Leyendo las actas de la conferencia de Lubec de 2011, me encontré con un interesante motivo de reflexión sobre el tema"museos y jóvenes": aunque llegue con un año de retraso, ya que nos referimos a la Lubec de 2011, sigue siendo un tema de acuciante actualidad. Especialmente interesante fue la intervención de Elena Pianea, directora del sector museístico de la Región de Toscana. En primer lugar, ¿qué entendemos por jóvenes? Nos referimos a todas las personas menores de treinta y cinco años, con especial referencia a esa subfase que comienza a partir de la edad de la escuela secundaria.
Elena Pianea, en su intervención, cita una estadística del IRPET (Istituto Regionale Programmazione Economica della Toscana) publicada en 2010 y relativa a los jóvenes toscanos: una sección de esta investigación está dedicada también a las frecuentaciones de los jóvenes toscanos durante su tiempo libre1. La encuesta, basada en los datos del ISTAT para el trienio 2006-2008, reveló la siguiente situación:
Actividades |
Toscana | Noroeste | Nordeste | Otros centros | Sur e islas | Italia |
Cines | 81,5 | 78,8 | 74,5 | 82,5 | 74,9 | 77,1 |
Disco | 59,9 | 59,7 | 59,9 | 59,9 | 53,7 | 57,4 |
Resultados deportivos | 41,7 | 41,2 | 41 | 42,3 | 39,7 | 40,7 |
Museos | 38,4 | 40,8 | 39,9 | 37,1 | 23,8 | 33,4 |
Otros conciertos | 37 | 39,4 | 39,5 | 42,5 | 39,7 | 39,8 |
Yacimientos arqueológicos | 28,7 | 30,2 | 29,7 | 29,5 | 17,6 | 25 |
Teatro | 23,9 | 24,2 | 23,7 | 28,9 | 19,3 | 22,8 |
Conciertos de música clásica, ópera | 13 | 13,2 | 13,2 | 15,2 | 11,6 | 12,8 |
Fuente: Elaboraciones del IRPET sobre datos ISTAT, Multiestudio “Aspectos de la vida cotidiana”. |
Las actividades son las que realizan los jóvenes de entre 18 y 34 años al menos una vez al año, el número se refiere al porcentaje de jóvenes sobre el total de encuestados que realizan esa actividad concreta al menos una vez al año. Así, resulta que en Italia sólo tenemos un 33,4% de jóvenes de entre 18 y 34 años que van a un museo al menos una vez al año (aunque la media se ve rebajada por el sur y las islas, donde el porcentaje baja incluso al 23,8%), y un 25% que en cambio va a visitar yacimientos arqueológicos (con el sur y las islas registrando cifras mucho más bajas que las demás partes de Italia, con un 17,6%)2. Omitiré por el momento la composición de este porcentaje en términos de cualificación educativa, pero es fácil imaginar que la gran mayoría de los visitantes de los museos son personas con un alto nivel educativo: un síntoma de que existen problemas de comunicación y de lenguaje, como observa la propia Elena Pianea, quien, volviendo al tema de la actividad, afirma también que "el verdadero reto para quienes nos ocupamos de los museos y del patrimonio cultural es comprender las formas en que la oferta del cine resulta atractiva"3. En mi opinión, sin embargo, esta observación puede ser un buen punto de partida, pero no es el verdadero reto: el verdadero reto es encontrar formas alternativas de atraer a los jóvenes a los museos, lo que, traducido, significa repensar el papel del propio museo dentro de la sociedad, en particular con respecto a los jóvenes.
De hecho, en otra intervención en la misma conferencia, a cargo de Gian Bruno Ravenni (coordinador del Área de Cultura de la Región de Toscana), se afirmó que "si no se conquista al público joven, nunca se conseguirá arraigar los museos en las comunidades locales"4. Ya hemos hablado en esta web de lo importante que es la historia del arte para la sociedad, pero si no conseguimos implicar a los jóvenes en este razonamiento, corremos el riesgo de hablar en vano. Por lo tanto, es necesario presentar el museo desde otra perspectiva, más atractiva para los jóvenes, en términos de armonía comunicativa y de cumplimiento de las expectativas: el diálogo con los jóvenes es indispensable para poder formular ofertas acordes con sus deseos. Y para ello, es necesario estar abierto a innovaciones que podrían rechazar a algunos, pero que al mismo tiempo tendrían el mérito de acercar el público joven a los museos. Sobre las modalidades de este diálogo me centraré quizás en otra ocasión, ahora me gustaría cerrar el artículo mencionando algunos ejemplos ya en funcionamiento de actividades atractivas para los jóvenes organizadas en contextos museísticos.
Uno de los más conocidos y discutidos es el del Museo MADRE de Nápoles, que en los últimos cuatro años ha organizado varias veladas con música y sesiones de DJ en sus instalaciones, transformando de hecho el museo en una discoteca: la iniciativa, que llevaba el nombre de Madrenalina, también permitía la entrada gratuita al museo los días siguientes a quienes hubieran adquirido una entrada para la velada5. Dejando a un lado las evidentes polémicas que suscitó una iniciativa de este tipo, y por no hablar de algunas de las implicaciones legales que afectaron a las veladas del museo6, combinar la música, incluida la música disco y los DJ sets, con elarte puede ser una forma viable de acercar al gran público potencial de jóvenes a los museos.
Es necesario centrarse en todos aquellos rituales que cuenten con el favor y la aprobación de los jóvenes: otra forma podría ser organizar aperitivos en las sedes de los museos, quizás con visitas guiadas a las obras incluidas, o dando la oportunidad de visitar sus salas a quienes tomen el aperitivo en un museo. E incluso en este caso, ya hay museos que han puesto en marcha iniciativas de este tipo, también con éxito: se podrían citar los ejemplos del Chiostro del Bramante de Roma o de los Musei di Strada Nuova de Génova. El primero dio lugar a una exposición titulada Vari(e)actions, que entre sus diversas actividades ofrecía también aperitivos de arte, sin olvidar, también en este caso, la música con un DJ7. En Génova, en cambio, el público pudo descubrir las obras del Palazzo Rosso durante la hora delaperitivo, en el transcurso de diversos eventos8 que consiguieron combinar el momento socializador y de convivencia típico del aperitivo con el momento cultural de la visita al museo. Siguiendo en Génova, no se pueden dejar de mencionar las iniciativas del Palazzo Ducale, que a menudo organiza fiestas cuya entrada incluye también la visita a la exposición que se esté celebrando en ese momento en las salas del palacio. Es el caso, por ejemplo, de las fiestas de Nochevieja organizadas por el palacio, que son siempre un gran éxito, y también puedo dar fe de ello porque, habiendo pasado unas cuantas Nocheviejas en Génova, yo mismo he sido testigo de ello varias veces... ¡! Por último, podría mencionar el museo con el que colaboro personalmente, a saber, el Museo Ugo Guidi de Forte dei Marmi, que, siempre dentro del binomio arte-música, organiza a menudo conciertos en los que la participación del público joven no es nada desdeñable.
Dj sets, aperitivos, conciertos, quizás incluso convenios con cines, ya que es el cine el pasatiempo favorito de los jóvenes: es necesario abrirse a nuevas perspectivas y empezar a pensar en el museo, por qué no, como un posible lugar de agregación, pero sólo podrá convertirse en un lugar de agregación para los jóvenes si se vuelve atractivo para ellos. Muchos no estarán de acuerdo, pero si se quiere hacer atractivo el museo para ese público de entre 18 y 35 años, el principal camino es organizar iniciativas que puedan satisfacer los gustos y expectativas del grupo de edad al que va dirigido, quitando al museo esa pátina poco atractiva y fascinante de ser un lugar para “eruditos aburridos”, como dice Gian Bruno Ravenni en su discurso, y razonando bajo una nueva luz, por el hecho de que los museos no pueden prescindir de los jóvenes, quienes, citando de nuevo a Ravenni, representan la verdadera clave para “arraigar los museos en la sociedad”.
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.