Una sentencia del Consejo de Estado (número 05213/2020, publicada el 26 de agosto) está destinada a provocar muchas discusiones en el entorno de los guías turísticos, ya que establece inequívocamente que los nuevos guías turísticos no pueden habilitarse sin una ley nacional, de la que actualmente carecen. Primero, sin embargo, los hechos: en abril de 2019, la Ciudad Metropolitana de Reggio Calabria había publicado una convocatoria para nuevos guías turísticos, redactada según las antiguas leyes que preveían la habilitación sobre la base de leyes regionales. La Ley nº 97, de 6 de agosto de 2013, introdujo un estatuto para los guías que trasciende las fronteras regionales (el llamado “guía nacional”), por lo que se consideran superadas todas las normas regionales de acceso a la profesión (y, por tanto, la convocatoria es ilegítima, según el Consejo de Estado).
Una asociación (AGTA - Associazione Guide Turistiche Abilitate - Asociación de Guías Turísticos Cualificados) y un sindicato (UILTUCS) habían recurrido ante el Tribunal Administrativo Regional de Calabria, que había fallado a su favor: a su vez, la Región de Calabria había recurrido ante el Consejo de Estado, que, sin embargo, confirmó la sentencia del Tribunal Administrativo Regional: “la disciplina de las profesiones turísticas”, reza la sentencia, “no está comprendida en la materia ”turismo“, sino en la materia ”profesiones“, con la consecuencia de que el Estado está legitimado para dictar los principios generales sobre la materia; por tanto, afirmó que el fraccionamiento sobre una base regional del acceso a la profesión de guía turístico fue expurgado del ordenamiento por la Ley 6 de agosto de 2013, n. 97 (Ley Europea 2013), que, en su artículo 3, establece cómo la habilitación para la profesión de guía turístico es válida en todo el territorio nacional (equiparando también al ciudadano de la U.E. habilitado en otro Estado miembro)”. De nuevo, dictamina el Tribunal Administrativo Regional, “el resultado es una estructura global que excluye la competencia legislativa autonómica en materia de habilitación para la profesión de guía turístico, sin que pueda oponerse válidamente la condición de inercia del legislador estatal”.
En esencia, el Consejo de Estado ha establecido de hecho que para ser guía turístico se necesitará un examen de Estado, exactamente igual que ocurre con abogados, periodistas y otras categorías profesionales: las regiones, por tanto, ya no podrán autorizar a los guías. El problema, sin embargo, es que no existe una ley nacional y, por lo tanto, en teoría, a falta de ley, las autorizaciones están bloqueadas de facto: una situación que sin duda desanima a los numerosos aspirantes a guías turísticos de toda Italia, y sin duda favorece los abusos. Pero la sentencia podría ser el viático para la ansiada ley nacional que el sector lleva esperando desde 2013.
“No estamos contentos con la situación, ni mucho menos”, comenta Isabella Ruggiero, presidenta de AGTA, que expresa por un lado satisfacción porque la sentencia afirma los principios establecidos en 2013 y por tanto ayuda a poner orden, y por otro preocupación. “Nos encontramos con un vacío legislativo muy grave, en el que las normas autonómicas anteriores están ahora derogadas y faltan otras nuevas de ámbito nacional”, continúa Ruggiero. “Si no se hace urgentemente una ley de reordenación de la profesión (y subrayo, una ley de reordenación, no 20 líneas de un artículo como tirita para poder decir que se ha hecho algo y seguir como hace un año) corremos el riesgo de una desregulación total del sector. Esperamos, sin embargo, que esta sentencia ayude a acelerar las cosas. Estamos dispuestos a colaborar con el Mibact y las Regiones de forma constructiva para llegar por fin a un resultado”.
Ruggiero hizo saber que AGTA quería bloquear la convocatoria no para oponerse a las nuevas habilitaciones (“siempre hemos pedido, en nuestras propuestas al Ministerio -subrayó-, que las convocatorias se realicen cada año o, como máximo, cada dos años, para garantizar el fácil acceso de todos”), sino porque “desde 2013, cuando las habilitaciones, que antes eran provinciales o regionales, se extendieron a todo el territorio nacional, ha habido una falta total de normativa que defina cómo se llega a ser guía: los requisitos para acceder, el tipo de exámenes, etc.”.
“En primer lugar”, explica a modo de conclusión el presidente de AGTA, “es necesario que el Estado dicte las normas sobre la profesión, para que luego se puedan expedir títulos en base a esas normas. En cambio, en los últimos años muchas regiones han seguido haciéndolo, pero sin estar legitimadas para ello, porque en base a decretos desaparecidos. Es más, no sólo algunas regiones han seguido expidiendo licencias, sino que cada una de ellas de la misma manera que antes de la ley de 2013. Así, en los últimos años se han dado miles de licencias entre Toscana, Emilia Romaña, Apulia, Cerdeña, Sicilia y algunas regiones más, con criterios completamente diferentes, aun sabiendo que cada uno de esos guías podría luego ir a ejercer a toda Italia. Así, algunos obtuvieron su licencia superando sólo pruebas, otros sólo un examen oral, otros sólo un curso, otros incluso siguiendo simples visitas guiadas: todo ello a pesar de que el título expedido se considera uniforme en toda Italia. Es como si, para ejercer la profesión de médico, se aceptara que unos hayan aprobado 3 exámenes, otros 10, otros 3 años de curso, y así sucesivamente”.
No puede haber nuevas guías turísticas sin una ley nacional: sentencia del Consejo de Estado |
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