El 6 de octubre de 2018, Roma será escenario de una gran manifestación de trabajadores de la cultura, la primera de la historia que los verá unidos por un objetivo común: subrayar la importancia del trabajo cultural. La protección del patrimonio está consagrada en el artículo 9 de la Constitución, y el artículo 1 establece que la República se fundamenta en el trabajo, sin embargo, señalan los organizadores, el empleo cultural no crece debido al amplio uso de mano de obra ilegal o gratuita, los derechos y salarios se recortan año tras año, y las continuas privatizaciones afectan a uno de los sectores vitales para la economía italiana sin beneficiar a los ciudadanos.
“Convocamos a todos nuestros colegas, a todos los ciudadanos italianos y, en general, a todos aquellos que se preocupan por el patrimonio cultural y artístico de este país”, reza el manifiesto del evento, “a la primera manifestación nacional unitaria por la Cultura y el Trabajo”. A pesar de la enorme contribución que aporta cada año al país, prosigue el documento, “el sector cultural se ve obligado a funcionar (mal) en condiciones constantes de forzada restricción económica, con inversiones y empleo muy por debajo de la media europea. Las Superintendencias carecen de personal suficiente, se encuentran constantemente en situación de emergencia - desde hace años exponentes de diversas fuerzas políticas piden su cierre -; los museos, sitios arqueológicos, teatros, cines, archivos y bibliotecas cierran, uno tras otro; las jubilaciones se producen a menudo en ausencia de rotación; el Fondo Único para las Artes del Espectáculo disminuye constantemente (-55% desde 1985), la externalización desde 1993 ha afectado a servicios cada vez más esenciales para la vida de los lugares culturales. El daño es evidente: el 80% de los italianos (datos de Istat 2015) nunca ha ido al teatro durante el año, el 68% nunca ha visitado un museo, el 56% nunca ha leído un libro. Esto no solo crea un problema de exclusión económica y social, sino que también permite la proliferación de teorías falsas y antihistóricas que fomentan el odio y las divisiones, muy alejadas de la realidad histórico-arqueológica, o literaria: ”teorías cada vez más extendidas en la sociedad y en el debate político, hasta llegar a las instituciones".
Por estas y otras razones, los profesionales plantearán exigencias muy precisas, entre ellas elevar la inversión italiana en cultura al 1,5% del PIB, en línea con otros países europeos; aumentar la financiación pública al sector de las artes escénicas (Fondo Único para las Artes Escénicas y financiación local), modificando los criterios de concesión según verdaderos principios de pluralismo, transparencia, control real de los criterios, evitando centralismos y marginaciones dictados por la falta de normas promover un nuevo sistema nacional de cualificación de guías turísticos coherente, homogéneo y compartible; hacer cumplir los contratos nacionales existentes, estipulando que su incumplimiento supondrá automáticamente la pérdida de la financiación; por último, crear un contrato nacional para el sector audiovisual promover la contratación en el escalafón ministerial de al menos 3.500 trabajadores de aquí a 2020, empezando por los candidatos seleccionados en el concurso para 500 funcionarios MiBACT, con el fin de lograr la plena cobertura del volumen de negocios; redefinir las necesidades profesionales de tal manera que se garantice la posibilidad de de cumplir todas las tareas especificadas por el Código de 2004, recalificando los servicios y elevando los estándares de protección, que se han visto mortificados por las últimas reformas organizativas; reformar la Ley 4/1993 (Ley Ronchey) y revisar el sistema de externalización, con el fin de proteger el patrimonio y el trabajo públicos; recatalogar donde sea necesario, como en el caso de las fundaciones de ópera y sinfónica o los servicios esenciales de Museos, Bibliotecas y Archivos.
Quedan por definir el lugar y el recorrido de la manifestación. Mientras tanto, el texto íntegro de los motivos puede leerse en la página web del colectivo Mi Riconosci, organizador de la manifestación.
Roma, 6 de octubre: la mayor manifestación de trabajadores de la cultura. He aquí los motivos |
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