Girar el lienzo. Bassano del Grappa exhibe... reverso de las obras


Reseña de la exposición 'Abscondita. Secretos desvelados de obras de arte', en los Musei Civici de Bassano del Grappa hasta el 5 de noviembre de 2018.

Cuando entramos en la sala de un museo, normalmente esperamos ver una serie de cuadros, todos colgados y listos para ser admirados. Sin embargo, nunca pensaríamos que también veríamos el reverso de estas obras. Y precisamente por eso, a primera vista, la exposición Abscondita. Secretos desvelados de las obras de arte deja a uno un poco desconcertado. Acogida en el Museo Civico de Bassano del Grappa hasta el 5 de noviembre, esta exposición se compone únicamente de obras vistas... por detrás. En efecto, las obras de la pinacoteca y del depósito han sido pacientemente revueltas y analizadas, y han sacado a la luz anécdotas, historias vinculadas a los artistas y coleccionistas de la ciudad, misterios en parte resueltos pero sobre los que aún quedan interrogantes. Detrás de estas obras se ha descubierto un mundo real.

Un proyecto expositivo de este tipo no tiene precedentes: nunca antes se había organizado una exposición sólo de “recuperaciones”. En realidad, la idea que la sustenta no es del todo nueva, y hunde sus raíces en el lejano siglo XVII. Ya entre 1670 y 1675, el pintor de Amberes Cornelius Norbertus Gijsbrechts (Amberes, c. 1630 - después de 1675) pintó al óleo un lienzo, hoy en el Museo Nacional de Copenhague, que mostraba sólo el reverso de un cuadro. El artista recreó, con minucioso detalle, la trama del lienzo visto por detrás: el soporte, los clavos, la ficha de inventario, dedicando por primera vez en la historia del arte tanta atención a algo que antes no se consideraba digno. El arte, por tanto, ya no es sólo la representación de una escena o un tema, sino un medio que se piensa a sí mismo y a sus estructuras ocultas. Una reproducción en alta resolución de este cuadro de Gijsbrechts se exhibe ahora en la exposición de Bassano, precisamente para destacar el precedente que dio lugar a la idea. El objetivo de Abscondita es precisamente el mismo que el de este lienzo del siglo XVII: mientras que la obra es testimonio de un sujeto, su reverso se convierte en testimonio del soporte, del objeto y de su historia. En palabras de Chiara Casarin, directora del museo y comisaria de la exposición: “Cruzando el umbral de lo visible, de lo oficialmente permitido, atravesando el lienzo o el panel entramos en un mundo todavía casi completamente oscuro. Si delante encontramos inventos, detrás hay un mundo de inventarios”.



Cornelius Norbertus Gijsbrechts, Trompe l'oeil. El reverso de un cuadro enmarcado (1670-1675; óleo sobre lienzo, 66,4 x 87 cm; Copenhague, Museo Nacional de Copenhague). La exposición presenta la reproducción
Cornelius Norbertus Gijsbrechts, Trompe l’oeil. El reverso de un cuadro enmarcado (1670-1675; óleo sobre lienzo, 66,4 x 87 cm; Copenhague, Museo Nacional de Copenhague). La exposición presenta la reproducción

Las obras seleccionadas, un centenar, abarcan desde la Baja Edad Media hasta el siglo XX, pasando por artistas como Tiépolo, Canova, Hayez, Ciardi o Sironi. Mostrando mundos desconocidos y hasta ahora ignorados, estas obras inducen al observador a comprometerse con ellas sin “sufrir” las reglas de la composición pictórica. Estas retros apelan a nuestra curiosidad, a nuestro deseo de conocer algo que de otro modo sólo estaría reservado a eruditos e iniciados.

En el reverso de las obras hay información crucial de una riqueza impresionante. Fichas de inventario y de exposición reconstruyen la historia y los movimientos de la obra. Códigos, números y siglas en distintos colores trazan cómo llegó la obra a formar parte de la colección del museo, su participación en alguna subasta, las familias de la ciudad que la poseyeron y donaron. Atribuciones, negaciones, reatribuciones; los nombres de los artistas escritos, tachados, reescritos con algunas correcciones muestran el estudio constante que hay detrás de cada obra. Detrás de las obras también puede haber descripciones, artículos periodísticos y dedicatorias, como en el caso del soneto que figura en el reverso de la obra La Beata Giovanna Maria Bonomo de Francesco Trivellini (Bassano del Grappa, 1660 - 1738) y que está dedicado a ella.

A menudo se encuentran firmas en el reverso de las obras, como en el caso del Retrato del conde Francesco Roberti, que lleva la firma de su autor, Francesco Hayez (Venecia, 1791 - Milán, 1882). Y a veces sucede que estas firmas aportan confusión y misterio. Tal es el caso de un Salvator Mundi que lleva en el reverso la inscripción Leonardo da Vinci pinxit, pero que fue pintado por un artista desconocido del siglo XV que ya conocía el genio de Leonardo. Puede ocurrir que detrás de una obra se encuentre otra, algo que fue descartado por el autor, una ocurrencia tardía, un error; por ejemplo, el Ritratto di vecchio (Retrato de anci ano) de Pietro Roversi (Faenza, 1908 - Bassano del Grappa, 1992) tiene en el reverso una interesante pintura de un crucifijo al revés. También se exponen dos monocromos de Antonio Canova (Possagno, 1757 - Roma, 1822) con figuras en el reverso, cinco bailarinas en un caso y una figura masculina en el acto de ser coronada en el otro; temas que se hacen eco de las características gráficas y pictóricas de otros estudios del maestro y que sin duda podrían ser los protagonistas de un anverso. También son interesantes los dibujos de Mario Sironi (Sassari, 1885 - Milán, 1961) expuestos en esta selección de obras y que forman parte de un corpus que llegó al Museo Bassano en 2011. Muchas de las hojas que posee el museo están dibujadas, prendidas con alfileres y pintadas por ambas caras y muestran especialmente los resultados de los últimos veinte años de trabajo del artista.

Francesco Trivellini, La beata Giovanna Maria Bonomo, verso (siglo XVIII; 78 x 69 cm; Bassano del Grappa, Musei Civici)
Francesco Trivellini, La beata Giovanna Maria Bonomo, verso (siglo XVIII; 78 x 69 cm; Bassano del Grappa, Musei Civici).


Francesco Hayez, Retrato del conde Francesco Roberti, verso (1819; 56 x 48 cm; Bassano del Grappa, Musei Civici)
Francesco Hayez, Retrato del conde Francesco Roberti, verso (1819; 56 x 48 cm; Bassano del Grappa, Musei Civici)


Lombardo desconocido, Salvator Mundi, verso (siglo XV; 53 x 40 cm; Bassano del Grappa, Musei Civici)
Ignoto lombardo, Salvator Mundi, verso (siglo XV; 53 x 40 cm; Bassano del Grappa, Musei Civici)


Pietro Roversi, Retrato de un anciano, verso (1936; 92 x 75 cm; Bassano del Grappa, Musei Civici)
Pietro Roversi, Retrato de anciano, verso (1936; 92 x 75 cm; Bassano del Grappa, Musei Civici)


Antonio Canova, Transporte del cuerpo de Orazio Nelson a tierra, verso (c. 1805; 88 x 172 cm; Bassano del Grappa, Musei Civici)
Antonio Canova, Transporte del cuerpo de Orazio Nelson a tierra, verso (c. 1805; 88 x 172 cm; Bassano del Grappa, Musei Civici)

Con esta exposición, la fascinante historia de las obras se desvela y queda al alcance de todos, haciendo que el visitante se sienta guardián de los secretos del museo. “Basta con colocar un lienzo desnudo al pie de un muro, ligeramente inclinado, y detenerse a mirarlo”, escribió Italo Calvino en La squadratura (La cuadratura), “para darse cuenta de lo ingratos que somos quienes sólo tenemos ojos para lo que se lleva, el cuadro, y no para lo que debe llevar: el lienzo, su bastidor, el muro que los soporta, el suelo sobre el que se apoya el muro”.


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