La fragilidad del signo: arte rupestre africano en peligro expuesto en Florencia

El Museo Arqueológico Nacional de Florencia acoge en su segunda planta, hasta el 26 de noviembre, la exposición La fragilità del segno. Arte rupestre de África en los Archivos del Instituto Italiano de Prehistoria y Protohistoria.

Comisariada por Anna Revedin, Luca Bachechi, Andrea De Pascale y Silvia Florindi, del Instituto Italiano de Prehistoria y Protohistoria, en colaboración con el Museo Arqueológico Nacional de Florencia - Polo Museale della Toscana, el objetivo de la iniciativa es dar a conocer y hacer visible la vasta y valiosa documentación científica, fotográfica y documental propiedad del Instituto y relativa a las misiones y estudios sobre el arte rupestre africano realizados por Paolo Graziosi durante sus viajes por África entre 1933 y 1972. La importancia de este material reunido y ahora mostrado al público deriva del hecho de que Graziosi sigue siendo considerado el principal estudioso italiano del arte prehistórico, así como fundador del Instituto Italiano de Prehistoria y Protohistoria. La exposición forma parte, de hecho, de un proyecto más amplio, denominado Arqueología en el desierto y realizado por el IIPP, con la contribución del MIUR y la Fundación CRF, sobre el archivo fotográfico de Paolo Graziosi, propiedad del Instituto. El Archivo, declarado de especial interés histórico por la Dirección Regional del Patrimonio Cultural y Paisajístico de la Toscana, procede del legado de Paolo Graziosi e incluye 10338 imágenes digitalizadas de diapositivas, negativos y positivos fotográficos, así como varias decenas de películas en blanco y negro y en color. Testimonio de estudios sobre prehistoria y protohistoria, investigaciones, excavaciones y conferencias relacionadas, es uno de los fondos documentales más importantes de Italia para los estudios sobre la prehistoria europea y africana.

Las intenciones de la exposición parten de lo que no es otra cosa que el actual panorama geopolítico mundial, que nos lleva, o debería llevarnos, a todos, y no sólo a los comisarios de la exposición, a preguntarnos cuál puede ser el futuro de los testimonios más antiguos y significativos del pasado, sobre todo en aquellas zonas afectadas y atormentadas por guerras e ideologías destructivas, como es hoy Libia, un país muy investigado por Graziosi y hoy inaccesible debido a los continuos conflictos. También habría que preguntarse cómo preservar la memoria de este patrimonio histórico y cultural y qué herramientas se pueden utilizar para sensibilizar y acercar este delicado tema al gran público.

A través de imágenes y películas del archivo fotográfico de Graziosi, la exposición ofrece así testimonio de algunos de los testimonios artísticos más antiguos y extraordinarios de la Humanidad, como los grandes grabados prehistóricos, registrados por Graziosi en territorio libio. El breve recorrido expositivo se divide en tres secciones, instaladas en sólo tres salas (las de la segunda planta del Museo Arqueológico Nacional de Florencia, habitualmente cerradas al público y que, por tanto, encuentran una nueva función expositiva para esta ocasión). La primera sección introduce el tema del Patrimonio Artístico y Documental en Peligro y ofrece una primera información sobre la figura de Paolo Graziosi. La segunda sección, por su parte, profundiza en el tema de la investigación llevada a cabo por Graziosi y ahora realizada por Luca Bachechi en la Etiopía actual. Por último, la tercera sección está dedicada a la proyección de imágenes y películas sobre el arte rupestre y la investigación etnográfica de Graziosi en Libia.

Exposición “La fragilidad del signo”. Imágenes y vídeos proyectados en la tercera sección

Exposición “La fragilidad del signo”. Imágenes y vídeos proyectados en la tercera sección

Exposición “La fragilidad del signo”. Imágenes y vídeos proyectados en la tercera sección

Exposición “La fragilidad del signo”. Imágenes y vídeos proyectados en la tercera sección

Exposición “La fragilidad del signo”. Imágenes y vídeos proyectados en la tercera sección

El tema “Signos en peligro” atraviesa toda la exposición, ya que uno de los sitios estudiados por Paolo Graziosi, el de Tadrart Acacus en Libia, Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1985, fue incluido en julio de 2016 en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro. Por este motivo, se decidió acompañar la exposición con tres paneles didácticos especialmente significativos (uno por sala). Paneles que analizan precisamente el tema del Patrimonio en Peligro, presentándolo (el de la primera sala) y destacando la riqueza y excepcionalidad de esos yacimientos (los otros dos), a cuyo estudio Graziosi ha contribuido de manera importante y fundamental, ya que estos estudios se refieren siempre al análisis de las condiciones geográficas y climáticas de los territorios en los que se produjeron las obras artísticas. Pero también a cómo y en qué medida estas condiciones influyeron en los hábitos y modos de vida del hombre primitivo.

El recorrido de la exposición, aunque forzado en su progresión, ofrece la posibilidad de ver y luego revisar por segunda vez, a la luz de lo que se muestra en la última sala, los documentos y vídeos expuestos en las dos anteriores. Entrando en detalles, la exposición comienza en la primera sala con un vídeo que ilustra la barbarie y la locura destructiva del ISIS contra el patrimonio de inestimable valor histórico, artístico y cultural, destrozado por el “Califato”. Continúa en la segunda con una instalación de vídeos y reproducciones de arte rupestre y de los territorios del Cuerno de África. También dedica una pequeña vitrina a la figura del estudioso Paolo Graziosi, autor también de importantes ensayos sobre el tema del arte rupestre, fruto de sus misiones. La tercera sala no sólo es fascinante y cautivadora desde el punto de vista sensorial, sino que, si se disfruta y observa con calma y curiosidad, resulta ser una verdadera experiencia que deja al espectador un poco más rico, culturalmente hablando, que cuando entró en ella. Las películas, fotografías, reconstrucciones, incluso animadas, de las pinturas rupestres y los yacimientos que las albergan, de las misiones y excavaciones realizadas por Graziosi, de los paisajes y animales que las pueblan, todo ello acompañado de motivos musicales de clara derivación africana, constituyen una hermosa y estimulante experiencia, sí, sensorial, pero también emocional. Al salir de esta última sala, lo que aparece ante nuestros ojos y lo que habíamos visto justo antes, parece distinto, porque es aún más bello, fascinante y, por ello, aún más frágil. Uno se siente obligado a defender esta belleza.

Acompaña a la exposición el catálogo, editado por Andrea De Pascale y Luca Bachechi, con una rica selección de imágenes del archivo Graziosi y una serie de breves ensayos introductorios de sesgo popular, por tanto, aptos para un público no sólo de iniciados, sino potencialmente más amplio. Útiles herramientas didácticas, también para el público extranjero, son los folletos en inglés, que traducen al italiano únicamente los textos de los paneles expuestos en la muestra.

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