Más sobre la Garisenda: el asunto nunca habría surgido si...


Bruno Zanardi de nuevo en la Garisenda: algunas observaciones a raíz de un reciente artículo en el Resto del Carlino.

Recientemente ha aparecido en el diario boloñés “Il Resto del Carlino” un artículo que documenta los cuidados dedicados ya en el siglo XIX a la milenaria Torre Garisenda, símbolo de la ciudad, de la que ahora se dice que corre peligro de derrumbarse. Un texto que retomo porque constituye una respuesta ideal a mis observaciones publicadas en "Finestre sull’Arte".

El artículo nos cuenta que entre 1887 y 1890 se derribaron los edificios que se habían ido apoyando en su base a lo largo de los siglos, por lo que no se trató de una intervención estructural sino de estética romántica. En 1902 hay un informe que habla de las “preocupaciones de los técnicos por la intervención en la parte inclinada de la Garisenda (luego resuelta)” y de “movimientos” de la Torre. Movimientos que fueron inmediatamente analizados por un famoso ingeniero local, Francesco Cavani, que “resumió sus investigaciones en nada menos que 794 observaciones”. El informe afirma que la Garisenda “se mueve casi continuamente [...]. Se desplaza hacia el norte y oscila entre el este y el oeste debido a la acción del sol [...] y se mueve debido a la acción de vientos muy fuertes”.



A partir de ahí comienza un siglo de silencio. Hasta hoy, cuando “según el informe presentado al ayuntamiento el pasado 15 de noviembre (fuente: Sky) los valores de probabilidad de colapso son inaceptablemente altos, más de 10.000 veces (sic) superiores a lo que suelen permitir las normas”. Una declaración muy seria sin aclarar, sin embargo, con qué normas se calcularon esas 10.000 probabilidades. A no ser que se trate de una repetición de las observaciones de Cavani sobre las “oscilaciones este-oeste” y el “sol y los fuertes vientos”, es decir, de sacar a colación también la crisis medioambiental actual de la Garisenda. De hecho, si así fuera, las decenas de miles de campanarios y torres de las que presume Italia correrían el riesgo de derrumbarse. Concluyo diciendo que el asunto de la Garisenda nunca habría surgido en los términos técnico-científicos que acabamos de ver si aún existiera un Instituto del Patrimonio Cultural dirigido por una figura en continuidad con la de Lucio Gambi y un Instituto Central de Restauración dirigido por una figura en continuidad con la de Giovanni Urbani.

La Garisenda y la Torre degli Asinelli. Foto: Fabio Bompani
La Garisenda y la Torre degli Asinelli. Foto: Fabio Bompani

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