Un vuelo de un millón de euros. Costoso cierre del Valle de los Templos


A finales de mes, el Valle de los Templos se cerrará durante dos días para permitir un concierto de Il Volo, que costará alrededor de un millón de euros de dinero público. Servirá para promocionar Agrigento como Capital de la Cultura. El caso merece una reflexión.

Un millón de euros de dinero público y el Valle de los Templos de Agrigento cerrado durante dos días (un sábado y un domingo en temporada alta, además: 31 de agosto y 1 de septiembre) para un concierto de “Il Volo”. Esta es, en pocas palabras, la noticia. Será curioso ver, si habrá (como uno espera), la reacción del habitualmente adormecido mundo del patrimonio cultural, que durante la semana de Ferragosto estuvo dispuesto a dejar enfriar por un momento el asador ya listo en la parrilla para arremeter contra el cumpleaños de Madonna en Pompeya. Polémica entonces, en los últimos días, porque un particular, Madonna, se atrevió a pisar el suelo de la antigua ciudad vesubiana, además durante las horas en que estaba cerrada al público, gastándose 250.000 euros de su propio bolsillo. Menos clamor, en cambio, por el millón de euros que la Región de Sicilia y el Parque Arqueológico del Valle de los Templos gastarán en el concierto de dos días, que supondrá el cierre del parque al público durante dos jornadas enteras.

Mientras en Pompeya se preparaba la fiesta de Nuestra Señora (que no supuso coste alguno para el Parque Arqueológico: podemos reprocharle una gestión poco brillante de la comunicación previa al evento, pero desde luego no haber cargado sobre visitantes y contribuyentes, porque el Parque no gastó ni un céntimo), elAutoridad del Parque Arqueológico y Paisajístico del Valle de los Templos de Agrigento publicó una decisión, la 612 de 8 de agosto, con un compromiso financiero para la realización del evento “Il Volo live at the Temple of Concordia”, un proyecto por un valor total de 1.249.976,62 euros, según se indica en la decisión, de los cuales 800.000 sólo para el concierto (y 200.000 de caché para los “tres tenorini”, como se llamó a los tres cantantes las primeras veces que fueron iluminados por los focos, ya que eran poco más que niños), a los que hay que añadir otras partidas de gastos, como viajes, alojamiento y diversos costes técnicos. La decisión explica que el concierto “prevé” su transmisión “en Rai 1 o Mediaset” y “en la televisión pública estadounidense”, a partir de diciembre de 2024 y hasta 2025 y “con una cobertura igual al 97% del vasto territorio americano” (lo que, obviamente, no significa que todos los estadounidenses vayan a ver el concierto: sólo significa que la señal de la PBS llegará a casi todas partes).

Así que se habla de “previsiones”, pero por ahora sólo sabemos que el evento se retransmitirá en Nochebuena, hasta el punto de que hoy un comunicado de la Región Siciliana ha pedido a los asistentes del 31 de agosto (600 personas) que “lleven ropa adecuada al periodo en que se retransmitirá el espectáculo”: solidaridad con quienes tendrán que subir al Templo de la Concordia con sus abrigos en pleno verano siciliano, que no se caracteriza por ser especialmente fresco. Sin embargo, no sabemos el impacto estimado, no sabemos en qué canales se emitirá, no sabemos cuánto durará, no sabemos si durante la emisión se emitirán también noticias sobre el Parque Arqueológico, o si el Templo de la Concordia quedará reducido a un mero decorado, a pesar de que la nota de la Región Sicilianaha querido dejar claro que el Templo “no será un mero telón de fondo, sino que se transformará en un elemento escénico central, realzado por un refinado juego de luces” y que “en el escenario, además de los tres cantantes, actuarán un coro y una orquesta, creando una experiencia inmersiva que dará nueva vida y visibilidad a uno de los lugares más emblemáticos de Sicilia” (signifique lo que signifique: un comunicado que no contenga la frase “experiencia inmersiva” roza lo inconstitucional).Luego sabemos que todo correrá a cargo de los contribuyentes sicilianos y de los visitantes del Parque Arqueológico, ya que, sólo para el concierto, 500.000 euros serán sufragados por la Región de Sicilia en concepto de “contribución para la promoción y organización de las iniciativas relacionadas con el evento Agrigento capitale della cultura italiana 2025”, y 300.000 euros se destinarán en cambio al presupuesto del Parque.

Valle de los Templos, Templo de la Concordia. Foto: Dario Crisafulli
Valle de los Templos, Templo de la Concordia. Foto: Dario Crisafulli
Il Volo. Foto: Jakub Janecki
El Vuelo. Foto: Jakub Janecki

Ahora bien, el caso merece algunas consideraciones. La primera cuestión es la del evento en sí: conviene tener en cuenta que la partida presupuestaria para la promoción y organización de iniciativas relacionadas con la Capital Italiana de la Cultura 2025 asciende a cuatro millones de euros. Conviene tener en cuenta que no estamos hablando del presupuesto para comunicación: estamos hablando del total de recursos que el Ayuntamiento de Agrigento ha recibido de la Región para organizar y promover las iniciativas de la capital de la cultura (en 2025 llegará otro millón). En la práctica, este es el presupuesto total que la Región ha previsto para Agrigento Capital de la Cultura, y una décima parte de esta suma (500.000 euros: el resto será cubierto, como se ha dicho, en parte por el Parque y en parte por otros capítulos presupuestarios) se destinará al concierto. Tengamos en cuenta que el dossier Brescia-Bérgamo Capital de la Cultura 2023 (por ahora, al menos en opinión de quien esto escribe, la mejor edición de la capital italiana desde que existe el título) contaba con un presupuesto, sólo para actividades de marketing y comunicación, de dos millones de euros. Hablamos, por tanto, de un concierto que costará la mitad de lo que Bérgamo y Brescia presupuestaron el año pasado para comunicación (y que al final acabó atrayendo a más de 11 millones de visitantes). Sin embargo, no es la primera vez que se organizan conciertos en el Valle de los Templos: existe una estructura en el Valle de los Templos, el Piano San Gregorio, apta para conciertos de cuatro mil espectadores (en lugar de los mil seiscientos previstos frente al Templo de la Concordia, donde tendrá lugar el concierto de Il Volo: Los visitantes pagarán una entrada, cuyo coste será muy probablemente de 80 euros, y la recaudación se donará a obras benéficas, pero aún no se ha especificado a favor de quién). Cabe preguntarse, pues, si no habría sido más virtuoso preparar un concierto junto con un organizador privado y, a lo sumo, colaborar pagando únicamente los derechos de reproducción televisiva.

Todo ello, además, contra un cierre del Parque durante dos días consecutivos en un fin de semana de verano: Además de los costes, el déficit de recaudación por los dos días y el mal dato para los turistas internacionales que pueden haber reservado sus vacaciones en Sicilia con meses de antelación y se ven obligados a renunciar a visitar el Valle de los Templos ante un aviso que llegó con una semana de antelación (el aviso en las redes sociales del Valle de los Templos se publicó ayer, mientras que en la web, en la página de “Horarios”, a las 16 horas del 22 de agosto todavía no aparece).

Luego hay otra cuestión: la de la imagen que Agrigento quiere dar de sí misma. Admitamos también que se trata de una brillante operación de marketing territorial, que merece la pena el dinero que ha costado y que genera un mayor rendimiento, lo cual es totalmente posible y, de hecho, deseable (deseamos éxito al evento). Aun teniendo en cuenta todo esto, lo cierto es que la capitalidad italiana de la cultura debería ser una expresión de muy alto nivel: cabe preguntarse si un grupo nacional-popular, un grupo de variedades televisivo, que ha cosechado éxitos en el extranjero por la imagen estereotipada que ofrece de Italia (véase el setlist que los tres ex tenorini exhiben en un concierto cualquiera en América: Funiculì funiculà, O sole mio, Granada, Torna a Surriento, Libiamo nei lieti calici, La donna è mobile, etc.) es el más adecuado para representar la imagen de Agrigento (y de Italia, ya que el año que viene Agrigento será la capital italiana de la cultura) en el mundo. Si pensamos en Italia y en música, nos viene a la mente Verona con su temporada de ópera y teatro en la Arena, los conciertos sinfónicos en La Fenice de Venecia, la ópera y la danza en La Scala de Milán, y añadamos también el festival Puccini de Torre del Lago, el Umbria Jazz, la temporada de blues de Pistoia y los I Días del rock que atraen a público de toda Europa. ¿Quiere realmente la ciudad de Agrigento presentarse ante Italia y Estados Unidos con un concierto de Volo? ¿A qué público pretende dirigirse Agrigento? ¿Quizás a ese mismo público que luego nos lleva a escribir artículos alarmados sobre el turismo excesivo? ¿Se trata, en definitiva, de cultura con mayúsculas?


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