La ministra Bonisoli promete 3.600 contrataciones para el patrimonio cultural. Pero, ¿puede la Cuota 100 hacer colapsar el Ministerio?

El ministro Alberto Bonisoli afirmó ayer, durante su reunión habitual con los sindicatos, que habrá 3.600 nuevas contrataciones en el Ministerio de Patrimonio Cultural hasta 2021. De estas 3.600 nuevas contrataciones, 1.000 son las previstas en la maniobra de 2019, y unas 600 son contrataciones que el ministro asegura que “ya están autorizadas por la función pública”. Las 2.000 nuevas contrataciones restantes son las que deberían incorporarse a las filas del ministerio por turno: representan el 80% de las necesidades de contratación recogidas en el proyecto de ley de "concreción", que está siendo examinado por el Parlamento pero que actualmente se encuentra paralizado.

Hay que recordar que están previstas más de 2.000 jubilaciones de aquí a 2021, pero aún no se ha contabilizado la Cuota 100: las prejubilaciones fuertemente defendidas por el líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, podrían provocar de hecho una nueva hemorragia en el MiBAC, cuya plantilla, como es bien sabido, tiene una media de edad decididamente elevada: en un documento de 2015 se calculaba en 54,68 años. Recientemente, en unaentrevista con la agencia AgCult, el profesor Lorenzo Casini, catedrático de Derecho Administrativo en la Scuola IMT Alti studi di Lucca, estimó que la Cuota 100 podría añadir otras dos o tres mil rescisiones de empleo. Pero incluso si Bonisoli consigue contratar a sus 3.600 empleados, el profesor Casini ha calculado que para 2021 las jubilaciones podrían alcanzar a unos 4.200, con lo que el Ministerio quedaría aún más infradimensionado que ahora (ya que a día de hoy faltan unos 3.700 funcionarios).

Ministro de Patrimonio Cultural Alberto Bonisoli

Por lo tanto, para hacer frente realmente a las carencias y jubilaciones, teniendo en cuenta también las estimaciones sobre la cuota 100, sería necesario un megaplan de contratación de unos 7.000 efectivos. Pero de momento nadie habla de esas cifras, entre otras cosas porque, según subrayó el ministro en la reunión, los cálculos sobre el impacto de la cuota 100 aún están en curso, por lo que MiBAC debe evaluar las posibles correcciones de sus planes. “En cuanto tengamos cifras precisas”, dijo Bonisoli, “preveremos el aumento del número de contrataciones”. La idea del ministro sigue siendo, sin embargo, la de respetar las 6.000 contrat aciones hipotetizadas al principio de la legislatura (es decir, hasta 2023, suponiendo que no se produzca entretanto ninguna crisis que haga saltar por los aires al Gobierno). Y hacerlo de forma gradual: “No quiero 6.000 personas de inmediato”, concluyó el ministro, “para evitar un tope generacional dentro de 20 años con un gran número de recursos jubilándose al mismo tiempo”.

Sin embargo, existe un grave riesgo de que la Cuota 100 aumente considerablemente la necesidad: y si MiBAC ya está luchando hoy en día con una gran escasez de personal, ¿qué pasaría si la rotación no fuera en una proporción de 1 a 1? Aplastado por el peso de las salidas no sustituidas, ¿podría llegar a colapsarse el ministerio? En un clima económico cada vez más desfavorable, ¿cómo cumplirá MiBAC las expectativas?

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