Descubrir a Marco Palmezzano y Luca Longhi, maestros del Renacimiento en Romaña


Tras la pista de dos maestros del Renacimiento en Romaña: Marco Palmezzano y Luca Longhi. Un itinerario para descubrir sus obras a través de iglesias, pinacotecas y pueblos, entre paisajes evocadores y obras de extraordinaria belleza.

El Renacimiento italiano dejó huellas profundas e indelebles en la cultura y el arte de Romaña, una tierra capaz de combinar la tradición local con influencias nacionales e internacionales. Entre los protagonistas de esta temporada artística, Marco Palmezzano y Luca Longhi destacan por su capacidad para innovar y reinterpretar el lenguaje pictórico de la época. Siguiendo sus pasos, este itinerario serpentea por iglesias, pinacotecas y pueblos, entre paisajes evocadores y obras de extraordinaria belleza.

Marco Palmezzano (Forlì, c. 1459 - 1539) es una figura central del Renacimiento romañolo. Seguidor de Melozzo da Forlì, supo desarrollar su propia identidad artística, combinando la habilidad de su maestro en la perspectiva con influencias de las escuelas umbro-romana y véneta. Palmezzano dejó una obra extraordinaria, compuesta por retablos, retratos y decoraciones arquitectónicas. Su producción, repartida entre Romaña, Las Marcas y el Véneto, es un ejemplo perfecto de síntesis de tradición local e innovación estilística.



Sus retablos, como el de la Anunciación conservado en el Museo San Domenico de Forlì, muestran una notable sensibilidad para la representación espacial y la interacción entre las figuras humanas y el paisaje. A lo largo de su carrera, Palmezzano creó composiciones solemnes y armoniosas, a menudo integradas con elementos arquitectónicos que amplifican la profundidad de perspectiva de sus obras.

Dozza

El pueblo medieval de Dozza alberga la Virgen con el Niño entronizado entre San Juan Bautista y Santa Margarita, de Marco Palmezzano, en la iglesia de Santa Maria Assunta. La obra representa a la Virgen sentada en un trono en el centro de la escena, con un vestido rojo y un manto azul, mientras sostiene al Niño en su regazo. A su derecha, Santa Margarita, con túnica azul y manto rosa. A su izquierda aparece San Juan Bautista, vestido de marrón y sosteniendo una cruz envuelta con una cinta blanca en la que está escrito. Al fondo hay un paisaje, mientras que en primer plano se aprecia un suelo de mármol policromado. Esta obra de gran valor artístico se encontraba originalmente en una sala de la sacristía y, antes, probablemente insertada en un retablo. Se cree que la pintura se realizó a petición de un feligrés, como sugiere la dedicatoria a G. Bernardi. De los registros Estimi conservados en el Archivo Histórico Municipal de Dozza se desprende que Bernardi fue uno de los principales terratenientes entre 1450 y 1490. Es plausible que encargara la obra para la iglesia de su parroquia como muestra de devoción religiosa a la Virgen y a San Juan.

Brisighella

Iglesia de Santa Maria degli Angeli

En Brisighella, un pueblo enclavado en las colinas de los Apeninos romañeses, la iglesia de Santa Maria degli Angeli o dell’Osservanza alberga una de las obras maestras de Marco Palmezzano: la Virgen con el Niño entronizada entre tres ángeles y cuatro santos (1520). Este retablo, firmado y fechado, es un ejemplo perfecto de la Sagrada Conversación: en el centro de una rigurosa simetría se encuentra la Virgen sentada en un trono ricamente decorado con grotescos. Dos ángeles levantan las cortinas de un dosel, creando un efecto escenográfico que confiere a la Virgen un aura de realeza. A su alrededor, los santos dispuestos simétricamente están representados en actitudes cotidianas: San Francisco lee un libro, San Antonio Abad se apoya en su bastón, mientras que San Jerónimo se golpea el pecho con una piedra. Cada figura se caracteriza por detalles minuciosos, como la brillante armadura probablemente de San Jorge o los estigmas de San Francisco, que subrayan la capacidad narrativa de Palmezzano. El paisaje del fondo, con sus colinas y vistas abiertas, crea una sensación de profundidad que amplifica el efecto tridimensional de la escena.

El luneto de la obra El Padre Eterno de Marco Palmezzano representa a Dios Padre, descrito como un anciano de barba blanca dividida en dos mechones, en actitud de bendecir. La figura está rodeada por una multitud de querubines y, con los brazos extendidos, adopta una forma triangular que simboliza la Trinidad, recordada también por el gesto de la mano que bendice con tres dedos levantados. Esta tabla, limpiada en 1957 y presentada en Forlì durante una exposición dedicada al célebre pintor de Forlì, fue sometida recientemente a una nueva restauración. En 2004, se colocó de nuevo en su posición original.

Colegiata de San Michele Arcangelo

También en Brisighella, la Colegiata de San Michele Arcangelo alberga la Adoración de los Magos de Palmezzano, una obra que se caracteriza por su equilibrio compositivo, la elegancia de las actitudes de los personajes, la precisión de los detalles y la suntuosidad y riqueza decorativa. El retablo fue encargado en 1514 por la familia Naldi, capitanes de fortuna, y se distingue por su equilibrio compositivo y su vivacidad cromática.

En el centro de la escena se encuentra la Virgen, sentada de frente sobre un peñasco, con el Niño Jesús en su regazo. Frente a ella, arrodillado, uno de los Magos, identificado como Gaspar, un anciano de pelo blanco y larga barba, besa el pie del Niño y le ofrece una arqueta de oro. Sobre el cofre hay una cartela con la firma y la fecha del autor: “Marchus Palmizanus pictor foroliviensis faciebat MCCCCCXIIII”. El Niño Jesús dirige una mirada de bendición hacia los otros dos Magos, Baltasar y Melchor, este último representado, contrariamente a la tradición, sin rasgos africanos. A la izquierda de la composición se distingue a San José, un anciano ligeramente encorvado que se apoya en un bastón. Detrás de ellos se alzan las columnas de mármol de un suntuoso edificio, mientras que al fondo se despliega un paisaje lleno de vida: colinas, castillos, montañas escarpadas y valles animados por guerreros a pie y a caballo, así como caravanas de camellos que avanzan en procesión.

Superpuesta a la tabla está la luneta, con la disputa de Jesús entre los doctores, de medio cuerpo. La escena está dominada por el niño Jesús, con los brazos extendidos, vestido con una túnica roja y un manto verde.

Faenza: Pinacoteca Municipal

La Pinacoteca Comunale (Pinacoteca Municipal) de Faenza es una visita obligada para quien desee conocer mejor la obra de Palmezzano. Entre las obras más importantes de la colección se encuentra la Virgen con el Niño entronizado entre San Miguel Arcángel y Santiago el Menor (1497), con el Padre Eterno y querubines en el luneto. Se trata de uno de los logros más altos de la actividad temprana de Palmezzano, donde la influencia de su maestro Melozzo se funde constantemente con las experiencias de la escuela veneciana. Los santos laterales, San Miguel y Santiago el Menor, están representados con una elegancia que refleja la influencia de la pintura veneciana. El paisaje del fondo está poblado de escenas simbólicas y se caracteriza por una minuciosa descripción naturalista.

Otras obras maestras que alberga son los paneles que representan a San Agustín y al Arcángel Rafael, sin duda dos fragmentos de un mismo políptico, donde el santo aparece de pie, con una mitra blanca decorada con gemas preciosas engastadas en oro. Lleva una capa roja adornada con detalles dorados sobre una túnica oscura y está concentrado en la lectura de un libro que sostiene en una mano, mientras con la otra sujeta el báculo. Y el arcángel Rafael está representado junto al joven Tobías, retratado a una edad más temprana que en la narración bíblica. La composición muestra la influencia de la pintura veneciana, en particular la de Giovanni Bellini, reconocible en la suavidad de la pincelada, la elección de tonos de color armoniosos y el uso de una luz cálida. Estos elementos atestiguan una fase madura y bien definida del estilo artístico de Marco Palmezzano. También hay cuatro paneles con santos, probablemente fragmentos de un retablo, del que no se conoce ni el comitente ni datos históricos antiguos, y un Cristo que lleva la cruz.

Castrocaro Terme: Iglesia de los Santos Nicolás y Francisco

En Castrocaro Terme, ciudad famosa por sus baños termales, en la Iglesia de los Santos Nicolás y Francisco, que data de 1398 pero fue renovada en 1520, se encuentra la Santísima Virgen con los Santos Agustín y Antonio de Padua, pintada en 1500 por Marco Palmezzano. La Virgen, entronizada mientras amamanta al Niño, domina la escena con una expresión serena y maternal. A su lado, los santos Agustín y Antonio de Padua: el primero, vestido de obispo con la mitra en la cabeza, sostiene un voluminoso libro en la mano izquierda y un bastón pastoral en la derecha; el segundo viste hábito franciscano y sostiene un libro rojo cerrado en la mano.

Marco Palmezzano, Virgen en trono amamantando al Niño entre los santos Antonio de Padua y Agustín (Castrocaro Terme, Iglesia de los Santos Nicolás y Francisco)
Marco Palmezzano, Madonna entronizada amamantando al Niño entre los santos Antonio de Padua y Agustín (Castrocaro Terme, iglesia de los santos Nicolás y Francisco)

Forlì

Forlì, ciudad natal de Marco Palmezzano, es el eje del itinerario renacentista en Romaña. Sus iglesias y museos albergan una extraordinaria colección de obras del artista.

Museo y Pinacoteca Municipal de San Domenico

El Museo de San Domenico es un tesoro del Renacimiento. Entre las obras maestras de Palmezzano se encuentran La Anunciación (1495-1497), que el artista pintó tras su viaje a Venecia para la iglesia del Carmine, y el fresco que representa el Crucifijo, la Virgen y los santos Francisco, Clara, Juan Evangelista y Magdalena, pintado hacia 1492 en la pared del fondo del ábside de la iglesia anexa al convento femenino de Santa Maria della Torre en Forlì. Esta obra es de crucial importancia para comprender el desarrollo artístico de Palmezzano, ya que refleja el estilo y las influencias de su primera etapa. El fresco no sólo es una obra maestra significativa en la producción del artista, sino que también representa el único ejemplo conocido de su trabajo en el campo de la pintura al fresco. También están la Glorificazione di sant’Antonio Abate in trono fra i santiGiovanni Battista e Sebastiano" (Retablo de Ostoli), pintada entre 1496-97, La Comunione degli Apostoli pintada en 1506 para el altar mayor de la catedral de Forlì e inaugurada con ocasión de la visita del papa Julio II a la ciudad (9-17 de octubre de 1506), y la pequeña Anunciación.

La Pinacoteca también alberga obras de Luca Longhi, como el Retrato de Cesare Hercolani, famoso capitán de Forlì, y el gran panel con la Virgen con el Niño, Santa Catalina y Santa Úrsula con las Vírgenes.

Paseando por las callejuelas del casco antiguo, nos encontramos con la Casa de Palmezzano y la Iglesia de San Biagio, en cuyo interior se conserva el Tríptico del artista, mientras que en la Catedral, en la Capilla de Santa Ana, podemos admirar su San Rocco.

Abadía de San Mercuriale

La Abadía de San Mercuriale es uno de los lugares más significativos de Forlì. Entre las obras de Palmezzano conservadas en su interior destacan el retablo de la Inmaculada Concepción y la Virgen con el Niño con los santos Juan Evangelista y Catalina de Alejandría.

Forlimpopoli: La huella de Longhi

Iglesia de Santa Maria dei Servi

En la iglesia de Santa Maria dei Servi, construida en la segunda mitad del siglo XV, se encuentra la Anunciación pintada por Marco Palmezzano en 1533. A diferencia de las versiones anteriores del mismo tema, esta pintura muestra una mayor simplicidad estilística y un énfasis en el carácter sagrado de la escena más que en los detalles decorativos.

Basílica de San Rufillo

La basílica de San Rufillo alberga dos obras de la primera etapa de Luca Longhi: la Virgen entronizada con el Niño y los santos Valeriano y Lucía y la Virgen entronizada con el Niño y los santos Ruffilo y Antonio de Padua. Estas dos obras fueron encargadas por Antonello Zampeschi, señor de Forlimpopoli, y representan conversaciones sagradas. La Virgen entronizada con el Niño y los santos Valeriano y Lucía es la primera obra conocida del pintor y muestra cómo el artista ya había establecido un esquema compositivo preciso junto con algunos elementos estilísticos fundamentales. En ella se aprecia su inclinación sentimental.

Luca Longhi, Retrato de Cesare Hercolani (Forlì, Pinacoteca Comunale)
Luca Longhi, Retrato de Cesare Hercolani (Forlì, Pinacoteca Comunale)

Cesena: La Pinacoteca Municipal y la Galería de Pinturas Antiguas

Cesena ofrece un rico patrimonio artístico renacentista, bien representado por la Pinacoteca Comunale (abierta previa petición) y la Galleria dei Dipinti Antichi de la Fondazione Cassa di Risparmio di Cesena. Si la Pinacoteca alberga obras de Antonio Aleotti di Argenta, pintor muy próximo al estilo de Marco Palmezzano, es en la Galleria dei Dipinti Antichi, parada imprescindible para quienes deseen conocer mejor el arte renacentista en Romaña, donde se pueden encontrar obras tanto de Palmezzano como de Luca Longhi.

Santarcangelo di Romagna: Los MUSAS

Santarcangelo di Romagna alberga el Museo Arqueológico Histórico (MUSAS), situado en el interior del Palazzo Cenci. Las colecciones del museo incluyen obras que abarcan desde la Edad Media hasta el siglo XIX, con especial atención al Renacimiento de Romaña. Entre las grandes obras maestras que alberga se encuentra un panel del siglo XVI de Luca Longhi.

Rávena

El itinerario finaliza en Rávena, en la Basílica Santuario di Santa Maria in Porto, donde en la nave derecha se puede admirar la Madonna Assunta e santi (Virgen Asunta y santos) de Francesco Longhi, y en el MAR - Museo d’Arte della Città (Museo de Arte de la Ciudad), donde se conserva un importante núcleo de obras de finales del siglo XV a la primera mitad del XVI: Entre ellas, obras de Marco Palmezzano (La Presentación en el Templo, La Natividad, Retrato), pero también de Luca Longhi y de sus hijos Francesco y Barbara, junto con los protagonistas de la temporada rafaelista en Romaña.

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