España, 5 destinos alejados del turismo de masas que hay que probar


No sólo Ibiza y Barcelona: he aquí 5 destinos de España fuera de los circuitos habituales del turismo de masas. ¿Los conocía?

Ibiza, Formentera, Barcelona, Lloret de Mar, la Costa del Sol... son sólo algunos de los destinos turísticos más populares de España. Y, por supuesto, suelen estar superpoblados en verano, debido al turismo de masas que durante mucho tiempo ha favorecido a estos destinos. Sin embargo, España está aplicando políticas de distribución de flujos, para aliviar la presión sobre sus destinos más populares y también para que los viajeros descubran algunos lugares menos conocidos y más tranquilos, pero no por ello menos interesantes del país.

De los bellos paisajes de Asturias a la tranquilidad de Castilla, de la región fronteriza de Extremadura al frescor de los Pirineos, he aquí cinco sugerencias para evitar el turismo de masas, sugeridas directamente por Turespaña, la oficina española de turismo: destinos poco conocidos, pero que si está planeando unas vacaciones en España, ¡sin duda merece la pena tener en cuenta!



1. La Graciosa

Es la octava isla más grande de Canarias y un verdadero refugio para los que buscan paz, silencio y un auténtico contacto con la naturaleza. Con sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, la isla destaca por la ausencia de asfalto y contaminación, ofreciendo una experiencia única y virgen a sus poco más de 700 habitantes. Un destino, por tanto, que hay que visitar con mucho respeto, para no invadir esta perla aún desconocida para el turismo de masas. Como el resto del archipiélago, La Graciosa goza de un clima suave y agradable durante todo el año, lo que la convierte en un destino ideal en cualquier estación para explorar su fascinante paisaje volcánico y relajarse en sus hermosas playas. Con sus 29 kilómetros cuadrados de territorio protegido, la isla es parte integrante del Parque Natural del Archipiélago Chinijo, que cuenta con la mayor reserva marina de Europa. La isla es perfecta para recorrerla en bicicleta o a pie, gracias a cuatro itinerarios bien señalizados. Entre los principales atractivos de La Graciosa se encuentran sus hermosas playas, que cautivan al visitante por su belleza virgen y sus vivos contrastes. Playas de fina arena blanca y dorada o de roca volcánica, de aguas tranquilas ideales para la práctica del buceo de superficie, junto a tramos de oleaje más vigoroso aptos para el baño, pero con las debidas precauciones. Playas como La Cocina, Las Conchas y La Lambra se encuentran entre las más concurridas, junto con las más populares La Francesa y La Laja, ideales para familias. En La Graciosa es posible practicar submarinismo y realizar excursiones en catamarán, a menudo acompañadas de un almuerzo con especialidades locales. La cocina de la isla se basa en el pescado fresco, normalmente acompañado de “papas arrugadas” y “mojo”, platos tradicionales canarios. A la isla se llega en media hora en ferry desde Lanzarote, con conexiones regulares entre Órzola y Caleta de Sebo. En la isla, uno puede desplazarse a pie, en bicicleta o en taxi 4x4, ya que las carreteras sin asfaltar limitan la circulación de vehículos. Sin embargo, es fácil llegar a los principales puntos de interés a pie o en bicicleta, lo que garantiza una experiencia auténtica y respetuosa con el entorno natural.

La Graciosa, Caleta de Sebo
La Graciosa, Caleta de Sebo. Foto: Turespaña
La Graciosa, Playa de las Conchas
La Graciosa, Playa de las Conchas. Foto: Turespaña

2. Huesca y los Pirineos

Los amantes de la montaña no pueden descuidar los Pirineos, quizá haciendo base en Huesca, situada no muy lejos de la cordillera que divide España de Francia. Los Pirineos son, por su parte, un destino ideal para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre. Las montañas ofrecen numerosas rutas de senderismo que varían en dificultad y duración, aptas para todos aquellos que disfrutan con el trekking y el senderismo. Puede recorrer los senderos de las cascadas de Aigualluts, situadas en Benasque, o pasear por el camino natural de la cuenca de Lanuza, en Sallent de Gállego. Los Pirineos son famosos por sus rutas paisajísticas, ideales para admirar la belleza natural de España. También está el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, especialmente conocido por sus espectaculares paisajes y rutas de senderismo. Los senderos pirenaicos también son ideales para la bicicleta de montaña, con rutas aptas para todos los niveles. Sin olvidar la posibilidad de practicar rafting y kayak en los ríos de la región, como el Ara o el Ésera. Una de las experiencias más emocionantes es el barranquismo, con descensos por espectaculares gargantas como las de Viandico o Gloces. Aquí podrá divertirse en toboganes naturales y refrescarse en pozas de agua cristalina, una opción ideal para disfrutar de los Pirineos en épocas sin nieve. Para quienes deseen algo más tranquilo, se sugiere una visita a los pintorescos pueblos del Pirineo aragonés. Estos lugares son perfectos para respirar aire puro y disfrutar de la serenidad de la alta montaña. Aínsa, villa medieval de la comarca de Sobrarbe, conquistará a todos por su encanto histórico. Alquézar, situada en el Somontano de Barbastro, es otra joya que merece la pena descubrir, junto con Hecho, famosa por su arquitectura tradicional. En Huesca, visite la Catedral gótica, el Monasterio de San Pedro el Viejo y en las inmediaciones el Castillo de Montearagón con sus espectaculares ruinas. Y si va a la ciudad en agosto, no se pierda las Fiestas de San Lorenzo, uno de los festejos populares más importantes de la zona.

Los Pirineos
Los Pirineos. Foto: Turespaña
Alquézar
Alquézar. Foto: Turespaña

3. La provincia de Zamora

La provincia de Zamora, situada en la comunidad de Castilla y León, ofrece una gran variedad de atractivos que la convierten en un destino ideal, especialmente en verano. Con sus espectaculares paisajes naturales y su rico patrimonio histórico y cultural, Zamora promete experiencias inolvidables para todo tipo de visitantes. Se puede empezar por la ciudad de Zamora, famosa por su arquitectura románica, un destino perfecto para los amantes del arte medieval: iglesias y edificios históricos cuentan con sus piedras la historia de la región. Además, la gastronomía zamorana es otro de los atractivos imprescindibles. Entre las especialidades locales destacan el queso de Zamora, elaborado con leche de oveja y de sabor intenso, y el solomillo de Aliste, una carne de vacuno de gran calidad. Saborear estos platos en uno de los muchos restaurantes tradicionales de la provincia es una experiencia que no debe perderse. Zamora está atravesada por la famosa Vía de la Plata, una antigua ruta romana que unía el sur y el norte de España. Este itinerario cultural puede recorrerse a pie o en bicicleta, sumergiéndose en la historia y la naturaleza de la región. Saliendo de la ciudad, las localidades de Toro y Benavente merecen una visita por su patrimonio artístico y arquitectónico. Toro, en particular, es conocida por su Colegiata de Santa María la Mayor, una magnífica iglesia románica. Para los amantes del aire libre, una de las joyas naturales de Zamora es el Parque Natural del Lago de Sanabria, el mayor lago glaciar de la Península Ibérica. Durante el verano, este parque se presta al senderismo, con senderos que atraviesan frondosos bosques y conducen a impresionantes miradores. El frescor del lago y la belleza de la vegetación que lo rodea constituyen un refugio ideal contra el calor estival.

Toro
Toro. Foto: Turespaña
El Lago de Sanabria
El lago de Sanabria. Foto: Turespaña

4. La comarca de La Vera

La comarca de La Vera, situada en la provincia de Cáceres, es un rincón encantado de España, rico en tradiciones, belleza arquitectónica e impresionantes paisajes naturales. Pasear por sus diecinueve municipios es como sumergirse en el pasado, gracias a los numerosos testimonios históricos y culturales que caracterizan a esta comarca. La principal población es Jaraíz de la Vera, con casi 7.000 habitantes. Entre los pueblos que merece la pena ver están Pasarón de La Vera, que posee un encantador casco histórico con la iglesia parroquial de El Salvador, Valverde de la Vera, con sus animadas plazas y rincones pintorescos e históricos como la Fuente de los Cuatro Caños y la Plaza del Rollo, lugares que conservan el encanto de épocas pasadas, o Villanueva de la Vera, distinguida por sus calles repletas de edificios de madera, ladrillo y piedra, y Garganta la Olla, conocida por su bella arquitectura de madera y sus casas señoriales bien conservadas, así como por edificios históricos que ofrecen una visión auténtica de la vida rural en el pasado. También merece la pena visitar Cuacos de Yuste, famosa por sus tres plazas: la Plaza Juan de Austria, la Plaza de España y la Plaza de los Chorros, cada una con su propio ambiente único y encantador. El Monasterio de Yuste, donde pasó sus últimos años el emperador Carlos V, es una visita obligada por su importancia histórica y su belleza arquitectónica. Pero también hay lugares para los amantes de la naturaleza: la Garganta de Cuartos y la Garganta de Alardos ofrecen piscinas naturales perfectas para un baño regenerador, la Garganta Mayor en Garganta la Olla, con sus piscinas naturales, es un verdadero espectáculo de la naturaleza, mientras que el Paraje de las Olla en Cuacos de Yuste destaca por sus formaciones rocosas esculpidas por el tiempo y su puente romano, todo ello enmarcado en un paisaje apto para el descanso en plena naturaleza. La gastronomía de la comarca de La Vera es otro motivo para enamorarse de este lugar. El pimentón de La Vera, un pimentón ahumado de sabor único, es el protagonista de muchos platos tradicionales. Entre las especialidades locales destacan las migas, un plato rústico elaborado con pan duro, chorizo y pimientos. Los quesos locales, como el Queso de La Vera, y los vinos de la zona son también delicias que hay que probar. La cocina de La Vera, rica en sabores intensos e ingredientes autóctonos, ofrece una experiencia culinaria que complementa a la perfección el descubrimiento de esta bella comarca.

Villanueva de la Vera
Villanueva de la Vera. Foto: Turespaña
El monasterio de Yuste
El monasterio de Yuste. Foto: Turespaña

5. Los pueblos marineros de Asturias

La zona oriental de Asturias, con pueblos marineros como Ribadesella, Llanes, Lastres y Tazones, es un destino ideal para quienes buscan una experiencia auténtica que combine naturaleza, historia y cultura. Ribadesella es un pintoresco pueblo enmarcado entre los majestuosos Picos de Europa y el mar Cantábrico. Es especialmente famoso entre los aficionados a las vacaciones de aventura, ya que aquí se practica el impresionante descenso en canoa por el río Sella. Este evento, que culmina en un festival internacional en agosto, ofrece una experiencia única que mezcla deporte, naturaleza y gastronomía local. Otras atracciones ineludibles son la Cueva de Tito Bustillo, un yacimiento arqueológico de gran importancia, con pinturas rupestres que datan del Paleolítico, y el Belvedere de Guía, con espectaculares vistas panorámicas de la ciudad y la costa. A sólo treinta kilómetros de Ribadesella se encuentra Llanes, localidad que recibe al visitante con sus enormes cubos de colores, escolleras creadas por el artista Agustín Ibarrola. El casco histórico de Llanes, inmortalizado en una veintena de películas, invita a descubrir rutas de cine y mar. Las playas y el litoral que rodean el municipio son ideales para pasear y relajarse. No lejos de Llanes, en el municipio de Colunga, se encuentra el pintoresco pueblo de Lastres. Este pueblo, reconocido oficialmente como uno de los más bellos de España, es conocido por su belleza natural y por el título de “Pueblo Ejemplar de Asturias” otorgado en 2010 por la Fundación Princesa de Asturias. Históricamente dedicado a la pesca de ballenas y a la defensa contra las invasiones, Lastres alberga también el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA), una estructura en forma de gran huella de dinosaurio tridáctilo que ofrece una exposición didáctica sobre la historia de la Tierra y sus habitantes prehistóricos. Por último, Tazones es una villa marinera situada en el corazón de la Comarca de la Sidra del Principado de Asturias. Visitar Tazones es un viaje sensorial, gracias al contraste entre el azul del mar Cantábrico, el verde de las colinas asturianas y el colorido de las casas de los pescadores. Los restaurantes locales ofrecen delicias de pescado y marisco, acompañadas por la brisa marina y el canto de las gaviotas que siguen a los pescadores que regresan a puerto.

Lastres
Lastres. Foto: Turespaña
Ribadesella
Ribadesella. Foto: Turespaña

España, 5 destinos alejados del turismo de masas que hay que probar
España, 5 destinos alejados del turismo de masas que hay que probar


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