El decreto sobre los eco-vándalos es ley: penas de 10 a 60 mil euros para quienes deterioren o destruyan bienes culturales


El ddl denominado "ecovándalos", propuesto por el ministro Sangiuliano, ha sido aprobado hoy por la Cámara de Diputados y se ha convertido en ley: se prevén sanciones de 10.000 euros para quien destruya, desfigure o deteriore bienes culturales o paisajísticos.

El proyecto de ley Sangiuliano sobre daños a bienes culturales, también conocido como proyecto de ley de los “eco-vándalos”, esley: La Cámara de Diputados ha aprobado hoy, con 138 síes, 92 noes y 10 abstenciones, el proyecto de ley impulsado por el Gobierno (de hecho, fue propuesto por el ministroGennaro Sangiuliano) sobre “Disposiciones sancionadoras de la destrucción, dispersión, deterioro, desfiguración, desacralización y uso ilegal del patrimonio cultural o paisajístico”.

La ley prevé que quien destruya, disperse, deteriore o inutilice total o parcialmente bienes culturales o paisajísticos de su propiedad o de terceros será castigado con una sanción administrativa de entre 20.000 y 60.000 euros. Por otra parte, se prevén sanciones de entre 10.000 y 40.000 euros para quienes deterioren o desfiguren bienes culturales para darles un uso perjudicial para su conservación o integridad o un uso incompatible con su carácter histórico o artístico. El producto de las multas se reasignará al Ministerio de Cultura para que lo destine prioritariamente a la restauración de los bienes. Las modalidades de asignación y gestión del producto de las multas administrativas relativas a estas infracciones se definen por decreto del Ministro de Economía y Hacienda adoptado de acuerdo con el Ministro de Cultura. En un plazo de treinta días a partir de la notificación del informe de evaluación, se permite al infractor pagar la sanción en una cuantía reducida. Sin embargo, no se permite la aplicación de la sanción reducida si el destinatario de la sanción ya se ha acogido a la misma opción en los cinco años anteriores.

Esta nueva ley forma parte de un marco normativo vinculado a la Ley 22 de 2022, que introdujo un nuevo título en el Código Penal, dedicado a los delitos contra el patrimonio cultural, compuesto por 17 nuevos artículos, por los que se castigan el hurto, la malversación, la receptación, el blanqueo y autoblanqueo de capitales y los daños al patrimonio cultural, con penas más duras que las previstas para los correspondientes delitos simples. En concreto, el artículo 518-duodecies del Código Penal regula el delito de destrucción, dispersión, deterioro, desfiguración, desacralización y utilización ilícita del patrimonio cultural o paisajístico. La conducta de dañar y destruir bienes culturales se castiga en el artículo 518-duodecies con penas de prisión de dos a cinco años y multa de 2.500 a 15.000 euros, mientras que la de desfigurar o pintarrajear bienes culturales se castiga con penas de prisión de seis meses a tres años y multa de 1.500 a 10.000 euros. La ley que introduce las sanciones administrativas de 20 a 60.000 y de 10 a 40.000 euros precisa que el cobro de la multa o de la sanción pecuniaria administrativa se limita a la parte que exceda de lo cobrado por la autoridad administrativa o judicial, respectivamente.

“Agradezco al Parlamento su trabajo, primero al Senado y ahora a la Cámara, por haber podido alcanzar finalmente este objetivo fundamental”, ha declarado el ministro Sangiuliano. “Hoy es un buen día para la cultura italiana y, en particular, para el patrimonio artístico y arquitectónico de la nación. Con la aprobación definitiva en Montecitorio, se convierte en ley el proyecto de ley sobre los ”eco-vándalos“, que he apoyado firmemente, y que establece un principio fundamental: a partir de ahora, quienes causen daños al patrimonio cultural y paisajístico estarán obligados a pagar de su bolsillo el coste de la restauración íntegra de las obras. Los responsables de actos vandálicos contra el arte y los monumentos nacionales, patrimonio de nuestra identidad y humanidad, deben saber que serán personalmente responsables en términos patrimoniales. Se trata, de hecho, de sanciones administrativas que pueden ser impuestas inmediatamente por el prefecto del lugar donde se comete el acto, a partir de denuncias de funcionarios públicos. También conviene recordar, una vez más, que atentar contra el arte también significa atentar contra la naturaleza, ya que, en virtud de la antropización del paisaje, algunos lugares o monumentos se han convertido en parte integrante de nuestras ciudades. La tarea del Estado, consagrada en el artículo 9 de la Constitución, es preservar este recurso único y precioso que tenemos el deber de proteger y preservar para las generaciones futuras”.

Las reacciones

Con esta medida", declara Federico Mollicone (FdI), presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, “nadie prohíbe el derecho a protestar en las formas civilizadas y esperadas. Basta ya del narcisismo mediático de grupos como Ultima Generazione, que tienen derecho a manifestarse por el futuro del planeta pero en positivo, limpiando las playas como hicimos con el inolvidable Paolo Colli”. Esta medida llena las lagunas de la ley Franceschini-Orlando y pone al día la cuestión de la seguridad del patrimonio cultural".

“La aprobación en la Cámara de Diputados de la ley contra los eco-vándalos, querida por el ministro de Cultura, Sangiuliano, que por fin castigará con penas más duras a quienes dañen, destruyan, desfiguren y ultrajen el patrimonio cultural y paisajístico”, afirma Maurizio Gasparri, líder de Forza Italia en el Senado. “Es importante una acción más decidida contra los vándalos que crean estos desastres, a menudo irreparables. El Gobierno demuestra una vez más que sabe actuar con las medidas adecuadas, como en este caso, protegiendo nuestro inestimable patrimonio histórico y cultural.”

“Era una propuesta muy deseada por la Liga y finalmente se ha convertido en ley”, afirma Matteo Salvini (Liga), ministro de Infraestructuras. “¿Desfiguras obras de arte y monumentos? Paga una multa inmediatamente”.

“Hoy asistimos en el hemiciclo a otro movimiento securitario de esta mayoría con medidas que podemos definir ad personam”, dice Laura Boldrini (PD), “y que no hacen más que coartar la libertad de disidencia y manifestación”. Ya existe una ley de protección del patrimonio cultural, querida por los ministros Orlando y Franceschini: endurecer las penas con sanciones penales y administrativas es sólo una bandera represiva. Tras los jóvenes de las fiestas rave, las ONG que salvan vidas en el mar, esta vez, en el punto de mira de los derechistas, están las chicas y chicos de Ultima Generazione, acusados de “violencia” por los cortes de carretera y de dañar el patrimonio cultural cuando, en realidad, ningún monumento ha sufrido daños permanentes. La verdad es que no toleran la disidencia y recurren a las leyes penales para reprimirla. El verdadero daño al patrimonio cultural italiano lo hacen los recortes de este gobierno. O el subsecretario Sgarbi investigado por blanqueo de dinero del patrimonio cultural, que daña la reputación de Italia. Cuando hace años, con el apoyo de la Liga, los pastores sardos bloquearon las carreteras contra las cuotas lácteas, y cuando los llamados “forconi” bloquearon los peajes de las autopistas (y podríamos seguir y seguir), a nadie se le ocurrió reprimir la disidencia endureciendo las penas con medidas ad hoc. Habría que recordarles a estos derechistas que no hay democracia sin libertad de manifestación y desobediencia civil no violenta".

“También estaríamos dispuestos a tolerar la promesa de integridad y legalidad de la mayoría cuando presenta medidas propagandísticas como ésta contra la desfiguración o el deterioro del patrimonio cultural”, dice Riccardo Ricciardi (M5S). “Sólo que la mayoría debería hacerlo también con un subsecretario de Cultura acusado de haber robado un cuadro, con un ministro que para trenes a su antojo, con una ministra de Turismo que no paga a sus empleados, con sospechosos de corrupción que en el centro-derecha aparecen cada dos por tres, el último el gobernador de Cerdeña, con diputados que disparan en Nochevieja en compañía de un subsecretario. Y en todo esto el padre fundador del centro-derecha fue condenado y por ello excluido del Parlamento. Esto es lo que sois, ¿con qué cara pedís rigor y legalidad con vuestra propaganda?”.

El decreto sobre los eco-vándalos es ley: penas de 10 a 60 mil euros para quienes deterioren o destruyan bienes culturales
El decreto sobre los eco-vándalos es ley: penas de 10 a 60 mil euros para quienes deterioren o destruyan bienes culturales


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