Tras el artículo sobre la exposición de Sgarbi en el Pabellón de Eataly para la Expo 2015, escrito por nuestro Federico y publicado el pasado 22 de abril en Finestre sull’Arte, se puso en contacto con nosotros el historiador del arte Davide Gasparotto, actual Conservador Senior de pintura en el Museo Getty de Los Ángeles, y antiguo funcionario de la Superintendencia del Patrimonio Artístico de Parma y Piacenza, responsable de Piacenza. Nos envía su contribución aparecida el pasado sábado 21 de marzo en el diario Libertà de Piacenza: Davide Gasparotto es una de las pocas voces que se han alzado contra la exposición de Sgarbi, en este caso para impedir que el Ecce Homo de Antonello da Messina, conservado en Piacenza, tome el camino de Milán. Pocas voces, pero fuertes y apasionadas: es por esta razón, así como por la coincidencia de puntos de vista, que nos proponemos amplificar la competente y muy interesante voz de Davide Gasparotto a través de nuestra página web, ofreciéndole la contribución publicada en Libertà. ¡Feliz lectura!
Partiendo del caso de la obra maestra de Antonello da Messina conservada en el Colegio Alberoni de Piacenza y de la reciente polémica suscitada en torno a su denegación de préstamo para una exposición, me gustaría intentar razonar por un momento sobre cuál es la finalidad y qué significa el préstamo de una obra de arte para una exposición.
Efectivamente, el préstamo de una obra de altísimo valor (no sólo comercial) conlleva importantes responsabilidades para el propietario o custodio de la misma. Antes de conceder un préstamo, hay que plantearse básicamente tres preguntas:
Todas estas son preguntas que el Presidente y los administradores de la Ópera Pia Alberoni se han planteado y a las que han respondido con gran previsión y sentido de la responsabilidad. A la primera respondieron con un posible “sí”, pero a las otras dos la conclusión fue negativa. Al leer el “Informe de instalaciones” del lugar propuesto para la exposición (es decir, ese documento que certifica las condiciones de exposición garantizadas por los organizadores), tampoco se daban, en mi opinión, las condiciones para una exposición segura de la obra maestra de Antonello.
Antonello da Messina, Ecce Homo (c. 1473-76; Piacenza, Colegio Alberoni) |
He leído que la presencia del cuadro en Milán funcionaría como un atractivo turístico para la mal conocida y descuidada Piacenza. Pero la creencia de que el traslado de una obra maestra puede tener un impacto positivo en el turismo cultural de cualquier ciudad de arte es completamente errónea. Si acaso, lo contrario; es el préstamo de la prestigiosa obra lo que ennoblece la exposición. Desde luego, no es enviando a Antonello a Milán y a Botticelli a Japón como se fomenta el conocimiento del patrimonio artístico local. En cambio, es invirtiendo en recursos para promocionarlo “in situ” como se podrían conseguir resultados duraderos.
Sin embargo, no se puede afirmar, como se ha hecho, que el Ecce Homo de Piacenza sea poco conocido. El cuadro es una de las obras más famosas de Antonello, y la Ópera Pia Alberoni lo ha valorizado cuidadosamente en los últimos quince años mediante una nueva exposición (una vitrina climatizada que permite controlar constantemente sus condiciones de temperatura y humedad) y también cediéndolo excepcionalmente en préstamo a iniciativas de gran interés cultural, como la comparación con el Ecce Homo conservado en la Galleria Nazionale di Palazzo Spinola de Génova (2000) y la gran exposición monográfica sobre el artista celebrada en 2006 en las Scuderie del Quirinale de Roma, donde la obra maestra de Antonello se colocó junto a las versiones del mismo tema que se encuentran actualmente en el Metropolitan Museum de Nueva York y en el Louvre de París. En los últimos años, la Ópera Pia ha acometido, con sus propios fondos, un complejo y costoso proyecto para mejorar y renovar la disposición de la llamada Galería Alberoni, diseñada por Vittorio Gandolfi en los años sesenta.
En los largos años en que fui funcionario de la Soprintensenza de Parma, mi colaboración con la institución piacenza fue siempre muy intensa y cordial, lo que me permitió apreciar el gran cuidado prodigado por los administradores para proteger y valorizar el conspicuo patrimonio artístico conservado en el Colegio.
El Ecce Homo de Antonello es el símbolo y el corazón mismo de las colecciones Alberoni, y comprendo bien la cautela y la reticencia de los administradores a dejarlo viajar sin una razón más que convincente. Son sentimientos que les honran.
El icono del Museo Getty donde he estado trabajando durante los últimos meses es el famoso cuadro del iris de Vincent Van Gogh. Como supe al poco de llegar aquí, nunca sale del museo por ningún motivo. Quienes vienen a Los Ángeles quieren encontrarlo allí. Así que intentemos traer a Piacenza a quienes quieran ver a Antonello.
Davide Gasparotto
Vittorio Sgarbi, foto de Perugia Online cedida bajo licencia Creative Commons |
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