Se publica ahora el número cero de la nueva revista FMR, la apreciada cabecera fundada por el difunto Franco Maria Ricci. En efecto, Franco Maria Ricci, en los últimos años de su vida, había cultivado obstinadamente un sueño, el de recuperar la revista y la marca de una editorial que había bautizado cientos de importantes y espléndidos libros, así como la revista de arte juzgada por muchos la más bella del mundo.
FMR ha renacido oficialmente y en estos días se publica el Número Cero, el regalo de Navidad de la editorial Franco Maria Ricci a quienes se suscriban para 2022. Para hacerlo posible, una nueva redacción, encabezada por Laura Casalis como directora editorial y artística y Edoardo Pepino como editor, y un pétit comité de asesores, formado por Giorgio Antei, Massimo Listri, Giovanni Mariotti, Gabriele Reina y Stefano Salis. Compartiendo su espíritu e intenciones, un nutrido grupo de estimados académicos y escritores ya han acogido con satisfacción el renacimiento de la revista: estarán escritores como Héctor Abad Faciolince, Pietro Citati, Orhan Pamuk, y estudiosos como Christian Beaufort-Spontin, Jean Blanchaert, Gian Carlo Calza, David Ekserdjian, Sylvia Ferino, Caterina Napoleone, Pierre Rosenberg, Vittorio Sgarbi, Edward Sullivan, Óscar Tusquets Blanca, por citar sólo algunos.
“Este, que sale en los días del solsticio de invierno de 2021, es un ’fuera de serie’: el número Cero. Estamos afinando los instrumentos (o quizá, esperando a que se abra el telón, ya estamos en la Obertura)”, escribe Laura Casalis. “ En el editorial de 1982, Franco Maria Ricci escribía: ”A quienes crean que esta aventura mía puede dar a Italia la primacía de la más bella revista de arte que jamás haya existido, me atrevo a pedirles que se hagan cómplices y socios míos. Suscribiéndose, o regalando su suscripción a los que aman y a los que estiman, me ayudarán a hacer que FMR viva esa vida real que ni la asistencia del poder, ni el patrocinio del consumo, pueden dar“. El mundo ha cambiado, pero en esas palabras no encuentro nada que cambiar”.
El Número Cero se abre y se cierra con dos columnas: Hors d’oeuvres y Mignardises, presentadas como “aperitivos para abrir el apetito y delicias para terminar la comida con algo dulce”. Abre la columna Quattro venti el texto inédito en italiano L’ ultimo viaggio de Franco Maria Ricci, que narra literalmente su último viaje fuera de Italia, a Portugal, un homenaje a una tierra terminal y a uno de sus símbolos, el Monastero dos Jerónimos. Para la columna Congetture (Conjeturas), Bruno Zanardi nos lleva a descubrir un insólito retrato de Dante que esconde tras el marco un misterioso folleto con el nombre de Degas. Cierran la columna Subastas, de Massimo Navoni, y Biblioteca, de Carlo della Grivola, que reseña el volumen La Chine en Miniature, de Franco Maria Ricci Editore, un curioso y ecléctico retrato de la China del siglo XVIII, además de increíblemente detallado, con casi doscientas fascinantes ilustraciones.
Hay cinco artículos en Número Cero. En L’amore lungo di Alex e Rhoda (El largo amor de Alex y Rhoda), Giovanni Mariotti elige trece lienzos del pintor canadiense Alex Colville que trazan una extraordinaria historia de amor que dura setenta años. Gian Carlo Calza firma Tagasode “¿De quién son esas ropas?”, la pregunta sin respuesta que un poeta formuló en los orígenes de la literatura japonesa y que siglos más tarde inspiró a ingeniosos artesanos en la creación de biombos, artefactos de ensueño que tocan con extrema delicadeza el acorde de Eros en ausencia. La sonrisa totonaca, de Giorgio Antei, revela cómo las excavaciones realizadas en la región de Veracruz, en las alturas del sur de México, a pesar de la aridez del paisaje, han desenterrado sonrisas de una alegría sin precedentes: a todas las figuras que han emergido una misteriosa sonrisa, o una risa abierta, ilumina sus rostros. En Il vangelo secondo Gaudenzio (El evangelio según Gaudenzio), Vittorio Sgarbi revela las maravillas que se esconden tras la severidad de las iglesias franciscanas, como el santuario de la Madonna delle Grazie de Varallo, donde Gaudenzio Ferrari nos legó una versión renacentista de la Biblia Pauperum de una belleza deslumbrante. Por último, la pieza a cuatro manos Arcs de cel en la que Pablo Bofill y Nicolas Véron relatan al escultor y arquitecto Xavier Corberó, protagonista de una temporada artística que encumbró a Cataluña como capital de la modernidad, que selló su legado de creador, sabio y desenfadado, en los meandros de una gigantesca construcción hecha sobre todo de vacío, y no de cualquier vacío.
El objetivo de Franco Maria Ricci desde 1982, cuando lanzó la revista FMR, era contar y mostrar el arte como nunca antes se había hecho, y fue, efectivamente, un éxito mundial. La ambición de la renovada FMR es continuar por el mismo camino y ofrecer al lector, junto a la seducción de las imágenes, el placer de la lectura. La originalidad de las elecciones, la elegancia de la maquetación, la calidad de los textos junto con la alta calidad de las imágenes serán similares a la primera temporada de FMR, con la intención de ser un estímulo para la imaginación y la mente, moviéndose eclécticamente entre el arte, la arquitectura y el diseño. FMR se publicará en dos ediciones, italiana e inglesa, y será un “regalo de temporada”, ya que saldrá cuatro veces al año. La revista FMR la imprime en Italia Grafiche Milani, una de las imprentas históricas de Milán, que ya imprimió las famosas obras de Franco Maria Ricci.
Ya ha salido el número cero de la nueva RMF. Su contenido es el siguiente |
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