El Retablo de Villano de Michele Ragolia: una obra maestra conservada en el Vallo di Diano


Una mirada en profundidad a un retablo del artista siciliano Michele Ragolia, conservado en Polla, y que representa a San Gaetano da Thiene dando la regla.

De la iglesia en desuso de la Cofradía del Santísimo Rosario de Polla, pueblo situado en el espléndido marco del Vallo di Diano, procede el lienzo que representa a San Gaetano de Thiene dando la regla, obra de Michele Ragolia (Palermo, 1638 - Nápoles, 1686). Fue restaurado en la década de 1980 y colocado en la iglesia de Cristo Rey de Polla; su buen estado de conservación y su mérito artístico han atraído la atención de diversos estudiosos.

Al fondo, en el lado derecho del cuadro, aparece un caballero genuflexo que, con la cabeza inclinada y las manos unidas al pecho en un acto de fe, aparece casi en el centro de la composición: el encaje y la gorguera, la capa típica y el cabello suelto en la nuca son elementos que nos remiten al siglo XVII. Junto a él, hacia el margen derecho del cuadro, aparecen dos figuras femeninas, una joven y rubia, que parece estar cantando, y la otra, menos joven y morena, con la cabeza velada y las manos juntas en oración, que parece murmurar esos cantos u oraciones que pueden leerse en la partitura que sostiene el gracioso ángel de la izquierda, en primer plano. La primera mujer aparece delante y en gran parte oculta por la figura del caballero, mientras que el perfil de la segunda basta para introducirla en la escena. El ángel posee una sensualidad inaudita que salta a la vista: está retratado de perfil, con la pierna sobresaliendo de su túnica rosa blanca como la nieve y con un hombro descubierto que revela una piel nacarada; la partitura está sostenida por sus manos dulces y delicadas que lo hacen aún más seductor; incluso las alas están representadas con atención al detalle, lo que trae a la memoria el arte flamenco, así como el bodegón que se describe con todo detalle. En el centro, o más bien descentrado a la derecha, hay un religioso con hábito oscuro arrodillado ante la figura erguida del santo que domina el vasto campo del lienzo, vestido del mismo modo que despliega la página de un libro que ofrece palabras evangélicas. En el ángulo superior izquierdo, sobre un nimbo sostenido por dos angelitos, se representa a Jesús bendiciendo y a su lado a San Pablo y San Pedro.

Michele Ragolia, San Gaetano da Thiene dà la Regola
Michele Ragolia, San Gaetano de Thiene da la Regla (1666; Polla, Cristo Rey)

El tema del cuadro es la presentación de una familia noble al Redentor con la devota intercesión simbólica de un santo, que respeta la costumbre y el gusto de la nobleza feudal. El esquema aquí representado recuerda al de la ilustre familia del retablo de Pésaro de Tiziano, aunque con algunas diferencias: en el cuadro veneciano predomina la figura de la Virgen y las figuras intermedias de San Pedro, San Francisco y San Antonio, mientras que en la parte inferior derecha, los patronos no desmerecen la composición, ya que se ven, a excepción del caballero cubierto por el manto, sólo algunos elementos de la persona en planos secundarios o en un primer plano marginal.

En el retablo de Polla, gran parte del fondo está ocupado por una vista de una ciudad en la que se reconoce a Polla en el siglo XVII, con un campanario de tres cuerpos retranqueados y una cúpula coronada por una linterna, que casi con toda seguridad pertenecen a la iglesia de San Nicola dei Latini, representada tal como era en aquella época. El artista traiciona la libertad que se permitió al representar el paisaje disponiendo los elementos en una orientación diferente.

Tiziano, Pala Pesaro
Tiziano Vecellio, Pala Pesaro (1519-1526; óleo sobre lienzo, 478 x 268 cm; Venecia, Basílica de Santa Maria Gloriosa dei Frari)

La familia noble representada con el fondo de Polla debe ponerse en relación con la ciudad, dando razón a la tradición local, que ve en estos personajes a la familia del marqués Villano, señores feudales de Polla en la época, y en el santo intercesor, san Gaetano. En efecto, sabemos que a finales de 1625 Giovanni Villano, tras la muerte de su esposa, se retiró a Nápoles entre los padres teatinos del convento de San Paolo Maggiore, donde murió dos años más tarde, renunciando a todos los privilegios feudales en favor de su hermano menor Francesco Antonio, que se convirtió así en el nuevo marqués de Polla. Esta noticia está confirmada en los Diarios de Nápoles de Bulifon, donde se lee que “el 25 del mismo año, el padre [...] Villano terminó agradablemente sus días del año, habiendo depuesto poco antes, con una magnánima negativa, el marquesado de Polla para servir a Dios”. El erudito Vittorio Bracco afirma que el cuadro puede fecharse en un periodo no anterior a 1625 y no posterior a 1627, identificando al noble genuflexo como el nuevo señor feudal, al monje arrodillado como el marqués Giovanni Villano ya vestido con el hábito teatino, mientras que el intercesor de pie, con sotana negra, como san Gaetano da Thiene, en aquel momento sólo beato porque su canonización como santo fue llevada a cabo por el papa Clemente X en 1671. Es evidente que la representación de San Gaetano, con su túnica negra, su rostro demacrado, su barba corta y su frente alta, deriva de la circulación de grabados con su efigie, como seguramente circulaban en la época estampas de la Vida de San Cayetano escrita en 1619 por Juan Bautista Castaldo. Las dos figuras femeninas han sido reconocidas como la esposa del marqués, Emilia, y su hermana, Lucrecia.

En cuanto a la datación y el nombre del autor, ha cambiado gracias a deducciones basadas en hallazgos objetivos realizados por Alfonsina Medici. Dado que Michele Ragolia permaneció en Polla en 1666 para pintar nada menos que cuarenta lienzos para la majestuosa iglesia de San Antonio por encargo de los padres franciscanos observantes, es casi seguro que pintó la obra en cuestión ese mismo año. Lo que prueba la atribución es el descubrimiento, en la iglesia de San Paolo Maggiore de Nápoles, de un lienzo casi idéntico con la única variación del paisaje, que en el lienzo napolitano representa el pronaos de un antiguo templo. Carmine Tavarone ha estudiado detenidamente los dos lienzos, basándose en una reconstrucción histórica de la actividad del pintor palermitano que, antes de llegar al Vallo di Diano, había trabajado en Nápoles. Atribuyendo el lienzo napolitano, pintado en 1643, a Massimo Stanzione, Tavarone afirma que el lienzo de Polledo es sin duda posterior y que el autor pudo ser Ragolia. Por tanto, el retablo fue encargado por el hermano de Giovanni Villano, Francesco Antonio, probablemente para cumplir un voto tras la peste de 1656. Vega De Martini, tras examinar las dos pinturas, confirmó también que el estilo de Ragolia no difiere mucho del del Retablo Villano.

El Pala Villano desempeña un papel importante en la historia de Polla porque en esta obra, bellamente restaurada en los talleres de la Certosa di San Lorenzo en Padula, se encuentra el único testimonio del aspecto que tenía la ciudad en el siglo XVII antes de ser destruida por los terremotos de 1694 y 1857. El fondo Pollese une aún más el lienzo con el significado que se pretende expresar en él: la transferencia del feudo de un hermano a otro y la bendición que el primero pidió sobre el otro y sobre la familia restante en el momento en que tomaron posesión de la ciudad.

El cuadro se introduce fácilmente en el panorama histórico y en el clima moral introducido por la Contrarreforma, lo que se acentúa por la inclinación de la cabeza del joven noble, acentuada por su mirada patética. El retablo también confirma la religiosidad a la que estaba sujeta la familia en cuestión, ya que la hija de Giovanni, Beatrice, demostró su carácter piadoso desde muy joven, decidiendo tomar los votos en la orden de los frailes dominicos con el nombre de Sor María, y estableciendo una nueva comunidad llamada “Divino Amor” en Nápoles. El marqués Giovanni envió cartas a su hija desde Polla entre agosto y octubre de 1625 en las que expresaba su intención de retirarse al convento napolitano de San Paolo Maggiore tras la muerte de su esposa Emilia. La observación del cuadro revela que el exterior de la iglesia de San Nicola dei Latini es diferente del aspecto que presenta en la actualidad, lo que hace suponer que la cúpula fue demolida intencionadamente, aunque esto es injustificable, o que se derrumbó durante uno de los dos terremotos del 8 de septiembre de 1694 y del 16 de diciembre de 1857 que asolaron toda la zona del Vallo di Diano, incluida Polla.

Entre otras cosas, durante el terremoto de 1857 también se derrumbó la iglesia adyacente de Santa Maria dei Greci, donde había “en el suffitto de dicha iglesia diecinueve óleos que representaban diversos misterios y milagros de la Virgen María”. Se sabe que el autor fue un tal Michele Ragolia, de Sicilia, que en aquella época dejó varias pinturas en Polla", como se desprende del inventario de 5 de julio de 1811 de todas las pinturas y bajorrelieves existentes en la iglesia parroquial de la citada iglesia. El examen de la pintura revela otro elemento anómalo: el campanario situado a la derecha de la cúpula de San Nicolás, que pertenecía a la iglesia más antigua, estaba detrás de ella, mientras que ahora está delante. Esto sólo puede explicarse por un hipotético añadido del oratorio en el siglo XVIII, atestiguado por la inscripción del interior, en la zona que antes ocupaba el campanario. El cuadro muestra también un tramo de muralla, reconocible por su coronación almenada, a los pies de la cúpula y del campanario de la iglesia de San Nicolás de los Latinos, que formaba la antigua muralla de cortina que se remonta a la primera fundación de la ciudad, erigida en la época de los normandos en el siglo XI y de la que aún se conservan algunas torres convertidas en viviendas y algunos arcos de puerta. Sin embargo, en el siglo XVII, como puede verse en la imagen, el asentamiento había superado su perímetro original, descendiendo por la colina.

Otra confirmación que nos lleva a atribuir el retablo a Michele Ragolia es el atisbo de Polla al fondo a la derecha, ya que el pintor probaría suerte más tarde pintando una vista desde un salón noble de un palacio napolitano, más concretamente en elInterno da collezionista, pintado en 1670. Este pudo ser el preludio de su posterior encargo en la ciudad napolitana, además de capital del Reino y centro político y cultural estratégico, donde ya había realizado importantes encargos. El considerable tamaño del retablo sugiere que fue realizado in situ, evocando una época y una sociedad ya desaparecidas.

El artista no parece tan ajeno a las grandes corrientes artísticas establecidas en la pintura napolitana, que van del caravaggesco al carraccesco. De hecho, algunos elementos recuerdan a varios cuadros de conocidos artistas napolitanos: el San Gaetano recuerda el de los frescos de Stanzione (hoy reducidos a unos pocos fragmentos) en la iglesia de San Paolo Maggiore de Nápoles; el ramo de lirios, abajo a la izquierda, recuerda el detalle similar de un cuadro de Mattia Preti que representa a la Virgen entre los santos Gaetano y Francesco da Paola, en la iglesia de Santa Bárbara de Taverna, en la provincia de Catanzaro; el collar de San Gaetano en el cuadro de Polla tiene doble vuelta, mientras que en el cuadro de Preti se representa con una sola vuelta.

Mattia Preti, Madonna col Bambino tra i santi Gaetano da Thiene e Francesco da Paola
Mattia Preti, Virgen con el Niño entre los santos Gaetano da Thiene y Francesco da Paola (mediados del siglo XVII; óleo sobre lienzo, 233 x 160 cm; Taverna, Santa Bárbara)


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