En junio de hace siete años se inauguró el centro de arte contemporáneo permanente más activo y vivo de Apulia: el dedicado desde 1998 a Pino Pascali (Bari, 1935 - Roma, 1968) en Polignano a Mare, la ciudad de origen de la familia del artista, ya conocida por su generoso paisaje y por ser la cuna de Domenico Modugno.
Fundado hace veintiún años, el museo municipal se convirtió en Fundación en 2010 y desde 2012 tiene su sede en un antiguo matadero restaurado y bellamente optimizado, en una zona ya evocadora de por sí, el litoral apulense de la provincia de Bari que se asoma al Adriático.
Un museo con vistas al mar, por tanto, que aborda el horizonte internacional del sistema del arte, un punto de referencia institucional para el conocimiento, la memoria y la promoción de la figura artística de Pascali y un contenedor nutricio de obras de artistas contemporáneos cuyas obras pueden dialogar con las del protagonista.
La sede de la Fondazione Museo Pino Pascali en el paseo marítimo sur de Polignano a Mare |
El espacio central del museo. Foto Crédito Marino Colucci |
Hay que decir que una de las primeras iniciativas en su memoria fue la creación de una galería cívica en su nombre el mismo año de su muerte, y que al año siguiente se instituyó un premio “Pino Pascali” de arte contemporáneo, asignado a figuras relevantes del ámbito artístico-crítico.
Así, la valorización del corpus de Pascali prosigue en Polignano en paralelo a la conservación de algunas de sus obras en la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma, el MoMa de Nueva York, la Tate Modern de Londres, el Pompidou de París... hasta el Mumok de Viena o el Museo de Arte Moderno de Osaka, entre otros.
La importante colección-archivo que se encuentra permanentemente en el museo desde 1998 se compone ante todo del legado “inconsciente” dejado por el artista, recogido por su familia a su muerte, y de donaciones y adquisiciones, obtenidas a lo largo del tiempo en colaboración con la Región y el Municipio. Estas obras atestiguan el eclecticismo del artista gráfico Pascali, escenógrafo, escultor e intérprete que, sin mencionar nunca el territorio, su infancia y adolescencia en Apulia, tienen una sencilla “matriz mediterránea”, declinada después por las influencias artísticas internacionales que absorbió en Roma en los años cincuenta y brillantes sesenta.
Desde las experiencias publicitarias y televisivas, representativas de la época en asociación con Lodolo Film y trabajando para la RAI, hasta los experimentos escultóricos e instalativos que siguieron, en relación con galerías, espacios e importantes citas del sistema artístico oficial que le consagraron antes de aquel fatídico 1968. Testimonios, con proyectos gráficos, películas, instalaciones, bocetos, apuntes visuales y objetos personales que reconstruyen la historia y la vitalidad del hombre Pascali y a través de los cuales podemos rastrear los nudos temáticos de su floreciente, aunque breve, carrera.
Marco Giusti, Pino Pascali o le trasformazioni del serpente (2003; fotograma de la película producida por Rai 3) |
Del mismo modo, la colección del museo, viva, móvil y en constante enriquecimiento, sigue atrayendo donaciones y nuevas adquisiciones preparadas por la Fondazione Museo Pino Pascali (galardonada como Mejor Fundación de Arte Contemporáneo de Italia en 2013). De hecho, justo el año pasado se presentó una colección de fotografías inéditas y vídeos publicitarios originales recientemente restaurados.
También en 2018, en el 50 aniversario de su muerte, la introducción en la colección de la icónica Cinco gusanos de seda y un capullo (1968). Y este pasaje introduce el vínculo con su “propietario”, Fabio Sargentini (Roma, 1939) de la Galería L’Attico de Roma, personalidad internacional de primer orden en el centro de una exposición homenaje en curso en el museo.
De hecho, los intercambios con otras instituciones públicas y privadas (como la Pinacoteca della Città Metropolitana di Bari), así como con coleccionistas, garantizan el conocimiento o, en algunos casos, el redescubrimiento de su producción. Fundamentales en el proceso de conservación y conmemoración son las contribuciones a la restauración de algunas obras o la reconstrucción de otras a partir de dibujos originales históricos.
Pino Pascali, Cinco gusanos de cerdas y un capullo (1968; cerdas acrílicas sobre marco metálico) |
Hasta el 16 de junio de 2019, decíamos, se puede visitar la exposición My Way - Instalación con figuras, concebida por Sargentini, que se remonta a aquel decisivo tranche de vie que vio a Pascali juntos en el establo de L’Attico, Pascali junto a Jannis Kounellis, Eliseo Mattiacci, Simone Forti, Robert Smithson, Gino De Dominicis y Mario Merz, aquí reunidos simbólicamente en una evocadora instalación fotográfica a tamaño natural en torno al “dueño de la casa”, que se sitúa en el centro de una serie de imágenes de sus acciones más significativas de los años 1968-1970.
La exposición tuvo lugar porque Sargentini fue galardonado con el Premio Pino Pascali XXI y, como es habitual, se dedica una exposición individual al ganador anual del premio en el corazón del museo.
De My Way, Instalación con figuras de Fabio Sargentini - Edición Premio Pascali XXI |
Desde la inauguración oficial del Pino Pascali con la dirección artística de Rosalba Branà, este premio se ha convertido de nuevo en una ocasión interesante para los autores y el público. Un jurado elegido de edición en edición reconoce el valor de los excelentes actores de la escena, premia una obra y la adquiere en la exposición permanente del sótano del edificio. Se trata, por tanto, de un “observatorio” sobre las corrientes teóricas y prácticas de las artes visuales y escénicas, tanto apulianas, queriendo acercarse a la escena regional, como mundiales, con una mirada telescópica más allá de las fronteras. Se puede decir que el precioso “catálogo” de todo el patrimonio está abierto, también porque la absorción está en curso. Se acaba de anunciar la cesión en préstamo al artista y coleccionista Lino Sivilli (Bitetto, 1942) del dibujo original Progetto per Balena (1966).
Pino Pascali, Proyecto para Balena (1966). El proyecto autografiado representa las etapas detalladas de realización mediante la técnica del lienzo acanalado de uno de sus grandes “simulacros de escultura”. |
Al mismo tiempo, la Sala de Proyectos del edificio es un espacio para actividades especiales y se centra en los nuevos artistas que participan en la Casa Pascali. Como es el caso de LIUBA (Milán, 1971), que desde 1992 trabaja con performance, videoarte y proyectos interactivos y participativos, invitada a presentar en este contexto su exposición individual You’re Welcome, comisariada por Giusy Petruzzelli. Hasta el 21 de julio se podrá ver toda su obra relacionada con el tema de la bienvenida. Se exponen juntos fotos, vídeos y documentos de algunas de sus performances, Refugee Welcome (2013-2015), la serie With no time (2015) y You’re Out! (2014-16), esta última repuesta site-specific en Polignano para la inauguración del 7 de junio, junto con Welcome Here. Se trata de una notable reflexión sobre uno de los nodos centrales de la “mediterraneidad”, la crisis de los refugiados, y se ofrece como una invitación dirigida a la comunidad (gracias a la sinergia con las autoridades locales del SPRAR (Sistema de Protección para Solicitantes de Asilo y Refugiados)) así como un proyecto artístico articulado, presentado por la Galleria Marconi de Monsanpolo del Tronto (Ascoli Piceno) en colaboración con el CRAC - Chiara Ronchini Arte Contemporanea.
LIUBA, Sin tiempo #1 (2015-2016; performance instalación fotografía, moqueta). |
Esta propuesta se sustenta en una evidente y virtuosa comparación con ciertas peculiaridades pascalianas, empezando por la señalada experimentación multimedia y el alto índice de performatividad.
Pues bien, podemos reconocer una connotada y acogedora “matriz mediterránea” por tanto también en este modo en que la Fundación acoge exposiciones, iniciativas populares y muestras temporales, que se desarrollan inmediatamente junto al núcleo pascaliano.
Pero el museo no sólo se aloja in situ, sino que también se hace acogedor. Como en el caso de las dos participaciones en los eventos colaterales de La Biennale Arte di Venezia, el año pasado y especialmente en este 2019, con una gran y muy bien comisariada retrospectiva de Antonio Frugis y Roberto Lacarbonara, ambientada en el Palazzo Cavanis de Venecia, que se abre al público de exposiciones por primera vez con Pino Pascali.
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