Andrea Emiliani es una de las figuras más eminentes de la historia del arte italiano: gran erudito, alumno de Roberto Longhi y Francesco Arcangeli, también es conocido por ser un excelente superintendente del patrimonio cultural de Bolonia, Ferrara, Forlì y Rávena, así como director de la Pinacoteca Nazionale de Bolonia. En abril de 2011, con motivo de su 80 cumpleaños, el Giornale dell ’Arte obtuvo una entrevista con él en la que recorría su larga trayectoria. El periodista, Giovanni Pellinghelli del Monticello, recordaba con acierto cómo Andrea Emiliani seguía siendo recordado como “el protagonista de la temporada de grandes exposiciones dedicadas al arte boloñés”. Andrea Emiliani, en respuesta, habló de cómo se había gestado una de las mejores exposiciones jamás celebradas en Bolonia, su En la época de Correggio y los Carracci.
Catálogo de la exposición Nell’età del Correggio e dei Carracci |
La exposición se inauguró en Bolonia el 10 de septiembre y se celebró en dos sedes: la Pinacoteca Nazionale y el Museo Civico Archeologico. La exposición, que duró exactamente dos meses y finalizó el 10 de noviembre de 1986, abandonaría la ciudad de Bolonia en los meses siguientes para ir “de gira” a Washington (del 19 de diciembre de 1986 al 16 de febrero de 1987) y Nueva York (del 26 de marzo al 24 de mayo de 1987). La parada de Bolonia fue un enorme éxito: en sólo dos meses, cien mil personas abarrotaron las salas de las dos sedes que acogieron la exposición. El objetivo de la exposición era recorrer las etapas fundamentales de la pintura emiliana entre los siglos XVI y XVII, centrándose en los que se consideraban los principales centros de la región: Parma (Correggio, Parmigianino), Ferrara (Dosso Dossi y Bastianino) y Bolonia (los Carracci, Guido Reni, Guercino, Domenichino, Francesco Albani).
Parmigianino, Antea (c. 1530-1535; Nápoles, Museo Nazionale di Capodimonte) |
Correggio, Lamentación sobre Cristo muerto (c. 1524; Parma, Galleria Nazionale) |
A partir de las experiencias en Parma se desenredaría el hilo que más tarde conduciría al nacimiento de la escuela Carracci: la exposición insistía en particular en cómo el ejemplo de Parmigianino había sido importante para Ludovico Carracci y cómo, en cambio, el refinamiento de Correggio marcaría el clasicismo de Annibale Carracci. De hecho, Correggio fue considerado un punto de partida fundamental para las experiencias emilianas posteriores. Del clasicismo de Carracci surgiría más tarde la escuela boloñesa del siglo XVII, con figuras preeminentes como Guido Reni (mencionado en relación con la exposición de 1954), Domenichino y Guercino. Aunque la exposición se centró, como ya se ha dicho, principalmente en la vertiente clasicista, sin duda habría estado incompleta si no hubiera examinado el componente más marcadamente naturalista de la escuela de Carracci, y del arte emiliano en general: El naturalismo estaba representado por préstamos excepcionales, como la Carnicería de Annibale Carracci, procedente del Kimbell Art Museum de Forth Worth, y también algunos cuadros de Caravaggio, cuya pintura siempre se ha relacionado con la de Annibale Carracci, aunque las conclusiones a las que se ha llegado a lo largo de los años nunca han sido unívocas y seguras.
La exposición tuvo éxito no sólo en la intención de suscitar un interés internacional por la pintura emiliana en su conjunto, interés que en cualquier caso ya había surgido a raíz de las exposiciones de los años cincuenta, sino también en la de afirmar la pintura emiliana en un contexto europeo más amplio. Si de hecho existía una tendencia a considerar el arte emiliano como un fenómeno totalmente italiano, la exposición de 1986 contribuyó a que se considerara casi como un barroco moderado con acentos marcadamente clásicos. En resumen, la contribución que el arte emiliano había aportado a la historia del arte consistía precisamente en constituir una alternativa al Barroco europeo, más exuberante y dinámico. No hay que olvidar tampoco que la exposición de 1986 representó el inicio de una colaboración entre los institutos boloñeses y los Estados Unidos: en 1988, por ejemplo, se organizó una nueva exposición sobre Guido Reni que se celebró en la Pinacoteca Nazionale de Bolonia y luego se trasladó al Los Angeles County Museum of Art y al Kimbell Art Museum de Fort Worth. Fueron las primeras exposiciones itinerantes a escala transoceánica, y la de 1986 sigue siendo hoy un excelente ejemplo de colaboración internacional entre grandes museos, dedicados a comisariar una exposición con un proyecto científico serio, que además consigue divulgarlo y atraer a un gran número de visitantes.
Annibale Carracci, Carnicería (c. 1580; Fort Worth, Museo de Arte Kimbell) |
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