Démonos prisa para salvar del olvido el centro de Italia y sus tesoros

Cuando la tierra tiembla, deja marcas indelebles en las personas y en los lugares: el terror de revivir aquellos trágicos momentos, en los que prevalece la sensación de impotencia y la desesperación ante la pérdida de lo que forma parte de los afectos y de la vida cotidiana es casi imposible de erradicar, se apodera del presente y enturbia incluso los recuerdos; lugares que hasta un momento antes pertenecían a la vida de las comunidades son destruidos y desfigurados, y las bellezas artísticas que contienen profundamente heridas por la fuerza devastadora de la naturaleza, que parece imparable.

Sin embargo, a los sentimientos de terror y desesperación les sucede entonces un fuerte deseo de renacimiento, un gran deseo de reconstruir todo lo que se perdió en unos instantes, para poder volver a la normalidad, a pesar de que no es posible borrar totalmente lo sucedido. Este deseo de renacimiento pasa también por el arte: así, gracias a la labor de los Bomberos, Carabineros, soldados del Ejército, personal de la Superintendencia y voluntarios de Protección Civil, gran parte del patrimonio artístico de las zonas afectadas por el terremoto se salva de la destrucción. Las obras de arte que han sido aseguradas y trasladadas a depósitos no deben caer en el olvido. Y tal es precisamente el objetivo de la exposición “¡Démonos prisa! Marche 2016-2017: tesoros salvados, tesoros por salvar”, que hasta el 30 de julio ocupa el Aula Magliabechiana de la Galería de los Uffizi: no permitir que el olvido haga invisibles, o peor aún, que se olviden las obras de arte salvadas de la destrucción causada por los terremotos que en agosto y octubre de 2016 hirieron el centro de Italia, en particular la región de las Marcas, y proteger así con “fama” las bellezas artísticas afectadas. Solo el interés constante por ellas por parte de los estudiosos y de la comunidad, como afirma Gabriele Barucca en su ensayo, puede evitar que caigan en el olvido. Un principio que recuerda a Barucca un pasaje de una carta escrita por Roberto Longhi en 1944 a su joven amigo (y futuro gran erudito) Giuliano Briganti en referencia al bombardeo de Bolonia ocupada por las tropas alemanas: “El arte, de por sí mudo e indefenso, sólo puede protegerse con la fama, y la fama es la crítica que siempre se despierta”. Así exhortaba Longhi a proteger los valores, refiriéndose a los monumentos de Bolonia afectados por la guerra.

¡Entrada a la exposición Facciamo presto!

¡Primera sala de la exposición Facciamo presto!

Para la exposición de los Uffizi, gran ejemplo de valorización y protección de las obras de arte que han tenido que soportar grandes penalidades, así como de la fuerza que nace de la firme voluntad de volver a empezar a pesar de la adversidad, se seleccionaron obras maestras pertenecientes a distintos géneros y ámbitos y creadas con las más variadas técnicas y modos de expresión: pinturas sobre madera y lienzo, esculturas de madera, orfebrería, tejidos y manuscritos. Obras elegidas para representar los tesoros de toda la región de Las Marcas afectada por los fenómenos sísmicos, es decir, la zona del interior meridional de la región, que se encontraban, en la mayoría de los casos desde su origen, en iglesias, palacios y museos ahora destruidos o inutilizables.

Las obras expuestas son principalmente de tema religioso: el retablo que representa la Anunciación con Cristo en la Piedad en el luneto superior, pintado hacia 1455 por Giovanni Angelo d’Antonio, uno de los más grandes pintores del siglo XV en Camerino, y que procede de la Pinacoteca Civica di Camerino (Macerata). La pintura no ha sufrido daños, por lo que es posible apreciar las finas decoraciones de la arquitectura, de las alas del ángel anunciador y de los ropajes de los personajes.

Otra obra maestra bien conservada es el gran retablo de Marco Palmezzano que representa a la Virgen Entronizada entre los santos Francisco y Catalina de Alejandría en el panel central, y la Piedad (1501) en el luneto de la iglesia de San Francesco in Matelica (Macerata). Esta obra muestra claras influencias venecianas en la elección de los colores, las expresiones de los personajes y, sobre todo, en el fondo detallado que recuerda los fondos de los cuadros de Giovanni Bellini.

Giovanni Angelo d’Antonio, Anunciación con un donante laico y un donante terciario franciscano (¿Giacomo di Boncambio y su esposa?) (c. 1455 o 1456; temple sobre tabla; Camerino, Pinacoteca Civica)

Marco Palmezzano, Virgen entronizada entre los santos Francisco y Catalina de Alejandría (1501; óleo y oro sobre tabla; Matelica, iglesia de San Francisco)

No tan afortunada fue la suerte de otra obra de la exposición, la Virgen con el Niño y los santos Miguel Arcángel y Esteban con la Piedad entre ángeles (c. 1490-1500; Iglesia de Vittorino, Castelsantangelo sul Nera). De hecho, es la tabla expuesta que más daños ha sufrido: le faltan algunas partes y está arruinada tanto en su estructura como en su colorido. Junto a la tabla, atribuida a Benedetto di Marco, hay un panel que la muestra antes del terremoto para que los visitantes comprendan los graves daños sufridos. Hay muchos paneles que muestran las obras en su ubicación original o en su estado perdido o incluso en su estado recuperado, como en el caso de la Asunción de la Virgen con los santos Francisco y Clara de Andrea Boscoli (c. 1605), procedente de la iglesia de San Francesco en San Ginesio (Macerata). También se han visto privadas de su emplazamiento original las tres campanas que antes del terremoto sonaban en el campanario de la iglesia de Santa Maria in Carpignano en San Severino Marche (Macerata), y en la iglesia de San Francesco y la Torre Civica en Arquata del Tronto (Ascoli Piceno).

Benedetto di Marco (?), Virgen con el Niño y los santos Miguel Arcángel y Esteban (c. 1490-1500; temple y oro sobre tabla; Nocria di Castelsantangelo sul Nera, iglesia de San Vittorino)

Tríptico atribuido a Benedetto di Marco antes del terremoto

Andrea Boscoli, Asunción de la Virgen con los santos Francisco y Clara (c. 1605; óleo sobre lienzo; San Ginesio, iglesia de San Francesco)

Fundidor italiano de la segunda mitad del siglo XV, Campana (1470; San Severino Marche, iglesia de Santa Maria in Carpignano)

Otras obras expuestas son la tabla en cúspide que representa la delicada Virgen con el Niño sobre fondo de oro, de Lorenzo d’Alessandro (1480), que se conservaba en la iglesia del monasterio de Santa Chiara en San Ginesio, la Virgen entronizada con el Niño, de Carlo Crivelli, procedente del Museo Diocesano de Ascoli Piceno, la Virgen y el Niño apareciéndose a Santa Francesca Romana de Carlo Maratta (1655-56) de la iglesia de Sant’Angelo Magno de Ascoli Piceno, la Conversión de San Pablo de Baciccio (1700) de la iglesia de Santi Lorenzo e Paolo de Fiastra (Macerata). Una refinada escultura de madera pintada que representa a la Virgen con el Niño (c. 1490-1500), realizada por el Maestro della Madonna di Macereto y procedente del Museo Civico Diocesano di Visso, capta la mirada del visitante por el sentimiento de amor y ternura entre una madre y su hijo que transmite.

Representando el más alto arte orfebre se encuentra el maravilloso Relicario de Montalto decorado con piedras preciosas, perlas, oro y camafeos, mientras que casi al final del recorrido expositivo se puede contemplar el manuscrito autógrafo del Infinito de Leopardi procedente del Museo de Visso. Una selección de obras de la Edad Media al siglo XVIII procedentes de las zonas de Las Marcas afectadas por el terremoto para evitar que el olvido invada los tesoros salvados y por salvar.

Lorenzo d’Alessandro, Virgen con el Niño (1480; temple sobre tabla; San Ginesio, iglesia del monasterio de Santa Chiara)

Carlo Crivelli, Virgen entronizada con el Niño conocida como Virgen de Poggio di Bretta (después de 1470; temple sobre tabla; Ascoli Piceno, Museo Diocesano)

Carlo Maratta, La Virgen con el Niño se aparece a Santa Francesca Romana (1655-1656; óleo sobre lienzo; Ascoli Piceno, Iglesia de Sant’Angelo Magno)

Giovan Battista Gaulli conocido como Baciccio, Conversión de San Pablo (c. 1700; óleo sobre lienzo; Fiastra, iglesia parroquial de Santi Lorenzo e Paolo)

Atribuido a Jean du Vivier, Relicario de Montalto (oro, plata dorada, esmaltes, piedras preciosas, perlas, camafeo de sardónice; Montalto Marche, Museo Sistino Vescovile)

Maestro de la Virgen de Macereto (¿Lucantonio di Giovanni Barberetti?), Virgen con el Niño, detalle (c. 1490-1500; madera tallada y pintada; Visso, Museo Civico Diocesano)

El manuscrito del Infinito de Leopardi

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