El Ministerio de Cultura tiene un problema: los fondos del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) llegarán pronto, pero el ministerio se mueve en una situación de grave escasez. De hecho, en los próximos años, el MiC gestionará un paquete por valor de 6.675 millones de euros(en este enlace se pueden consultar todos los detalles de las medidas: se trata del 3% de los 222.100 millones de euros que Italia ha recibido para el PNRR entre fondos del plan Next Generation de la UE y fondos complementarios), con recursos que solo pueden utilizarse para planificar inversiones (es decir, los fondos no pueden utilizarse para actividades ordinarias). El MiC, sin embargo, ya tiene dificultades con la administración ordinaria, y la gestión del PNRR corre el riesgo de causar más problemas a la máquina.
De hecho, la gestión de los fondos del PNRR presupondrá una enorme cantidad de trabajo por parte del MiC: la gestión del plan tendrá un fuerte impacto en el ministerio, baste pensar en todos los procesos de autorización de los distintos proyectos, y a todo ello se añadirá la gestión de los llamados “grandes atractores”, 14 inversiones repartidas por todo el país que implicarán también a las autoridades locales, con repercusiones ulteriores a nivel administrativo. Para hacer frente a todo esto, el ministerio ya ha creado una unidad de misión dedicada a la aplicación del PNRR y oficinas específicas (también habrá una superintendencia específica, la Superintendencia Especial para la Aplicación del PNRR), pero con poco personal es probable que todo esto no sea suficiente.
Los sindicatos confederales ya dieron la voz de alarma la semana pasada, con un comunicado conjunto de CGIL, CISL y UIL en el que subrayaban que la actividad previa de la MiC será muy intensa y ello conlleva además otro riesgo, el de la posible simplificación de los procedimientos, ya que la superintendencia única tendrá “facultades de sustitución y avocación de los procedimientos a cargo de las superintendencias”. El problema más grave, sin embargo, es el de los recursos humanos: “Llevamos tiempo pidiendo”, escriben los sindicatos, “que se inicie una discusión con el Superintendente Nacional, arquitecto Galloni, para verificar las condiciones organizativas que garanticen el funcionamiento de la nueva estructura, pero nos hemos encontrado con un muro de silencio y una prestación de servicios que básicamente descarga toda la carga de trabajo sobre un núcleo de personal incardinado en la Dirección General de Arqueología y Bellas Artes, que es completamente incapaz de realizar estas tareas debido a la grave escasez de personal y a las ya pesadas cargas ordinarias. En el fondo, este asunto se está tratando como si fuera un cumplimiento burocrático y no como un reto que pone en cuestión, en caso de no alcanzarse los objetivos del Plan, la imagen internacional de nuestro país con soluciones que sólo son funcionales a quienes quieren marginar el papel de la protección del patrimonio paisajístico por considerarlo un obstáculo para los planes de innovación energética”. Entre las peticiones de los sindicatos figura una reunión urgente con el ministro Dario Franceschini para tratar el asunto. Lo cierto es que será imposible hacer frente al reto del PNR descargando las tareas en el personal actual, que ya es aproximadamente la mitad del previsto, según los sindicatos.
Esta cuestión, entre otras, se debatió el lunes en Parma, en el Auditorio “Carlo Mattioli”, durante la conferencia Le regioni, gli istituti di cultura e le politiche culturali del territorio nel quadro del PNRR (Las regiones, los institutos de cultura y las políticas culturales territoriales en el marco del PNRR), y Lorenzo Casini, jefe de gabinete del Ministro de Cultura, abordó el tema. La noticia es importante porque es una de las primeras veces (si no la primera tout court) que una figura tan cercana al ministro subraya la urgencia del asunto en una reunión pública. “Tenemos un gran problema”, dijo el propio Casini, “que no podemos eludir y que hay que tratar y abordar con urgencia: el del personal de los centros públicos. Digo esto porque estamos en un momento en que la dotación de personal de las estructuras públicas es muy deficitaria desde el punto de vista cuantitativo y está mal pagada: ahora ha llegado la aplicación del PNR y el remedio no puede ser contratar a gente de forma temporal para que haga el PNR”.
Según Casini, la imposibilidad de recurrir a personal temporal se debe a dos razones. En primer lugar, “porque los que están dentro se deprimen, porque es lo que ya hemos visto que ocurre. Es decir, hay funcionarios incluso capaces, no necesariamente próximos a la jubilación, que cobran 1.500 euros al mes y ven llegar a un técnico de PNRR que cobra 2.500 euros y que ni siquiera puede firmar porque entonces es el funcionario de 1.500 euros el que tiene que firmar. Esto no es aceptable desde el punto de vista organizativo: hay soluciones, hay programas especiales para incentivar a los funcionarios, pero hay que resolver el tema de personal, no sólo en cuanto a sueldos porque habría que revisar todos los sueldos, desde los profesores hasta las universidades, de todo el sector público”. El segundo problema es el de las competencias, ya que, según Casini, “si no hay personas y cualidades profesionales, no se podrá poner en marcha ningún PNRR”. Lo que se necesita, por tanto, es un “programa serio de contratación e inversión en personas”, dijo el jefe de gabinete, por lo que su esperanza es que “el PNRR sea también una oportunidad para ir más allá del propio PNRR, es decir, para entender cómo el enorme impacto que está teniendo la aplicación de estas medidas puede conducir a reformas más complejas”. Para concluir, Casini afirmó que “para los que estudian y para los que hacen cultura, trabajar para el Estado debería considerarse el mayor privilegio posible en la vida”.
Lo que es seguro es que las inversiones tendrán que conducir a la creación de algo que permanezca, como también esperaba el alcalde de Parma, Federico Pizzarotti, al abrir los trabajos: “mi preocupación es qué quedará después: tenemos miles de millones de inversiones en nuevas estructuras y potencialmente también en nuevas contrataciones, cuando se acabe el dinero no tengo claro cómo se sostendrá el gasto actual. Mientras tanto, tenemos que hacer una reflexión que nos ayude a invertir mejor los recursos de que disponemos”. Pero sin duda habrá que resolver primero el punto de partida: el personal que gestionará los recursos para la inversión.
En la foto: el Collegio Romano, sede de MiC. Foto de Finestre sull’Arte
MiC, hay un problema: los fondos del PNRR están en camino pero falta personal |
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