Una nueva técnica en la historia del mosaico: la Anunciación de la catedral de Pisa


En la catedral de Pisa hay un mosaico único en el mundo: se trata de una Anunciación, atribuida a Lippo Memmi, que adopta una técnica que no se encuentra en ningún otro lugar. Todo lo que necesitas saber sobre esta fascinante obra.

Al entrar en la catedral de Pisa por la puerta principal, nos recibe el gran mosaico absidal que destaca imponente al final de la nave. En el centro destaca el Cristo Pantocrátor de Francesco da Pisa, mientras que a la derecha encontramos la figura de San Juan de Cimabue y a la izquierda la figura de la Virgen de Vincino da Pistoia. Continuando la visita, en los ábsides de los cruceros, podemos contemplar otros dos mosaicos murales que suelen pasar desapercibidos. Ambos están protagonizados por la Virgen, representada en laAnunciación, en el transepto norte, y en laAsunción, en el sur. Estas dos últimas obras han sido fechadas entre 1321 y 1345, es decir, realizadas en los años en que Vincino completaba la figura de la Virgen en el ábside principal. Sin embargo, mientras que la atribución del mosaico mayor es segura, los dos mosaicos menores no tienen un autor claro. Históricamente, se han atribuido a Francesco Traini, pero más recientemente algunos estudiosos los han asignado a Lippo Memmi (Siena, novena década del siglo XIII - 1356), incluyendo una interesante hipótesis de atribución a un joven Simone Martini.

Ambos mosaicos han sido parcialmente cubiertos por monumentos del siglo XVI, que ahora impiden su visión completa desde abajo. Aunque son menos atractivos que el mosaico principal, donde llama la atención la mano de Cimabue, no deben pasarse por alto por la información técnica única que contienen y merecen mucha atención. Gracias al cuidado que laÓpera de la Primaziale Pisana dedica a su patrimonio, ha sido posible llevar a cabo una cuidadosa restauración del mosaico de la Anunciación, y ahora también se están realizando trabajos de restauración en el de la Asunción. El trabajo sobre los mosaicos, seguido por quien escribe, no se limita a la conservación, sino que incluye también las fases fundamentales de investigación y estudio. En este caso, los trabajos han permitido profundizar en las técnicas de ejecución que constituyen la peculiaridad de estas obras.

Ábside de la catedral de Pisa. Foto: C. Pradel
El ábside de la catedral de Pisa. Foto: C. Pradel
Mosaico de la Anunciación atribuido a Lippo Memmi. Foto: C. Pradel
Mosaico de la Anunciación atribuido a Lippo Memmi. Foto: C. Pradel
Detalle del mosaico. Foto: C. Pradel
Detalle del mosaico. Foto: C. Pradel
El arcángel Gabriel
El Arcángel Gabriel
La Virgen
La Virgen

Los materiales utilizados para la teselación incluyen teselas de pasta de vidrio coloreado, a menudo cortadas en formas inusuales (como teselas alargadas que recuerdan el dibujo de pinceladas pictóricas), teselas de piedra, teselas de terracota, espejos y curiosas teselas de estuco. Estas últimas, creadas con mezclas de colores en forma de cubos cuadrados o rectangulares, se introducían en el mortero junto con las demás teselas. Las teselas de estuco pertenecen a la fase antigua del mosaico, no son teselas de restauración. Esta certeza viene dada por el mortero de base en el que están insertadas.



La composición de las figuras del mosaico está concebida en el uso sincrónico de todos estos materiales: cada uno tiene una función específica y responde a necesidades estéticas precisas. Los azulejos de estuco, muy pequeños, se utilizaron principalmente para componer las zonas más refinadas y precisas de las caras. En el mosaico de la Anunciación, de hecho, están representados 24 retratos, y tras la restauración ha sido posible recuperar y releer los rasgos de estos personajes, en parte ilegibles antes de la intervención. La limpieza ha permitido admirar el refinamiento de su ejecución, en la que predominan las teselas de estuco.

Pero, ¿por qué crear teselas menos preciosas y duraderas que los materiales utilizados tradicionalmente? La respuesta a esta pregunta puede hallarse observando la gama cromática de las mezclas vítreas que estaban a disposición de los mosaiquistas que trabajaron en ellas, por encargo y diseño del autor. Entre los colores disponibles falta el rosa piel, que era un color difícil de conseguir con pastas vítreas. Tradicionalmente, el rosa piel se ejecutaba con teselas de piedra o terracota que podían acercarse al color deseado. En este caso, se utilizaban teselas de piedra para los rostros y las manos, pero además de éstas, se idearon teselas de estuco que permitían ampliar la gama cromática de los tonos rosados. Estas teselas eran fáciles de obtener, ya que se fabricaban con materiales fáciles de conseguir y de trabajar (cal, aceites y pigmentos), por lo que los artesanos de la época aprovecharon este recurso para ampliar aún más su paleta, creando no sólo más tonos rosados, sino también tonos anaranjados, marrones, amarillos, ocres, verdes y blancos opacos que faltaban en las mezclas de vidrio.

Cristo
Cristo
Arch intrados cifras
Arco de figuras intradós
Arch intrados cifras
Arco de figuras intradós
Arch intrados cifras
Arco de figuras intradós
Arch intrados cifras
Arco de figuras intradós
Detalle
Detalle
Detalle
Detalle

Esta invención, que hasta la fecha sólo se encuentra en estos dos mosaicos, y que aún no se ha hallado en otras obras, convierte a los dos artefactos en un unicum técnico documentado hasta la fecha en la historia del mosaico. Otro aspecto curioso son los velos semitransparentes localizados en los rostros de las figuras que acentúan delicadamente volúmenes y sombras; se trata de pinceladas pictóricas semitransparentes compuestas de óleos y algunos pigmentos que se superponen a las teselas. Algunos elementos analíticos nos llevan a especular que se trata de retoques originarios de la concepción de la obra. Teselas de vidrio alargadas que recuerdan pinceladas, teselas de estuco a base de cal, óleos y pigmentos, y veladuras pictóricas semitransparentes sobre el teselado: estos elementos técnicos inusuales apuntan a un mundo en el que el mosaico se funde con la pintura. Los artistas a los que se atribuyen son conocidos como pintores, y los dispositivos técnicos utilizados en estas dos obras son el resultado de una fusión de mundos, el del mosaico y el de la pintura. De hecho, nos encontramos en un periodo histórico en el que la pintura empezó a tomar el relevo del mosaico, y aquí vemos un ejemplo de esta influencia.

Ahora se puede ver el mosaico de la Anunciación, se han retirado los andamios del transepto norte y las obras se han trasladado al transepto sur. Visitando la catedral, también se pueden admirar, con una mirada quizá algo diferente, estas magníficas obras.


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