El reloj electromecánico Cifra 5: la revolución Solari


A mediados de la década de 1950, la empresa Solari de Udine encargó al diseñador Gino Valle el diseño de un revolucionario reloj electromecánico: el Cifra 5.

Nuestros lectores “por lo demás jóvenes” seguramente recordarán los antiguos relojes de las estaciones de tren: antes de los modernos monitores digitales, las horas en las estaciones de tren se marcaban con dispositivos electromecánicos que se caracterizaban por unos dígitos fijos que cambiaban con cada clic. Los millennials, si no los han experimentado directamente, probablemente los han visto en alguna película. Durante décadas, esos relojes fueron familiares para quienes tenían que coger el tren: entonces, en los años 50, una empresa y un diseñador, ambos de Udine, quisieron llevar ese tipo particular de reloj a todos los hogares italianos. Así nació, entre 1954 y 1955, el reloj electromecánico Cifra 5, una creación de Gino Valle (Udine, 1923 - 2003) realizada para Solari, fabricante de relojes desde 1725, en colaboración con su hermana Nani Valle (Fernanda Valle; Udine, 1927 - 1987), arquitecta de profesión, el ilustrador y diseñador gráfico Michele Provinciali (Parma, 1921 - Pesaro, 2009) y el inventor belga John Myer.

Solari quería fabricar un reloj completamente distinto de los que llevaban manecillas , que en aquella época eran la única solución para quienes querían tener un reloj en casa. La idea de sustituir las manecillas por números se le ocurrió a Remigio Solari, fundador de la empresa de Udine: la intuición surgió unos años antes y se aplicó a los tableros y relojes de las estaciones, como el de la estación de Santa Maria Novella, diseñado por el arquitecto Nello Baroni, e instalado en la década de 1930. Solari patentó su sistema de dígitos en clic y luego, en los años 50, pensó en llevarlo también a los hogares.



El reloj Cipher 5
El reloj Cifra 5
El reloj Cipher 5
El reloj Cifra 5
El reloj Cipher 5
Reloj Cifra 5

Cifra5 marcaba la hora con dígitos, explotando una tecnología que hasta entonces sólo se había utilizado en entornos industriales o comerciales. Las estaciones de ferrocarril, por ejemplo. Por ello, Valle pensó en un objeto versátil, sencillo, que pudiera instalarse en el hogar sin especial dificultad y que se adaptara a distintos tipos de entorno. La caja del reloj era de líneas sencillas, de forma ligeramente convexa y con el característico color crema. La esfera mostraba números separados para las horas y los minutos. Los números estaban grabados en aspas verticales que giraban gracias a un sistema de rodillos dentro de la caja. Para poder introducir en el reloj el número de paletas necesario, ya que era impensable colocar más de cincuenta para los minutos, Valle recurrió a la ayuda de Myer, que sugirió el uso de los dos rodillos numerados para explotar las combinaciones numéricas. En el manual de instrucciones del Cifra 5 , Solari también explicaba las formas en que se podía utilizar el reloj: como reloj de pared o como ornamento. En el caso de la instalación mural, el Cifra 5 se apoyaba en un soporte sujeto a una espiga de madera que había que empotrar: en el kit que se vendía con el reloj se podían encontrar tanto la espiga como los tornillos para montarla. Por lo demás, el práctico pedestal permitía transformar Cifra 5 en un original reloj de sobremesa.

Cifra5 era un reloj de cuerda eléctrica: por tanto, había que enchufarlo. Para ajustar la hora la primera vez que se utilizaba el reloj (o para corregir cualquier desfase horario: el manual de instrucciones advertía de la posibilidad de que el reloj se adelantara o atrasara), era necesario accionar una palanca (para los minutos) y un arpón (para las horas), situados detrás de la caja, que ponían los rodillos en la posición correcta. También había una palanca en la parte trasera del reloj para detener el avance de la hora. Curiosamente, en el manual se utilizaba un imperativo rotundo para invitar a los propietarios de Cifra 5 a ajustar la hora utilizando la palanca (“la palanca 9 sirve para darle la hora correcta: ¡ÚSELA!”).

El manual Cifra 5
El manual de Cifra 5
El manual Cifra 5
El manual de Cifra 5
El Dator 5 con indicador de fecha
El Dator 5, el Cifra 5 con indicador de fecha

Se trataba de una innovación sin precedentes que introducía una nueva forma de marcar el tiempo, razón por la cual fue patentada en 1957 en varios países. Pero antes, en 1956, el Cifra 5 había sido galardonado con el Compasso d’Oro, con la siguiente motivación: "El reloj Solari, galardonado con el ’Premio La Rinascente Compasso d’oro 1956’, es el resultado más reciente de una producción de relojes electromecánicos que durante años se ha preocupado por conseguir la legibilidad más evidente de una forma unificada. En este reloj, la adaptabilidad de las dos posiciones (soporte y suspensión), la solución de la conexión entre el cristal y el plástico, la excelente calidad del acabado y el cuidado puesto en las letras, son algunos de los aspectos más evidentes y cualificados’.

A partir de Cifra 5 descendería una amplia familia de relojes de palas, empezando por Cifra 3, quizá el reloj más famoso de Solari, que también entró en la colección del MoMA, y que fue especialmente popular porque renovaba la estética de Cifra 5 en clave más moderna, haciéndose aún más versátil y accesible (además, recientemente ha vuelto a fabricarse). A su vez, Cifra 5 se actualizó (también se fabricaron versiones con calendario: Emera 5, que marcaba el día de la semana, y Dator 5, que también mostraba la fecha). Un reloj quizás poco conocido hoy en día para la mayoría de la gente, pero que representa una de las imágenes más reconocibles de los años 50 y que, sobre todo, inició una pequeña revolución. Fue el producto de la empresa a la que debemos la existencia de los teleindicadores de estaciones y aeropuertos que rápidamente se generalizaron a lo largo de las vías de comunicación de todo el mundo y cambiaron la forma de marcar las horas. Una revolución que empezó en Udine.


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