracias al mecenazgo de la poderosa familia local Della Rovere.

Entre las figuras más influyentes de la familia se encontraban Francesco Della Rovere, que se convirtió en Papa en 1471, asumiendo el nomen papal de Sixto IV, y su sobrino Giuliano Della Rovere, que ascendió al trono papal en 1503 como Julio II. La familia Della Rovere se distinguió por su apoyo a las artes plásticas, encargando numerosas obras de arte que aún hoy adornan iglesias y oratorios de la ciudad, ejemplo tangible de su compromiso con la promoción de su familia en su patria.

Una de las obras maestras más famosas es el majestuoso Políptico Della Rovere, que debe su nombre a su mecenas Giuliano Della Rovere. Esta extraordinaria obra, realizada por Vincenzo Foppa (Brescia, c. 1427 - c. 1515) y Ludovico Brea (Niza, c. 1450 - c. 1522) y terminada en 1490, es un claro testimonio del apoyo artístico prestado por la familia Della Rovere y encarna uno de los símbolos más significativos de su patrimonio cultural en la ciudad de Savona.

La fascinante historia del magnífico políptico, actualmente conservado en elOratorio de Nostra Signora di Castello, una iglesia oculta entre edificios del siglo XIX, ha sido objeto de intensos estudios por parte de ilustres estudiosos a lo largo de los últimos siglos. Entre ellos, Federico Alizeri, que se dedicó al estudio del políptico a finales del siglo XIX, y, durante el siglo XX, los esclarecedores estudios de Pasquale Rotondi y las aportaciones de William Suida, Antonio Morassi, Giulio Carotti, Fernanda Wittgens, Gianni Carlo Sciolla y Massimo Bartoletti.

La obra fue encargada por Giuliano della Rovere para el altar mayor de la catedral de Nostra Signora di Castello, situada en la colina de Priamàr. Sin embargo, en 1543 la iglesia fue cerrada al culto y posteriormente destruida por orden de la República de Génova para permitir la construcción de la fortaleza que aún hoy se alza allí. La catedral, junto con los oratorios y otros edificios religiosos que formaban una especie de acrópolis cristiana en Savona, fue arrasada. Entre los edificios destruidos se encontraba también la primera sede de la cofradía de Nuestra Señora de Castello, congregación religiosa a la que pertenecieron Julio II y Sixto IV. Tras el cierre de los edificios religiosos de la colina de Priamàr, se produjo un traslado a gran escala de las cofradías y de las obras de arte a nuevas ubicaciones. El políptico no encontró su ubicación definitiva hasta 1570, cuando se colocó en el nuevo oratorio de Nuestra Señora de Castello, reconstruido en 1544.

A partir de la primera mitad del siglo XVII, el políptico sufrió varios desmontajes y remontajes. Hacia mediados del siglo XVIII, el oratorio sufrió un incendio y, tras las obras de renovación, adquirió su aspecto actual con un trabajo especial de estuco rococó realizado por Giuseppe Petonti. Los estudiosos creen que la cornisa pudo reducirse para adaptarse al espacio del oratorio. En 1797, la obra se desmontó de nuevo porque la iglesia se convirtió en un cuartel. El terremoto del 23 de febrero de 1887 provocó el derrumbe de la bóveda de la sala, pero el políptico permaneció intacto. En los años siguientes, en 1909, un incendio dañó gravemente la obra e hizo irrecuperable la parte izquierda de la predela que representa a Juan el Bautista. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue desmontado, embalado y guardado en un refugio antiaéreo. Después de la guerra, el políptico fue restaurado varias veces en la inmediata posguerra. Durante los cinco años que duró la restauración integral del políptico, que concluyó en 2006, se hicieron algunos descubrimientos muy importantes. En el reverso de la estatuilla de madera que representa al Ángel Anunciador, se encontró una anotación con la fecha “1755” y, además, un documento de pago relacionado con los trabajos de restauración. Estas pruebas llevaron al erudito Massimo Bartoletti a confirmar que el políptico Della Rovere fue efectivamente restaurado en ese año por el pintor de Savona Giovanni Agostino Ratti, padre y maestro del más famoso pintor e historiador Carlo Giuseppe Ratti.

Los trabajos fueron iniciados por Vincenzo Foppa, pero se interrumpieron el 9 de abril de 1489 debido al traslado del artista a Pavía. La comunidad de Savona tuvo entonces que recurrir a los duques de Milán para que le llamaran, y a Foppa se unió el artista de Niza, Ludovico Brea. Foppa terminó su parte el 5 de agosto de 1490, mientras que Brea dejó el pincel el 10 del mismo mes y año, como indica la inscripción de la base de la tabla central: "ANNO SALUTIS 1490 DIE V AUGUSTI IUL. EPISC. OSTIEN. CARD. S.P. ADVINCULA MAIORA NITENT VICENCIUS PINXIT. LUDOVICUS - BREA NICENSIS - PINXIT HAC. PARTE 1490. DIE X AUGU.STU COMPLECTA’.

En cuanto a la majestuosa ebanistería dorada y las estatuillas de madera de temas sagrados, antaño policromadas, Alizeri las atribuyó al tallista Bertolino della Canonica. Sin embargo, en los años cincuenta, Rotondi planteó la hipótesis de que la idea general del políptico podría haber sido concebida por Vincenzo Foppa, basándose en la aplicación pictórica bidimensional del ilusionismo de Bramante y en la estructura general del retablo que recuerda a otros polípticos del siglo XV realizados en la zona lombarda. Esta hipótesis fue confirmada posteriormente por Fernanda Wittgens.

El políptico renacentista es de dimensiones imponentes, con una altura de unos cinco metros y una anchura de tres metros. Consta de tres registros dispuestos en abanico, con dos alas extendidas hacia el espectador. Su parte superior está rematada por un tabernáculo poligonal con una escultura de madera de Cristo sosteniendo el globo terráqueo. Los paneles están separados por pilastras corintias y encerrados en una estructura dórica mayor, adornada con estatuillas de madera insertadas en tabernáculos o colocadas libremente en la parte superior de la estructura, junto con motivos decorativos de inspiración clásica. La predela presenta los relatos de San Juan Evangelista. En el primer registro central se encuentra el gran panel que representa a la Virgen con el Niño, rodeada de ángeles músicos y con el patrón, Giuliano della Rovere, arrodillado. A los lados están el panel que representa a San Juan Bautista y el panel que representa a San Juan Evangelista. En el segundo registro están los Doctores de la Iglesia: a la izquierda, los santos Jerónimo y Gregorio Magno; a la derecha, los santos Ambrosio y Agustín. En el tercer registro están los cuatro Evangelistas: en el panel izquierdo, los santos Mateo y Juan; en el panel derecho, los santos Lucas y Marcos. El tabernáculo poligonal superior representa a Cristo “Santa Sangre”, con dos ángeles que portan símbolos de la Pasión. Los estudiosos afirman que la intervención de Brea es más evidente en el ala derecha del políptico, en los paneles que representan a san Juan Evangelista, los santos Ambrosio y Agustín, y los evangelistas Lucas y Marcos. La elección iconográfica refleja el pensamiento católico de Giuliano Della Rovere, en particular la idea del hombre tocado por la gracia divina y la manifestación de Dios en la historia humana a través de su hijo Jesucristo.

En 2015, se solicitó el préstamo del Políptico Della Rovere para la exposición Arte Lombarda dai Visconti agli Sforza en el Palazzo Reale de Milán, con motivo de la Expo. Sin embargo, la solicitud fue rechazada debido a la extraordinaria importancia y fragilidad de esta obra. El Políptico Della Rovere representa una de las mejores obras maestras del Renacimiento en Liguria y simboliza el mecenazgo de la noble familia Savona. La obra posee una belleza incomparable y un valor internacional único. Una visita al políptico es una experiencia esencial para todos aquellos que deseen sumergirse en el arte y la historia del arte ligur.

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