Si se piensa en un artista destacado de la zona de Vercelli y sus alrededores, en Piamonte, es inevitable que venga inmediatamente a la mente Gaudenzio Ferrari (Valduggia, c. 1477-80 - Milán, 1546). De hecho, se le considera el máximo exponente de la escuela piamontesa de pintura del siglo XVI, que supo combinar los rasgos de la pintura lombarda de Leonardo y las influencias renacentistas, dando vida a un estilo personal y original. Fue un pintor, escultor y arquitecto de gran calibre, y Giorgio Vasari lo describió así en sus Vidas: “Pittore eccellentissimo, pratico et espedito [....] También trabajó excelentemente el óleo, y hay muchas obras suyas en Vercelli y Varallo que son muy apreciadas por quienes las poseen”. En la zona de Vercelli y Valsesia aún son visibles muchas huellas de Gaudenzio Ferrari. He aquí los lugares de visita obligada relacionados con el artista.
Situado en la parte baja de Valsesia, en la carretera que conecta Valsesia con la zona de los lagos, Valduggia es un pueblo de origen medieval famoso por ser el lugar de nacimiento de Gaudenzio Ferrari. En el centro de la plaza del mismo nombre se alza el monumento que lo representa, creado por el escultor Giosuè Argenti en la década de 1860. La iglesia parroquial de San Giorgio alberga una Natividad pintada al fresco por el propio Ferrari, visible en la tercera capilla de la izquierda, y considerada la obra más valiosa de la iglesia. Además, en la capilla de San Rocco se pueden admirar unos frescos pintados probablemente por el artista como exvoto para agradecer a San Carlos la protección de la epidemia de peste de la que se salvaron él y toda su familia. Los grotescos de la bóveda también se han atribuido a Gaudenzio o a su taller, principalmente por su carácter innovador para la Valsesia de la época.
En Varallo, Gaudenzio Ferrari fue llamado en 1513 para decorar con frescos y estatuas varias capillas del Sacro Monte, donde trabajó hasta 1528. A él se debe la gran implicación emocional con la que el visitante participa en los relatos de la vida de Cristo; las estatuas de madera de la capilla de laAnunciación, las esculturas de la capilla de los Magos, la capilla de la Presentación de Cristo en el Templo, quizás el Cristo y uno de los matones de la capilla de Jesús subiendo la escalera pretoriana, y toda la escena de la Crucifixión son obra del artista.
Evidentemente, tampoco podían faltar en la Pinacoteca de Varallo obras de Gaudencio, como la Crucifixión, que se encontraba originalmente en Santa Maria delle Grazie de Varallo, elHombre con gorro rojo, la Cabeza de joven y el San Francisco recibiendo los estigmas , pintados para la capilla del mismo nombre en Sacro Monte entre 1515 y 1517.
Además de Sacro Monte y la Pinacoteca, es posible admirar obras maestras del artista en la iglesia de Santa Maria delle Grazie, del siglo XV, considerada una especie de prólogo de Sacro Monte, ya que se encuentra al pie de la cuesta que conduce de la plaza Gaudenzio Ferrari a Sacro Monte. Alberga una de las obras de arte más bellas y significativas de Valsesia, la Parete Gaudenziana, enteramente pintada al fresco por Gaudenzio Ferrari en 1513 con veintiuna representaciones de episodios de la vida y la pasión de Jesús, desde laAnunciación hasta la Resurrección.
La Colegiata de San Gaudencio, que domina desde lo alto la plaza principal de Varallo sobre un promontorio rocoso, alberga otra obra maestra del artista, en la pared posterior de la pila del ábside: un políptico compuesto por seis paneles que representan a la Virgen con el Niño, Santa Catalina y San José, San Pedro, San Gaudencio, la Piedad, San Marcos y San Juan Bautista. La obra fue ejecutada entre 1517 y 1520.
Por último, en el Oratorio renacentista de Nuestra Señora de Loreto, a medio camino entre la aldea de Roccapietra y Varallo, pueden verse en el exterior frescos pintados por Gaudenzio (su nombre es el único que aparece en los documentos junto con el de Teseo Cavallazzi) entre 1514 y 1521: La Natividad en la luneta sobre la ventana de la fachada es ciertamente suya, mientras que en el interior hay una escultura de la Madonna del Latte en terracota policromada y un fresco que representa laAnunciación, ambos atribuidos al artista.
Gaudenzio Ferrari pasó diez años de su vida en Vercelli, de 1529 a 1539, y el lugar donde se encuentran las huellas más significativas de aquellos años es la Iglesia de San Cristoforo, también conocida como la Capilla Sixtina de Vercelli. Completamente pintada al fresco con los ciclos extraordinariamente evocadores que representan las Historias de la Virgen y las Historias de la Magdalena, realizados entre 1532 y 1534, la iglesia contiene algunas de las obras maestras más importantes del Renacimiento piamontés, como el retablo de la Madonna degli Aranci. Gaudenzio Ferrari firmó el contrato de este último el 27 de junio de 1529. En el centro del retablo se encuentra la Virgen sedente con el Niño de pie apoyado en las rodillas de su madre; éste mira hacia San Cristóbal, que camina con su típico bastón, y a un lado se reconoce a San Juan Bautista con el cordero. A la izquierda de la Virgen, San José, San Nicolás de Bari, el beato Orico y, arrodillado, el comisario de la reconstrucción eclesiástica Nicolino Corradi da Lignana. La escena está animada por nueve putti, principalmente en la parte superior de la obra, dos de los cuales son músicos en la parte inferior. El nombre de “Madonna degli Aranci” (Virgen de las Naranjas) se debe a la vegetación con frutos amarillo-naranja que se extiende en la parte superior, entre los siete putti de la parte superior. Sin embargo, estudios recientes han definido esos frutos anaranjados como membrillos, típicos de Valsesia.
En la escena de laAdoración de los Magos, que forma parte del ciclo de la Vida de la Virgen, Gaudenzio Ferrari probablemente se autorretrató: es el hombre con barba de la parte derecha de la obra, que mira fijamente al observador.
Tras las huellas de Gaudenzio Ferrari, en Piamonte, entre Valduggia, Vercelli y Varallo |
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