De Pisa, todo el mundo conoce la Torre y la Piazza dei Miracoli: un conjunto monumental famoso en todo el mundo y que representa un poco lo mínimo del turismo pisano. Es precisamente allí donde se concentra el grueso del turismo de masas: decenas de autocares desembarcan cada día a turistas de todas las nacionalidades en Piazzale Manin, a las afueras de la plaza. Los turistas hacen sus rondas rituales, sacan algunas fotos, alguno sube a la torre o entra en la catedral, y luego regresan, quizá para partir hacia Florencia. Quien recorra la Via Santa Maria, que conduce desde la Piazza dei Miracoli hacia el centro medieval de la ciudad, notará la ausencia casi total de turistas al cabo de no más de cien metros.
Sin embargo, Pisa tiene mucho que ofrecer además de la torre. Y no nos referimos sólo a sus numerosos testimonios de arte antiguo. Sí, porque Pisa también esconde una insospechada e importantísima obra maestra del arte contemporáneo: hablamos de Tuttomondo, un espléndido mural creado por Keith Haring en 1989. Keith Haring fue uno de los grandes protagonistas del arte del siglo XX: estadounidense, con una parábola muy corta (nació en 1958 y desapareció en 1990), junto con Jean-Michel Basquiat fue probablemente el principal autor que trabajó en el siglo XX.
Tuttomondo es un testimonio importantísimo de su arte porque es la última obra que realizó en su carrera, pero también la única concebida para permanecer de forma permanente. La primera pregunta que surge es: ¿dónde se encuentra exactamente en Pisa? La obra decora uno de los muros del convento anexo a la iglesia de Sant’Antonio. Para los que pasean por la Piazza dei Miracoli, no está bien situada, porque se encuentra en el extremo opuesto de la ciudad. Sin embargo, para los que llegan en tren y se bajan en la estación central, está a pocos pasos. Queda un poco escondida y no se nota fácilmente. Al llegar a la Piazza Vittorio Emanuele (que, por cierto, es muy bonita y está llena de vegetación, después de haber sido reurbanizada), hay que tomar Corso Italia: después de unos metros, se encuentra una pequeña calle que va hacia la izquierda (es la primera, ¡no tiene pérdida!). Entrando en esta callejuela, encontrará Tuttomondo prácticamente delante de sus ojos.
La segunda pregunta es: ¿qué hace en Pisa un mural de un escritor neoyorquino? Podríamos decir que está en Pisa por casualidad: Keith Haring conoció en Nueva York a un estudiante de Pisa(Piergiorgio Castellani, hoy empresario vinícola) con el que entabló amistad, hasta el punto de que fue a visitarle a la ciudad toscana. Así nació la idea de embellecer un muro pisano (y entonces se eligió, de acuerdo con el ayuntamiento y el párroco de Sant’Antonio, el del convento). La obra del joven artista americano atrajo a muchos pisanos curiosos de todas las edades, que se detenían cada día para verle trabajar.
Y así, día tras día, el resultado final fue lo que vemos hoy: una colorida maraña de figuras, caracterizada por tonos suaves y delicados pero vivos, típicos del pop-art del artista americano. Pero también típico de los edificios pisanos: intente, después de ver el mural, ir hacia los lungarni. ¿No le recuerdan los colores del mural a los de las fachadas de los edificios que bordean los Lungarni?
Una maraña que va bien con el contexto urbano, una excelente combinación de antiguo y contemporáneo. Es una obra tan valiosa que el año pasado la Superintendencia decidió ponerla bajo protección: ¡y eso es algo que no ocurre a menudo, para el arte contemporáneo! Pero, sobre todo, es una obra portadora de elevados ideales, porque representa la paz y la armonía en el mundo (de ahí el título, Tuttomondo, elegido personalmente por el artista, en italiano).
Así, en este rincón de Pisa, la historia se une a la contemporaneidad y lo hace para lanzar un mensaje preciso: que los hombres vivan en armonía y que el bien derrote al mal. Y este último concepto nos aparece muy claro si observamos el ángulo superior derecho, con la serpiente roja partida en dos por la tijera verde: tijera que está formada por dos hombres unidos, porque si los hombres se unen y dejan a un lado sus contrastes, sus diferencias, sus divisiones, no hay mal que pueda hacerles frente.
El artista sólo sobrevivió ocho meses a su obra maestra: el sida se lo llevó en 1990. Tuvimos la suerte de que se nos regalara, en Italia, este testimonio máximo de su arte. Si estás planeando un viaje a la Toscana y te detienes en Pisa, visita Tuttomondo, detente a observar e investigar sus símbolos, también porque disfrutarás de un ambiente tranquilo, fuera de las rutas típicas del turismo de masas en Pisa. ¡Realmente merece la pena!
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