¿Están preparados los museos italianos para lo digital? Sí, si saben adaptarse

Partamos de la base de que estos meses de cierre han sido una importante prueba de la capacidad de las instituciones culturales, museos, parques, para permanecer “abiertas” y seguir cumpliendo el papel de “servicio público esencial” con el que se les ha investido durante años.

Permanecer “abiertos” ha significado seguir ofreciendo a sus públicos (y utilizo el plural a propósito) experiencias diversificadas, pero cada una encaminada a mantener vivo el interés por el patrimonio.

Cada museo lo ha hecho según sus propias capacidades y es evidente, como se ha reconocido en los numerosos momentos de reflexión y análisis crítico que han tenido lugar en los últimos meses (artículos de prensa, entrevistas, webinars dedicados, etc.) que no todos han podido hacer frente a esta onda expansiva bien por falta de personal, bien por falta de herramientas adecuadas, bien por falta de una estrategia entendida como planificación, diseño, creación de contenidos.

Pero no veo culpas específicas sino responsabilidades compartidas tanto por parte de las propias instituciones como de los usuarios. Una encuesta cuantitativa que la propia Finestre sull’ Arte publicó el 4 de julio por encargo de Impresa Cultura Italia - Confcommercio a Swg para analizar el “consumo cultural” durante el llamado cierre mostraba, por ejemplo, que sólo el 4% de la muestra de entrevistados seguía con interés las visitas virtuales a museos y yacimientos arqueológicos.

Proyecto Il Colosseo si racconta en el Parque Arqueológico del Coliseo. Foto Crédito B. Angeli

Es evidente que ante las encuestas, consultas, informes se corre el riesgo de agobiarse y enredarse con números y porcentajes, mientras que creo que cada institución tiene las herramientas para hacer su propio autoanálisis y valorar cuál y cuánto debe ser su oferta digital en el sentido más amplio en base a diferentes parámetros, tales como: disponibilidad de presupuesto económico; tipo de público; procedencia del público; extensión del museo y/o parque gestionado; posicionamiento del museo y/o parque dentro de la comunidad de referencia en las diferentes escalas de nivel; tipo de oferta.

Con estos parámetros se enfrenta diariamente el Parque Arqueológico del Coliseo y propone su oferta digital. Las inversiones en digital se desvían al refuerzo de la red Wi-Fi, punto de partida esencial para la venta de entradas en línea (que hemos garantizado a partir de la reapertura el 1 de junio), para la descarga de la App ParcoColosseo, que ofrece herramientas de reserva y elección de itinerarios de visita asociados a audioguías, y (en otoño) para la descarga de otra nueva y muy importante App Y&Co, que en 9 idiomas ofrecerá contenidos accesibles a todos en el signo del Desing for all. En cuanto a las competencias digitales, creo que el personal comprometido, formado por arqueólogos y arquitectos del Ministerio, que cuenta con el apoyo de profesionales externos (Social Media Managers, Social Media Strategists, Videomakers, empresas especializadas en la materia), dispone de los requisitos técnicos necesarios para la oferta de calidad de nuestros itinerarios multimedia en la Domus Transitoria, Domus Aurea, Santa Maria Antiqua y las Casas de Livia y Augusto (con light y video mapping) y para el conocimiento del contexto y de las colecciones que se convierte en storytelling en los medios sociales a través de la creación de rúbricas dedicadas que se utilizarán tanto online como in situ.

Una constante actitud de mediación hacia el interior y el exterior permite también satisfacer las necesidades del público, posicionando la oferta allí donde la demanda es mayor: el Parque Arqueológico del Coliseo se dedica constantemente a actividadeseducativas para niños, a emotivos vídeos y retransmisiones en directo dedicadas a contar el trabajo cotidiano sobre el terreno, a recorridos temáticos en la web www.parcocolosseo.it perfectamente realizables también en presencia, al nuevo relato contemporáneo del Parque con el formato “Paseos de las estrellas”.

En conclusión, creo que todos los museos están preparados para el reto digital si saben adaptar este reto a los distintos parámetros de evaluación que se han enumerado, empezando por sitios web adecuados en al menos dos lenguas extranjeras, enlazando y solicitando así conversaciones, cuidando tanto las colecciones como su narración, ampliando su oferta paso a paso pero siempre en nombre de la calidad.

Esta contribución se publicó originalmente en el nº 8 de nuestra revista impresa Finestre sull’Arte sobre papel. Haga clic aquí para suscribirse.

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