Los lugares de la emperatriz Sisi: un itinerario tras sus huellas en Viena

Duquesa de Baviera y más tarde Emperatriz de Austria, la historia de Elisabeth Amalia Eugenia de Wittelsbach, más conocida como Sisi, ha encantado a niñas y mujeres de todas las generaciones, aunque en realidad su existencia no fuera tan feliz junto a su apuesto Francisco José, conocido como Franz. Lo suyo fue un amor a primera vista, pero la vida conyugal imperial no fue la más feliz: él estaba siempre ocupado con los asuntos de Estado, ella amaba la naturaleza y los largos paseos con sus caballos, la lectura y los viajes, pero sobre todo la libertad; la joven Isabel, convertida en emperatriz con sólo dieciséis años, se sentía prisionera de la etiqueta de la corte de Viena y de la relación poco serena con su suegra. También tuvo que hacer frente primero a la muerte de su hija mayor y luego al suicidio de su hijo Rodolfo; después cayó en la depresión, ya probada por su enfermedad pulmonar. Y finalmente su trágica muerte, su asesinato, quizá sólo por casualidad. A su historia se han dedicado películas, dibujos animados, dramas televisivos y recientemente incluso una serie de Netflix, pero sin duda la fascinación por este controvertido e infeliz personaje femenino estalló con la famosa interpretación de Romy Schneider como la joven emperatriz en la trilogía iniciada en 1955. Parece que el nombre Sissi escrito con doble S proviene de esta trilogía: sería más correcto escribir Sisi.

Hay muchos lugares en Viena que cuentan la historia de Sissi, empezando por el Palacio de Schönbrunn, a las afueras del centro de la capital austriaca. Aquí, en uno de los edificios más bellos de Austria, vivieron Sisi y el emperador Francisco José. Antigua residencia de verano de los Habsburgo, el palacio cuenta con 1.441 habitaciones de estilo rococó, aunque son unas cuarenta y cinco las que se pueden visitar. Puede optar por visitar todas las estancias del piano nobile o concentrarse sólo en el recorrido imperial, es decir, los pisos de Francisco y Sisi: Las estancias más bellas de este recorrido son la Sala de Billar, que conduce a los apartamentos privados del Emperador, la Sala del Nogal, utilizada por el Emperador como sala de audiencias, su Studiolo, la Sala Ketterl, donde vivía Eugen Ketterl, ayuda de cámara personal de Francisco José, y el Dormitorio Imperial, amueblado en estilo rococó para la boda de Francisco y Sisi en 1854. Las habitaciones de Sisi incluyen la Sala de la Escalera, donde la emperatriz escribía cartas y leía, el Vestidor y Dormitorio, y el Salón de Recepciones. También están el comedor reservado a la pareja imperial y sus hijos, la Sala de los Espejos y la Gran Galería. Desde 1996, el Castillo y el Parque están inscritos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO: además del parque con sus espléndidas fuentes, merece la pena visitar el Invernadero, el Museo de Carruajes Imperiales, donde también se guardan las ropas y objetos personales de la emperatriz, y el zoo, que es el más antiguo del mundo.

ElHofburg fue también la residencia imperial de Viena y está considerado uno de los mayores complejos residenciales del mundo, con sus dieciocho alas, diecinueve patios y dos mil seiscientas habitaciones. Aquí se pueden visitar los Apartamentos Imperiales, las habitaciones privadas y oficiales de la pareja, sus hijos y toda la corte, amuebladas en estilo rococó con decoraciones de estuco, arañas de cristal de Bohemia y estufas de azulejos. Entre las estancias más fascinantes de la visita se encuentran el comedor, el aseo de Sisi y la sala de gimnasia. En el interior de los Apartamentos Imperiales de Hofburg se encuentra el Museo de Sisi, en el que se narra la vida de la emperatriz a través de la reproducción de su entorno vital y su rebeldía contra la vida cortesana, de la que encontraba consuelo en los viajes, la lectura y el deporte. Se exponen más de trescientas piezas, entre ellas vestidos originales, una caja de colores para acuarelas, un escritorio en miniatura; así como el arpa que Isabel tocaba de niña en Baviera y reconstrucciones del vestido que llevó la víspera de su boda y del que lució en su coronación húngara. También se puede ver la máscara funeraria de la emperatriz asesinada y el abrigo negro de plumas de garza con el que se cubrió la emperatriz tras el intento de asesinato en el lago Leman. No muy lejos del Hofburg, en el Kohlmarkt, se encuentra todavía la confitería donde Sisi tomaba sus queridas violetas confitadas y su helado de violeta al que no podía resistirse.

En la reserva natural de Lainzer Tiergarten, en cambio, está Villa Hermes, el edificio tardorromántico que el emperador donó a Sisi para que se quedara en Viena más tiempo y con más ganas. El pequeño castillo fue construido por Carl von Hasenauer, el arquitecto de la Ringstrasse, entre 1882 y 18866, y debe su nombre a la estatua de Hermes colocada en el jardín. En el interior, en la primera planta, una exposición cuenta la historia del edificio y de sus habitantes, entre ellos Franz y Sisi, a través de numerosos objetos personales y muebles originales.

Para visitar el lugar donde se casó la pareja, hay que ir a la Iglesia de los Agustinos. Con motivo de la boda, el barón Carl Freiherr von Sothen mandó construir en la colina Am Himmel, en el distrito XIX, la capilla Sisi, el primer edificio neogótico de Viena diseñado por el arquitecto Johann A. Garben. La capilla, rodeada de jardines ingleses, debía conmemorar el acontecimiento histórico, pero también servir como futuro lugar de enterramiento del mecenas y su esposa Franziska.

Las tumbas de Francisco José y Sisi, por su parte, se encuentran en la Cripta de los Emperadores, bajo la Iglesia de los Capuchinos, donde han sido enterrados casi 150 soberanos Habsburgo desde 1633. El último emperador enterrado aquí fue el propio Francisco José en 1916. Además de Sisi, también está enterrado aquí el príncipe heredero Rodolfo, que se suicidó.

También hay un monumento dedicado a la emperatriz: fue creado en mármol por el arquitecto Friedrich Ohmann y se alza en el Volksgarten, el parque que bordea la Ringstrasse conocido por su gran variedad de rosas. A la inolvidable emperatriz Isabel, el pueblo austriaco erigió este monumento en 1907 con amor y lealtad inquebrantables", reza la inscripción en la base del monumento. El arquitecto la representó sentada, en el centro de un escenario arquitectónico. Antes de su realización se convocaron dos concursos, en los que participaron unos setenta diseños, y una vez elegido el de Ohmann, fuera de concurso, el debate se centró en su ubicación. Finalmente fue el propio Franz quien se decidió por ella, momento en el que el arquitecto también diseñó esa parte del Volksgarten.

Por último, el Museo del Mueble, situado en la Andreasgasse del distrito VII, alberga la exposición permanente Sissi im Film, con reconstrucciones de decorados y vestuario de la trilogía de Romy Schneider dedicada a la emperatriz. También hay fotos de decorados, programas de teatro y fragmentos de películas. Una curiosidad: ni el palacio de Schönbrunn ni el Hofburg pudieron utilizarse para el rodaje interior de las películas. Las escenas se rodaron en su mayor parte en los Rosenhugelstudios de Viena, con mobiliario de época procedente de la amplia colección del Museo del Mueble.

El recorrido tras las huellas de Sisi puede concluir a quince kilómetros de Viena, en el castillo de Laxenburg, durante siglos la residencia de verano favorita de la familia imperial. Aquí, y en particular en el castillo de Franzensburg, inaugurado en 1801 y construido sobre una isla artificial en el lago a imitación de un edificio medieval, Sisi pasó su luna de miel tras su suntuoso matrimonio con el emperador Francisco José, y fue aquí donde también se dio el gusto de dar largos paseos por los bosques del castillo.

Para más información sobre los lugares de Sisi, visite austria.info

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