Museos de la Valtiberina, cuáles ver: 10 que no te puedes perder

La Valtiberina, una encantadora región situada entre Toscana y Umbría, a orillas del río Tíber, se revela como una joya de la historia y la cultura, con susmuseos como custodios de los recuerdos que entretejen el pasado y el presente de esta fascinante tierra. Los museos de la Valtiberina son como ventanas abiertas a un pasado que sigue hablando. A través de sus colecciones, se desentraña la historia de antiguos pueblos medievales, de las gentes que habitaron este territorio y de los artistas que crearon algunas obras maestras de extraordinaria relevancia (basta pensar en las obras de Piero della Francesca, el verdadero genius loci de este territorio). Lienzos de maestros renacentistas, objetos de arte sacro y testimonios de antiguas tradiciones salpican esta tierra, y los museos de la Valtiberina actúan como hilo conductor entre generaciones, celebrando no sólo la grandeza del arte, sino también la diversidad de expresiones culturales que caracterizan a esta región. Los visitantes son invitados a explorar el tejido cultural que hace única a la Valtiberina, con la mirada puesta en el presente y el futuro: programas educativos, talleres e iniciativas atractivas hacen de los museos de la Valtiberina lugares vivos, en constante evolución, que estimulan la creatividad e invitan a reflexionar sobre las conexiones entre las raíces históricas y la contemporaneidad. Pero, ¿cuáles son los museos que no debe perderse en la Valtiberina toscana? Le proponemos diez, ¡aquí los tiene!

1. Museo de la Batalla y Anghiari

El Museo de la Batalla y Anghiari (Museo de la Batalla y de Anghiari) podría decirse que tiene dos caras: la primera está dedicada a conmemorar y estudiar uno de los episodios históricos más significativos ligados a la ciudad de Anghiari, a saber, la Batalla de Anghiari, el enfrentamiento militar que tuvo lugar el 29 de junio de 1440 entre las tropas florentinas y las milanesas, y que Leonardo da Vinci habría pintado al fresco en una de las salas del Palazzo Vecchio. El segundo es la historia de la ciudad: el instituto es, de hecho, también el museo cívico de Anghiari. El museo, fundado en 2000, tiene su sede en el Palazzo del Marzocco y su objetivo es conservar, valorizar y promover el patrimonio cultural de la localidad valtiberina. La parte dedicada a la Batalla de Anghiari alberga testimonios relacionados con el enfrentamiento: documentos, reconstrucciones (también hay una gran maqueta de plástico con las alineaciones), armas de fuego de la época y grabados que documentan la fortuna gráfica de la Batalla de Anghiari. La parte dedicada a Anghiari, por su parte, conserva objetos y obras de arte relacionados con la ciudad: hallazgos arqueológicos, cerámicas, obras de arte como la rica colección de grabados de Alberto Durero y Pacem in Terris de Emilio Isgrò, obra maestra creada por el gran artista siciliano para conmemorar a Leonardo da Vinci. El Museo de la Batalla de Anghiari desempeña un papel fundamental en la comunidad local, ayudando a preservar y transmitir la historia de Anghiari y la Valtiberina. Su presencia es especialmente significativa para quienes desean comprender la historia local y la importancia de acontecimientos como la Batalla de Anghiari en el contexto más amplio de los acontecimientos italianos del siglo XV.

2. Museo del Palacio Taglieschi

Justo enfrente del Museo de la Batalla y Anghiari (Museo de la Batalla y de Anghiari), en la Piazza Mameli, el corazón del pueblo, se encuentra el Museo di Palazzo Taglieschi, ubicado en un palacio renacentista, resultado de la unión de varias casas-torre medievales, antaño propiedad de la familia Taglieschi, una de las más poderosas de la antigua Anghiari, y hoy en día del Estado. El instituto cuenta con una rica colección de obras de arte, mobiliario, objetos históricos y hallazgos arqueológicos. Estos objetos ofrecen una visión en profundidad de la vida cotidiana, las tradiciones y la producción artística que caracterizaron Anghiari y la Valtiberina a lo largo del tiempo. Entre las obras expuestas se encuentran pinturas, esculturas y objetos artísticos que abarcan desde la época medieval hasta el Renacimiento. Las piezas expuestas en las salas del palacio dan testimonio del importante papel cultural que Anghiari desempeñó a lo largo de los siglos y de la riqueza artística producida en este contexto: hay una obra maestra de Jacopo della Quercia, la Virgen en madera policromada, considerada en cierto modo un símbolo del museo, y luego la Natividad del taller de Andrea della Robbia, el órgano de mesa positivo de la primera mitad del siglo XVI, pinturas de los más ilustres exponentes de la Toscana del siglo XVII como Jacopo Vignali, Matteo Rosselli y Giovanni Antonio Sogliani. También hay una rica colección de exvotos (las “Madonnine agghindate”, estatuillas de la Virgen adornadas con encajes) y tarjetas de gloria que atestiguan la fuerte devoción popular que siempre ha caracterizado a la Valtiberina.

3. Museo de la Misericordia

Este instituto pretende dar testimonio del importante papel desempeñado por la Cofradía de la Misericordia en la comunidad local de Anghiari y en la Valtiberina en general. El Museo de la Misericordia de An ghiari ofrece a los visitantes una visión en profundidad de las actividades filantrópicas y sociales de la cofradía, así como una interesante ventana a la historia y la cultura de la región. Se encuentra en el edificio Badia y consta de tres salas, entre ellas el Salone Monumentale, donde aún pueden verse restos de frescos del siglo XV. La Cofradía de la Misericordia de Anghiari tiene raíces muy antiguas, ya que su actividad está documentada desde 1564 (en aquella época se llamaba “Compañía del Espíritu Santo”). Fundada con el objetivo de llevar a cabo actividades caritativas y asistenciales, la Misericordia desempeñó un papel esencial de apoyo a la comunidad en tiempos de necesidad, asistiendo a enfermos, pobres y personas en situaciones difíciles. Se exponen reliquias que documentan las actividades de la Cofradía, entre ellas los antiguos “carros-bettiga”, antepasados de las ambulancias actuales, así como documentos históricos, manuscritos, reliquias y vestimentas.

4. Museo Cívico Madonna del Parto

La Madonna del Parto, obra maestra de Piero della Francesca pintada entre 1455 y 1465, se encuentra en este instituto, el Museo Civico della Madonna del Parto, situado en la antigua escuela de Monterchi, especialmente renovada para albergar el precioso fresco desprendido, que se conserva aquí desde 1992, año del quinto centenario de la muerte del pintor. El Museo de la Madonna del Parto está enteramente dedicado a esta obra, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar el contexto histórico, artístico y religioso que rodea al cuadro. A través de paneles precisos y material multimedia (incluida una sala inmersiva que cuenta la historia de Monterchi), el museo ofrece una perspectiva en profundidad de la creación y la historia del fresco. Los Museos Cívicos de Monterchi también incluyen el singular Museo de las Balanzas, que expone una colección de balanzas de diversos periodos históricos: un interesante viaje entre la historia del arte y la vida cotidiana, que ofrece a los visitantes una oportunidad única de explorar un aspecto menos conocido pero fascinante de la historia material de la Valtiberina.

5. Lugar de nacimiento de Miguel Ángel

Miguel Ángel Buonarroti nació el 6 de marzo de 1475 en Caprese, en las montañas de la Valtiberina. La casa en la que nació no es otra que el antiguo Palazzo del Podestà: el padre de Miguel Ángel, Ludovico Buonarroti, miembro de una decadente familia noble florentina, ocupaba de hecho el cargo de podestà de Caprese en la época en que nació su hijo. El Museo Casa Natal de Miguel Ángel Buonarroti consta en realidad de tres edificios: el Palazzo del Podestà, el lugar donde nació el artista, el Palazzo Clusini y la Corte Alta, todos ellos parte del antiguo castillo de Caprese y encerrados entre sus murallas. El museo alberga una colección polifacética: el Palazzo del Podestà permite realizar un viaje a la Toscana de la Edad Media, ya que las salas evocan aquellos tiempos, a pesar de las pesadas obras de restauración del siglo XIX. La sala en la que nació Miguel Ángel alberga también un tríptico del siglo XV, una Virgen con Santos de Giuliano Amidei, con una historia singular, ligada a la de Miguel Ángel. La Corte Alta, por su parte, alberga vaciados en yeso de las obras maestras de Miguel Ángel y una importante colección de escultura de los siglos XIX y XX, con obras de artistas como Antonio Canova, Medardo Rosso, Adriano Cecioni, Vincenzo Gemito, Umberto Boccioni, Emilio Greco, Pericle Fazzini y otros. Por último, el Palacio Clusini alberga la taquilla y la librería del museo, así como salas para eventos y exposiciones temporales. Una visita a la Casa Natal de Miguel Ángel ofrece una oportunidad única para comprender mejor los orígenes y el entorno en el que Miguel Ángel pasó sus primeros años. La modesta casa es testigo de los humildes orígenes de uno de los artistas más brillantes de la historia y ofrece la oportunidad de reflexionar sobre su extraordinario ascenso en el mundo del arte.

6. Museo Cívico de Sansepolcro

El Museo Cívico de Sansepolcro, inaugurado en 1975, es uno de los museos más importantes de la provincia de Arezzo. Está situado en el centro de la pintoresca localidad de Sansepolcro y es famoso por su colección de obras de arte, en particular por albergar algunas de las obras maestras de Piero della Francesca, que nació en Sansepolcro. El Museo Cívico se encuentra en un edificio histórico, de origen medieval pero transformado a lo largo de los siglos: el núcleo es el Palazzo della Residenza, también conocido como Palazzo dei Conservatori del Popolo, sede del poder ejecutivo de la ciudad hasta 1371, año en que Sansepolcro (entonces Borgo San Sepolcro) pasó a manos de la familia Malatesta. Entre los siglos XIV y XV, el edificio se transformó para convertirse en la sede representativa de la familia Malatesta en la ciudad, por lo que se amplió para incorporar el Monte Pío, una de las primeras casas de empeño italianas. El palacio sufrió nuevas reformas en 1456, cuando se renovó la Sala dei Conservatori: es en este periodo cuando el palacio adquiere su forma actual. Entre las obras expuestas se encuentran las dos grandes obras maestras de Piero della Francesca, la Madonna della Misericordia y la Resurrección, flanqueadas por San Ludovico y San Giuliano. El Museo Civico de Sansepolcro también alberga una gran variedad de obras de arte que abarcan diferentes periodos históricos: está, por ejemplo, el Políptico de San Giovanni in Val d’Afra, que en su día albergó el Bautismo de Cristo de Piero della Francesca (hoy en la Galería Nacional), un importante núcleo de obras de Santi di Tito, el San Quintino de Pontormo, y luego obras de Andrea della Robbia, Matteo di Giovanni, Raffaellino del Colle, y una sección con frescos desprendidos y sinopias de iglesias locales, todo lo cual cuenta la historia de la cultura de una ciudad rica en arte.

7. Museo Aboca

Aboca es una conocida empresa especializada en la producción de hierbas medicinales, con sede en Sansepolcro. El MuseoAboca, situado en el centro de Sansepolcro, es una estructura que destaca por su dedicación a la historia de la fitoterapia y la cultura de las plantas medicinales. El museo forma parte del complejo Aboca, una empresa italiana. El Museo Aboca pretende difundir el conocimiento y la cultura de las hierbas medicinales, explorando su historia, sus usos tradicionales y sus aplicaciones contemporáneas. La misión del museo es promover un estilo de vida saludable, destacando la relación entre naturaleza y salud. El instituto ofrece una atractiva experiencia museística, articulada a través de diferentes secciones temáticas. Las exposiciones incluyen información sobre la historia de la fitoterapia, los métodos de cultivo de las hierbas medicinales y las técnicas de extracción utilizadas a lo largo de los siglos. Las secciones incluyen el recorrido sobre la relación entre el hombre y las plantas, con herbarios antiguos, libros de botánica farmacéutica, morteros, cerámica, cristalería; la Experiencia Aboca, un recorrido interactivo que cuenta la historia y los valores de la empresa a través de instalaciones multimedia; la Biblioteca Antiqua, que recoge textos sobre la historia de las hierbas medicinales (incluido un ejemplar original del herbarium Plantae Selectae, un importante volumen del siglo XVIII sobre flores exóticas); el Museo Escape Aboca, una sala de escape que también añade un momento lúdico.

8. Casa de Piero della Francesca

La Casa de Piero della Francesca es uno de los lugares más significativos vinculados a la vida y obra del gran pintor renacentista. Piero della Francesca nació en 1412 en Sansepolcro, y su casa natal, aunque no conserva su aspecto original, es un edificio cargado de historia. Baste decir que hasta principios del siglo XX albergó una de las obras más famosas del artista, el fresco que representa a Hércules, que luego se desprendió y fue adquirido en 1908 por la coleccionista estadounidense Isabella Stewart Gardner (hoy, de hecho, se conserva en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston). El edificio, en cuyo diseño pudo participar también el artista, fue adquirido por el Estado en 1975, y posteriormente restaurado por la Superintendencia de Arezzo: hoy alberga la Fundación Piero della Francesca. Hoy alberga un itinerario de instalaciones multimedia que dan a conocer al público el arte y las innovaciones introducidas por Piero della Francesca. Tampoco faltan las exposiciones temporales destinadas a difundir el conocimiento de este gran artista. La Fundación también cuenta con una rica biblioteca que contiene numerosas publicaciones dedicadas a Piero della Francesca.

9. Museo del Pequeño Diario

Fundado en 2013 y situado en el centro de Pieve Santo Stefano, conserva miles de autobiografías, diarios (Pieve Santo Stefano también es conocida como la “ciudad del diario”), cartas, documentos privados y material del Archivo Nacional de Diarios. El Archivo consta de unos 10.000 documentos, una selección de los cuales, los considerados más significativos o más evocadores, pasaron a formar parte del Pequeño Museo del Diario. La creación de este museo parte de la idea de que dar espacio a los recuerdos privados y a las historias personales significa contar, de forma más general, la historia universal de nuestro país, que, según explica el museo, “encuentra aquí su identidad más pura, cotidiana, franca y honesta”. Entre las obras más relevantes están el “Lenzuolo di Clelia Marchi”, en el que su propietaria, Clelia Marchi, campesina de la zona de Mantua, escribió su autobiografía tras la muerte de su marido, y luego “Terra Matta”, de Vincenzo Rabito, singular autobiografía de este escritor semianalfabeto (publicada póstumamente, en 2007, por Einaudi), la sala de cajones digitales que, al abrirse, revelan unos textos con aparato multimedia.

10. Museo del Valle del Marecchia toscano

Se encuentra en el municipio de Badia Tedalda, más allá del Alpe della Luna. Fundado en 2014, el Museo del Alto Valle del Marecchia Toscana se creó para preservar las evidencias artísticas y culturales del territorio de la Alta Valmarecchia, una porción de la Toscana que se encuentra cerca de la frontera con Romaña. El museo alberga una colección básica de hallazgos arqueológicos, mineralógicos y fósiles, un lapidario con materiales procedentes en su mayoría de la antigua iglesia de San Michele Arcangelo (entre los hallazgos más importantes se encuentra un festón que adornaba un importante un festón que adornaba el portal de la iglesia y una rara luneta con un busto de la Virgen, llamada “lombarda” por el gusto de la representación, pero que en realidad data del siglo XII), y luego un recorrido por el siglo XX con un enfoque detallado en la línea gótica, que pasaba justo por estas partes. El Museo alberga también el Centro de Interpretación del Parque Natural del Alpe della Luna, principal punto de referencia para conocer todas las particularidades de este espléndido parque natural.

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