La restauración de las esculturas del Vittoriano comienza con el apoyo total de Bulgari

Las obras de restauración de las esculturas del Vittoriano comenzarán el 4 de marzo, gracias a la contribución de Bulgari, confirmando así el fuerte vínculo de la Maison con la ciudad de Roma y su patrimonio. Así lo ha anunciado esta mañana la directora del VIVE - Vittoriano y Palazzo Venezia Edith Gabrielli, durante la presentación del proyecto de restauración, en presencia de Jean-Christophe Babin, CEO del Grupo Bulgari, y de la restauradora Susanna Sarmati. Apoyada íntegramente por Bulgari, a través delArt Bonus, la restauración garantizará la conservación de las esculturas de la fachada principal del Vittoriano, restaurando así la plena legibilidad del acabado dorado de los elementos de bronce, característica distintiva de todo el proyecto.

El proyecto de restauración, dirigido por Edith Gabrielli y realizado por Susanna Sarmati, se llevará a cabo en tres fases y concluirá en septiembre de 2024. La intervención afectará a las esculturas de mármol que representan el Mar Adriático de Emilio Quadrelli y el Mar Tirreno de Pietro Canonica, las esculturas de bronce dorado que representan El pensamiento de Giulio Monteverde y La acción de Francesco Jerace, y las astas de bandera de Gaetano Vannicola con las Victorias de Edoardo Rubino y Edoardo De Albertis.

El lugar se concebirá también como una obra abierta: ciudadanos y turistas tendrán así la oportunidad de observar en directo a los operarios, subir a los andamios durante las visitas guiadas y comprobar el avance de los trabajos a través de un “diario de restauración” disponible en la web VIVE con periodicidad semanal.

Las obras que se van a restaurar

A ambos lados de la entrada principal hay dos fuentes: la del este, con El mar Adriático, del milanés Emilio Quadrelli (1863-1925), y la del oeste, con El mar Tirreno, del piamontés Pietro Canonica (1869-1959). Encargados en 1908, los dos artistas entregaron las obras en 1911, a tiempo para la inauguración del monumento el 4 de junio de 1911. El modelo de las dos figuras son las estatuas de los ríos que, antiguamente en las Termas de Constantino, fueron colocadas por Miguel Ángel en el Renacimiento en la plaza del Campidoglio, al pie de la escalinata del Palacio Senatorio. Quadrelli representa El mar Adriático tumbado con la mirada hacia el este, mientras se lleva la mano derecha a la frente, como protegiéndose de la luz, y apoya la izquierda en la cabeza del león, símbolo de Venecia. Canonica, por su parte, representa al Tirreno tumbado con el rostro vuelto hacia el este. Una mano descansa sobre la cabeza de la Loba Capitolina, mientras que la otra se apoya en un bajorrelieve adornado con la figura de Partenope, en alusión a la ciudad de Nápoles.

A ambos lados de la puerta se alzan dos grupos de bronce dorado de 10 metros de altura. Al este se encuentra El pensamiento, obra del escultor piamontés Giulio Monteverde (1837-1917). Recibió el encargo en 1907 y lo terminó en 1910, a tiempo para la ceremonia de inauguración del monumento. Monteverde imaginó al Pensador con las alas extendidas, apoyando su mano en el hombro de la Sabiduría, representada con el casco y el escudo de la diosa clásica Minerva. A su vez, la Sab iduría tiende la mano al Pueblo Italiano, que yace a sus pies. Completan el grupo La Discordia con el azote arrastrando a La Tiranía, reconocible por su cabellera de serpientes, y, en la espalda, Il Genio della guerra, representado con armas romanas. Al oeste se encuentra La acción, del calabrés Francesco Jerace (1853-1937), que también recibió el encargo en 1907 pero no entregó la obra hasta 1912; para la ceremonia de inauguración, el 4 de junio de 1911, hubo que colocar en su lugar un modelo provisional de la misma forma y tamaño. En esta obra, Jerace armoniza su lenguaje realista con la inspiración clasicista del Vittoriano. La Acción de Guerra aparece como una mujer que lleva los atributos del ejército piamontés, es decir, el casco del rey Carlo Alberto, la camisa con la efigie de la Orden de la Annunziata y la bandera con la inscripción “Italia y Víctor Manuel”. La figura se eleva sobre un soldado garibaldino con un gavión a su lado, es decir, la cesta llena de tierra que servía en las barricadas como fortificación temporal, el león de Venecia en el acto de pisotear al opresor, una mujer con un garrote, un niño incitando a la batalla y La Giovane Italia con los símbolos de la masonería en la frente: compás, escuadra y sol resplandeciente.

Una escalinata monumental de dos tramos conecta la entrada del Vittoriano con la primera terraza sobre la que se alza el Altare della Patria. Al final del parapeto se alzan dos Victorias aladas de bronce realizadas entre 1908 y 1911 por dos escultores diferentes. La Victoria situada a la derecha del espectador es obra del turinés Edoardo Rubino (1871-1954), mientras que la de la izquierda es obra del genovés Edoardo De Albertis (1874-1950). La iconografía está tomada del mundo clásico: así, la Victoria se representa como una mujer joven, con una palma en una mano y una corona de laurel en la otra. Ambas figuras están de pie sobre la proa de un antiguo barco romano, adornado con una cabeza de lobo y provisto de una tribuna. Detrás de cada Victoria se alza un pináculo de bronce, obra de Gaetano Vannicola (1859-1923). El pináculo, con una base decorada con festones, culmina en un águila.

Declaraciones

“El proyecto de restauración de las esculturas del Vittoriano es motivo de gran orgullo para nuestro Instituto”, declaró la directora de VIVE - Vittoriano y Palazzo Venezia , Edith Gabrielli. “Son obras de gran valor artístico, histórico y también simbólico, porque materializan valores fundamentales de nuestro Risorgimento y, al mismo tiempo, de nuestra Constitución. Preservarlas y valorizarlas es nuestro deber ineludible, en particular para con las nuevas generaciones. Una responsabilidad social y cultural que ha encontrado pleno apoyo en Bulgari y que representa un ejemplo ganador de colaboración público-privada, capaz de crear valor compartido en beneficio de la comunidad”.

“El vínculo entre Bulgari y Roma es inseparable”, comentó Jean-Christophe Babin, CEO del Grupo Bulgari. "Para Bulgari, la Ciudad Eterna no es sólo el lugar donde nació la marca hace 140 años, sino también una fuente inagotable de inspiración para todas las creaciones de la Maison. Monumentos, palacios, arquitectura que observamos cada día y que debemos preservar como homenaje a la historia de esta maravillosa ciudad. El compromiso de Bulgari con la restauración de las esculturas del Vittoriano es un honor, además de un deber, para garantizar que Roma conserve obras tan importantes, haciéndolas lo más accesibles posible al público. Estamos orgullosos de poder contribuir y ser un ejemplo para quienes, como nosotros, comprenden el valor inagotable de tanta belleza’.

La restauración de las esculturas del Vittoriano comienza con el apoyo total de Bulgari

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