El intérprete no es un actor, es el que actúa". Conversación con Angelo Pretolani


Angelo Pretolani es uno de los pioneros de la performance italiana, en activo desde 1973. En esta conversación con Gabriele Landi, habla de su arte.

Angelo Pretolani (Génova, 1953) es uno de los pioneros de la performance italiana. Su primera performance, Minotauro,data de 1973 , con la que denunció el desconcierto de la gente ante el crecimiento, a menudo incontrolado, de las ciudades. Desde entonces, Pretolani se ha expresado a través de numerosas performances (una de las cuales se ha representado ininterrumpidamente durante diez años en Facebook para explorar el potencial de las redes sociales), pero también mediante la pintura, la fotografía, la poesía y el teatro. Ha expuesto en numerosas galerías y museos. Y habla de sí mismo en esta conversación con Gabriele Landi.

GL. Hola Angelo, a menudo se muestran los primeros signos de predisposición por el arte desde la infancia, ¿también fue así para ti? Háblenos de ello.



AP. Respondo “pescando” de una écfrasis de una de mis performances de “Bajo el pavimento...”: Viernes 7 de septiembre de 2018 - Angelo se frota una hoja de laurel en la frente, repetidamente. Hace unas noches, un recuerdo de cuando era niño apareció de repente en su mente... un día en el mercado su mamá le compró un pequeño caleidoscopio; tal vez todo comienza a partir de ahí. Aspiratio numinis. En cuanto a mi infancia, otras dos écfrasis aclaran bastante bien lo sucedido: Viernes 13 de febrero de 2015 - Angelo de niño no soñaba con ninguna vida, pensaba que no tenía derecho a ninguna; dispone dos hojas de laurel una junto a otra, muy juntas, como las alas desplegadas de un cuerpo ausente. Sonríe, frente a una pared blanca; saca un pañuelo del bolsillo, lo agita en el aire como para despedirse de alguien que se va -sigue dibujando (da)sus mundos pleonásticos, de noche, sobre todo, en su bove (y hay quien ve en estos dibujos sus propias obsesiones). Oye una campana fuera del escenario, tintineando, mucho - hay veces que la única posibilidad de salvación es el sueño... hay historias por escribir... las hay. Viernes, 10 de abril de 2015 - Angelo suspira; frunce los labios en una mueca completamente conductual. Se perfuma las manos frotándolas en una hoja de laurel; sonríe, susurra, estoy cansado de los curiosos: la confianza en la multitud siempre ha costado engaño. Por haberla descuidado siempre deliberadamente, ahora tendrá que empezar a observar el tiempo, no el tiempo y no desde un punto de vista social sino físico. De niño no desarrolló ningún sentido de pertenencia a los lugares, donde le ponían se quedaba, ahora no encaja en ningún sitio.

¿Hubo encuentros con personas, lugares, objetos que favorecieron su acercamiento al arte?

Creo que... probablemente dos películas... 1966, Blow up, de Michelangelo Antonioni, y Performance, de 1970, dirigida por Donald Cammell y Nicolas Roeg. Más la primera que la segunda... Blow up también la recordé hace unos años en una acción “Bajo el pavimento...”. Viernes 3 de octubre de 2014 / h 8.21 h - Angelo pasea por el Bosque de Parménides; sonríe a Viernes, sonríe, sí, ha aprendido más de Blow up de Antonioni, en el clímax que irradia esa película, que de todas las clases de historia del arte que tomó después en el instituto. También él juega de vez en cuando sin balón, aunque no se dé cuenta. Susurra, permanecer inconsciente no es un acto de voluntad.

Quería preguntarle por Gian Franco Fasce, ¿cuál fue su relación con él?

Con Gianfranco Fasce había una relación de estima y respeto mutuo, muy intensa, ciertamente, pero no era mi maestro, si es eso lo que quiere saber. No tengo ningún maestro al que señalar, aunque Flaminio Gualdoni escribió en la presentación del catálogo de mi exposición individual en la Galleria Spazia (Bolonia, 1995) que Gianfranco Fasce era el maestro del joven Pretolani. Como ya le dije con ocasión de su Primo amore [nota del editor: Parola d’artista, Primo amore, 24 de octubre de 2020]: “Interesado por una dimensión diferente de hacer arte, siempre miré más a mi alrededor que hacia atrás; ya lo he dicho en otras ocasiones, aprendí la historia del arte sobre la marcha, pues consideraba más importante sentir que comprender o saber. [...] Recuerdo una vez, durante un almuerzo en casa de Rosanna Chiessi, cuando todo el mundo se dirigía a Bob Watts como maestro, mi amigo e intérprete Augusto Concato me pasó por debajo de la mesa un trozo de papel en el que había escrito: ’Yo soy mi propio maestro’”. Ya está. A esta respuesta puedo añadir, para hacerla más ’completa’, la écfrasis de mi actuación bajo la acera el viernes 16 de agosto de 2019 y colgada en Facebook con una imagen que la acompaña: Viernes 16 de agosto de 2019: Angelo comporta; slow marcher, ’desentrañador’ de actos inincidentes. El primero en creer en él fue el pintor Gianfranco Fasce, gran entendimiento, una relación basada en la imaginación. Nunca saturados, ambos fascinados por lo inaceptable.

Angelo Pretolani, Minotauro, Génova, 10 de septiembre de 1973, espectáculo
Angelo Pretolani, Minotauro, Génova, 10 de septiembre de 1973, performance
Angelo Pretolani, Aparición, Génova, 14 de febrero de 1976, performance
Angelo Pretolani, Apparizione, Génova, 14 de febrero de 1976, performance
Angelo Pretolani, Aparición, Génova, 20 de noviembre de 1976, performance
Angelo Pretolani, Apparizione, Génova, 20 de noviembre de 1976, actuación
Angelo Pretolani, El ángel Pretolani (sello y collage sobre papel, 29,7 x 21 cm)
Angelo Pretolani, El ángel Pretolani (sello y collage sobre papel, 29,7 x 21 cm)
Angelo Pretolani, Campo (La naturaleza oculta la cultura) (1979; hojas y collage sobre cartón, 19 x 24 cm)
Angelo Pretolani, Campo (La naturaleza oculta la cultura ) (1979; hojas y collage sobre cartón, 19 x 24 cm)
Angelo Pretolani/Centro Uh!, Tran-concert De Rezke, performance. Scandicci-Marina di Pietrasanta- Génova Nervi, 1982.
Angelo Pretolani/Centro Uh!, Tran-concert De Rezke, performance. Scandicci-Marina di Pietrasanta- Génova Nervi, 1982.

¿Su trayectoria comenzó con la pintura?

Al principio, pero durante muy poco tiempo, ya trabajaba en performance a los 20 años (como demuestra mi participación en la X Quadriennale en 1975 con obras de 1973)... pero luego volví a ella hacia mediados de los 80, pero siempre con intenciones performativas... refiriéndome al texto que Flaminio Gualdoni escribió para mi exposición individual en la galería Spazia de Bolonia, leemos: "Nunca se presta la debida atención a la importancia, en la obra de John Cage, del estudio y la recolección de setas [...] Pretolani, eligiendo para sí un camino completamente marginal, una especie de pequeño camino sapiencial, decidió frecuentar bosques similares [...] Recogía trozos de madera, ramas, raíces: Retazos juntos espurios, porque expulsados del curso de la necesidad natural [...] Estos materiales Pretolani los trasladó a su estudio. [...] Las ramas retorcidas, combinadas con un ingenio elemental -el del fabricante de tiendas, canoas, tambores...- se convierten en el esqueleto y el núcleo sobre el que se extiende el lienzo del cuadro, que adquiere un curso fracturado e irregular, casi como si quisiera redibujar una posibilidad objetiva de la forma-pintura a través de medios no metodológicos. También me gustaría añadir una reflexión de Fabio Mauri: “Para mí, sin embargo, el artista nunca se ha alejado de la pintura, aunque no haga cuadros. Con una imaginación fuertemente significante más allá del ahora estrecho espacio del cuadro, el pintor intentó competir con la multitud de los pactos de existencia”.

¿Cómo llega a la performance y qué importancia tiene el aspecto ritual en su obra?

Como ya he dicho en otras ocasiones, “crecí” en los años de la llamada protesta juvenil post-sesenta y ocho... era la época de la imaginación al poder, de la utopía, del rock psicodélico. Era una revuelta existencial y en ese ambiente nacieron mis primeras actuaciones. Era 1973. De las diversas posibilidades expresivas, la performance me pareció inmediatamente la más adecuada a mi sensibilidad situacional. En cuanto a la relación entre ritualidad y performance... yo diría que la ritualidad es casi un hecho indirecto e involuntario, no buscado, en el sentido de que en el momento de la acción uno realiza actos y, para simplificar las cosas, se pueden reconocer como rituales pero no presuponen identidad... por eso me gusta decir que el performer es un actante y no un actor, es el que realiza actos... actos existenciales. La ritualidad presupone reglas y, por tanto, tiene más que ver con el teatro que con la interpretación. También me gustaría recordar, siempre a propósito de la ritualidad, lo que escribió Cristina Palmieri: “... los gestos de Angelo Pretolani no son en realidad puros ’significantes’. O más bien pueden serlo en la medida en que los entendamos en el sentido lacaniano, como expresión de una ritualidad instintiva a través de la cual el inconsciente se comunica y nos habla. Por tanto, su conmoción va más allá del minimalismo aparente que parece caracterizarlas”.

¿Sus actuaciones siempre han contado sólo con usted como intérprete?

Principalmente sí, pero en algunas ocasiones ha sido necesario “servirse” de otra figura... como por ejemplo en la performance Spirit in the sky, realizada para la exposición Imagerie Arty Fashion (Trieste, 2003) comisariada por Maria Campitelli, donde era necesaria una presencia femenina y me serví de una modelo, Valentina Morelli. Esta performance, rechazada por el Museo Revoltella porque la modelo aparecía desnuda, fue acogida en cambio por la galería Lipanje Puntin... “... encima de un montón de periódicos, una modelo hierática se quita lentamente un pesado vestido gris, un chitón del tercer milenio, realizando un striptease asensual, que se convierte en un ritual solemne. Al desnudarse, deja al descubierto una venda de gasa blanca sobre los pechos y un exvoto en forma de corazón. Lo sagrado y lo profano se cruzan [...] El espíritu está en el cielo” (M. Campitelli, Julieta nº 115, diciembre de 2003, p. 52). Otras veces... a principios de los ochenta, hasta marzo del 83, con los espectáculos del Centro Uh!, el artista Roberto Rossini también actuaba conmigo... y luego, a finales de los ochenta, cuando había formado el grupo del Programa Angelo Pretolani para los espectáculos definidos como “Nuovo Teatro” por el crítico Giuseppe Bartolucci... otros tres o cuatro actores actuaban conmigo en la performance, dependiendo de la ocasión.

¿Puede contarme algo más sobre estas experiencias?

¡En cuanto al Uh! fue una experiencia breve pero muy intensa, nacida en diciembre de 1979 por tres artistas: yo mismo, Adriano Rimassa y Roberto Rossini. Una experiencia de grupo que terminó en marzo del 83 y que produjo numerosos espectáculos, presentados en festivales nacionales e internacionales... y Boring Test, una serie de emisiones de radiodramaturgia experimental en RAI Radio Uno. El grupo nació como reacción y como movimiento “situacionalmente” resistente al clima de “vuelta al orden” que reinaba a finales de los años setenta. Lo que teníamos en común era el espíritu de búsqueda de nuevos lenguajes... siempre con la intención de ’restablecer el desorden’... Comenzaban los años 80, años de reflujo, de vuelta al orden, en los que los yuppies se abrían paso. El Centro Uh! fue esencialmente una experiencia de intrusión... en territorios, artísticos y de otro tipo... de intolerancia dentro del sistema del arte. ¡A este respecto, me gustaría recordar algunas palabras de Ferruccio Giromini: “La experiencia del Centro Uh! no debe considerarse meramente estética: también es ética, en parte metafísica, a veces incluso mística, pero también política, social y, sin duda, profundamente existencial [...] una ’obra de arte total’ capaz de fusionar en sí misma la música, la experiencia visual y el mundo del arte. música, experiencia visual, movilidad del cuerpo, mito y ritual, mente y corazón, exterior e interior, arte y vida” (en Ristabilire il disordine, Museo di Villa Croce, Génova 2010, p. 16). Posteriormente, inicié un nuevo grupo llamado Programa Angelo Pretolani. A diferencia del anterior, las presencias dentro de este grupo variaban de vez en cuando en función de las necesidades expositivas que surgían... como ya os he dicho, bajo estas siglas participé en las exposiciones definidas como ’Nuevo Teatro’ por el crítico Giuseppe Bartolucci... y cronológicamente llegamos a finales de los años ochenta.

Programa Angelo Pretolani, Notturno, performance. Milán, Cortile d'Onore Palazzo di Brera, 27 de mayo de 1983. Rassegna
Programa Angelo Pretolani, Notturno, performance. Milán, Cortile d’Onore Palazzo di Brera, 27 de mayo de 1983. Limitrofie Reseña
Angelo Pretolani, Quanto abbiamo preso lo lasciiamo, quanto non abbiamo preso lo portiamo, recto y verso (1988-1989; óleo sobre lienzo, ramas y combustión sobre madera, 140 x 120 x 7)
Angelo Pretolani, Quanto abbiamo preso lo lasciamo, quanto non abbiamo preso lo portiamo, recto e verso (1988-1989; óleo sobre lienzo, ramas y combustión sobre madera, 140 x 120 x 7)
Angelo Pretolani, Il tempo che tutto dimora, detalle (1990; óleo sobre lienzo, ramas, alquitrán y combustión, 100 x220 x 8 cm; Génova, Colección particular)
Angelo Pretolani, Il tempo che tutto dimora, detalle (1990; óleo sobre lienzo, ramas, alquitrán y combustión, 100 x 220 x 8 cm; Génova, Colección particular)
Angelo Pretolani, Bajo el pavimento está la playa, 30 de diciembre de 2008, performance. Huellas de manos con tampón de tinta sobre cartón, 19x30 cm.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c’è la spiaggia, 30 de diciembre de 2008, performance. Huellas de manos con tampón de tinta sobre cartón, 19x30 cm.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c'è la spiaggia, representación. Roma, Teatro dell'Orologio, 19 de septiembre de 2009. Rassegna
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c’è la spiaggia, performance. Roma, Teatro dell’Orologio, 19 de septiembre de 2009. Rassegna Mutazioni profane. Festival de arte de performance corporal
Angelo Pretolani, Bajo el pavimento está la playa, 4 de diciembre de 2012, performance
Angelo Pretolani, Bajo el pavimento está la playa, 4 de diciembre de 2012, performance
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c'è la spiaggia, 12 de febrero de 2016, performance. Génova, Loggia della Mercanzia. Reseña de
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c’è la spiaggia, 12 de febrero de 2016, performance. Génova, Loggia della Mercanzia. Reseña de “Otra identidad”.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c'è la spiaggia (5 representaciones a las 5 de la tarde dedicadas a Federico García Lorca). Roma, Museo MACRO, 24-28 de octubre de 2018.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c’è la spiaggia (5 representaciones a las 5 de la tarde dedicadas a Federico García Lorca). Roma, Museo MACRO, del 24 al 28 de octubre de 2018.
Angelo Pretolani, Bajo el pavimento está la playa (Costell'azione Thera), 26 de abril de 2019, performance en 6 bocetos creados para la exposición 'Das Mittelmeer/Mediterranean'. Múnich, Pasinger Fabrik.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c’è la spiaggia (Costell’azione Thera), 26 de abril de 2019, performance en 6 sketches realizada para la exposición Das Mittelmeer/Mediterranean. Múnich, Pasinger Fabrik.

Los años 80 como has dicho fueron años de reflujo, ¿qué dejaron en ti?

¿En mí? ...aparte de mi trabajo, nada...la realidad de aquellos años, no sólo artística, no me gustaba nada....

En aquellos años volviste a pintar, ¿lo hacías ya entonces en la misma línea que ahora, es decir, en estrecha relación con tu práctica performativa?

En realidad, nunca dejé de hacerlo: como decía Kounellis, uno es pintor aunque no utilice las herramientas tradicionales de la pintura... y de todas formas, sí, todo ha estado siempre en estrecha relación con la práctica performativa... sólo hay que llamar a las cosas por su nombre, para no crear malentendidos... como por ejemplo el hecho de que yo haya elegido llamar a mis dibujos con una “s” de más, es decir, dibujos... porque son actos performativos, actos existenciales, no son simplemente dibujos, sería reductivo llamarlos así.

Angelo, demos un paso atrás en el tiempo, ¿cuál era el clima en Génova en los años sesenta-setenta?

Mucho mejor que hoy... sin duda. La respuesta a tu pregunta está en la exposición que ilustra ese periodo, que tuvo lugar en la Galería Entr’acte de Génova hace unos años, en octubre de 2016: Situazioni. Logiche performative a Genova negli anni ’70. Una exposición que presentaba obras de 6 artistas (Beppe Dellepiane, Fabrizio Plessi, Angelo Pretolani, Roberto Rossini, Petr Štembera, Geggi Tagliafico) relacionadas con aquellos años. La exposición iba acompañada de un texto crítico escrito para la ocasión por Pamela Pastori, no una crítica, sino una compañera de viaje que compartió gran parte de los acontecimientos de aquella apasionante temporada. Leeré algunos pasajes... “Algo sucedió en Génova en los años setenta, años difíciles de olvidar, años de cólera, años de lucha, también en el arte, años de protesta, por otros llamados más vulgarmente los años de plomo. [...] Sensacional, alienante, deliberadamente desorientadora, la acción de estos artistas, con un trasfondo de intrigante ambigüedad, trastocaba todo concepto clásico de ”puesta en escena" o happening, porque sí, algo sucedía y era precisamente este happening el que generaba sentido en elencuentro visual con el espectador; A menudo el espectador se asombraba y no entendía, mientras que otros se permitían "ver algo como algo" (Wittgenstein), pero también como otra cosa, porque en la performance nunca se trata de representaciones sino de presentaciones, en un salpicado de estados de gracia, satisfactorios en quienes eran capaces de captarlos y absolutamente ajenos a quienes no los reconocían como tales. Incluso hoy, cuarenta años después, esas representaciones siguen estando cargadas de energía. [...] Cuerpos, en libertad; como las palabras de la memoria de Marinetti. Nunca quietos y estáticos incluso estando parados. Dispuestos a hacer ruido, sí, hoy como entonces en un continuo imparable que es sencillamente necesario, porque no se trata aquí de actualizar un hecho histórico, ni de ir a remolque de la historia. [...] para ciertos artistas no puede ser de otro modo y esto es la belleza, que es arte y no artisticidad. Ser extraordinario, des-velarse, fuera de todo mito de maldición, fuera de la grisura de la sociedad de consumo y del espectáculo [...] en una nueva redefinición de la relación arte-vida".

¿Es para usted la relación arte-vida un hecho político/poético?

El eslogan “Lo personal es político” acompañó la mayoría de las luchas de los años 70... podemos pensar en convertirlo en “Lo personal es poético”, la otra cara de la misma moneda... luz y oscuridad... como mis performances que siempre atraviesan mi vida cotidiana, he aquí la relación arte-vida que es también un acto político/poético... “Todo es político”, decía Thomas Mann.

¿Qué papel cree que desempeña el artista en la sociedad?

El arte es completamente inútil", decía Oscar Wilde... Yo añadiría: inútil en el aspecto material pero útil en el aspecto espiritual. Por lo tanto, el arte no es necesario desde el punto de vista material, en consecuencia el artista que lo produce sólo puede ser una figura marginal dentro de la sociedad... en su marginalidad no tiene otra tarea social real que la de salpicar belleza... fuera de la grisura de la sociedad de consumo y del espectáculo.

¿Qué es la belleza en su opinión?

Es un conjunto armónico que puede tener varias formas y que cada uno percibe de manera diferente, según su sensibilidad y su cultura... y que da emoción, una emoción.

¿Tiene lo sagrado alguna importancia en su obra?

Respondo “pescando” desde la écfrasis de mis actuaciones de “Bajo el pavimento...”: lunes 13 de diciembre de 2010. Angelo continúa los caminos de lo sagrado: fija en un lienzo un mar que se levanta o un cielo que cae. Escribe torpemente con lápiz de labios: no me expreso, me expongo. Cubre las palabras con siete hojas de higuera: producción de actos sagrados, sacrificios. Viernes 2 de octubre de 2015. Angelo continúa su viaje por los caminos de lo sagrado; susurra, no se está en la búsqueda, más bien en el hallazgo. Lucha contra las instancias líquidas del olvido - dibujar: atravesar esa nada inicial dando espacio a un sentimiento indefinible, respirando profundamente, dando pequeños golpes en la superficie con una birome, segundo tras segundo, sin prisa, dando con-tacto, llamando: pequeños golpes infligidos en el cuerpo de un dibujo que se eleva lentamente porque ya estaba allí; ritmando el gesto, el ojo, el cerebro y el corazón de una danza, a veces macabra a veces alegre, voluptuosa incluso cambiando de pluma para cambiar de color. Lleva la mano derecha en la frente como una visera. Viernes 30 de diciembre de 2016. Angelo suspira; exhausto; sentado durante días observa como el cuerpo de su padre pierde la vida, susurra, otro pedazo de mí que se va. De lo finito a lo infinito. En las calles de lo sagrado, dibuja, marca sin dónde, disperso. Viernes 18 de junio de 2021. Ángelo se moja la frente primero y el cuello después con el agua expuesta el pasado viernes a la noche de luna nueva; susurra, dejando atrás las sombras; es un lugar de aterrizaje. Conocedora de su viaje hacia lo inasible de la existencia, una amiga le regaló su tarjeta de nacimiento. Cierra la mano derecha en un puño y se la lleva al corazón.

Angelo Pretolani, Sotto il selciato c'è la spiaggia (Extranea), performance. Génova, Biblioteca Universitaria, 14 de mayo de 2021. Rassegna
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c’è la spiaggia (Extranea), performance. Génova, Biblioteca Universitaria, 14 de mayo de 2021. Rassegna “Ad Corpus”.
Angelo Pretolani, Bajo el pavimento está la playa, 3 de junio de 2022, performance. De esta performance se extrajo la siguiente obra: Tinta, acuarela, alcohol, papel y cola sobre lienzo, 30x20 cm.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c’è la spiaggia, 3 de junio de 2022, representación. De esta performance se extrajo la siguiente obra: Tinta, acuarela, alcohol, papel y cola sobre lienzo, 30x20 cm.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c'è la spiaggia (Incantimi, leggeri), performance. Roma, Home Gallery, 11 de junio de 2021.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c’è la spiaggia (Hechizos, luz), performance. Roma, Home Gallery, 11 de junio de 2021.
Angelo Pretolani, Bajo el pavimento está la playa (Sentieri. D'altro Dissegno D'io), performance. Spina- Perugia, Gecko Fest, 10 de septiembre de 2022.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c’è la spiaggia ( Sentieri. D’altronde Dissegno D’io), performance. Spina-Perugia, Gecko Fest, 10 de septiembre de 2022.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c'è la spiaggia (Sodoma-Salò A/R. D'altronde Dissegno D'io), performance. Génova, Galería de Arte Etherea, 2 de noviembre de 2022.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c’è la spiaggia (Sodoma-Salò A/R. D’altronde Dissegno D’io), performance. Génova, Galería de Arte Etherea, 2 de noviembre de 2022.
Angelo Pretolani, Bajo el pavimento está la playa, performance. 6 de enero de 2023. De esta performance se extrajo la siguiente obra: Tinta, acuarela, alcohol, papel y cola sobre tablero de lienzo, 30x20 cm.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c’è la spiaggia, 6 de enero de 2023, performance. De esta performance se extrajo la siguiente obra: Tinta, acuarela, alcohol, papel y cola sobre tabla de lienzo, 30x20 cm.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c'è la spiaggia, 3 de marzo de 2023, performance. De esta performance se extrajo la siguiente obra: Técnica mixta sobre tabla de lienzo, 30x20 cm.
Angelo Pretolani, Sotto il selciato c’è la spiaggia, 3 de marzo de 2023. Obra extraída de esta performance: Técnica mixta sobre cartón, 30x20 cm.

Al leer su respuesta, tengo la impresión de que su obra, en su cotidianidad, da vida a un vasto paisaje envolvente. Quería preguntarle dónde se sitúa en relación con su obra.

Puedo responder a esta pregunta robando una frase de Cristina Palmieri sobre Nitsch... Sólo lanzándose al arte con totalidad, como en la vida, es posible superar la propia fugacidad.

Para cerrar esta entrevista, quería pedirle que hablara de Sotto ilselciato c’è la spiaggia, un ciclo de performances que lleva colgando semanalmente en Facebook desde hace diez años.

Sotto il selciato c’è la spiaggia (Bajo el pavimento está la playa) es el título que unifica esta exposición performativa mía que tiene lugar desde 2008 en Facebook, un proyecto creado expresamente para explotar el potencial comunicativo de esta red social. Llamé a esta operación Sotto il pavciato c’è la spiaggia (Bajo el pavimento, está la playa) por la película de 1975 de Helma Sanders, que a su vez fue tomada de un famoso eslogan del mayo francés... Sous le pavés, la plage. Se trata de actuaciones mínimas y liminales, que giran en torno al yo... de estar en enérgheia, acciones de meditación y, en consecuencia, de sincretización... transcritas a continuación en mi página de Facebook. La écfrasis de estas acciones son verdaderas performances, no se trata de una obra de literatura ni de poesía ni de haiku, ¡es una obra de performance donde todo sucede realmente! Una idea de performance que también puede ser entendida como una práctica de introspección y por lo tanto absorbida como una experiencia espiritual y corporal al mismo tiempo. El ritmo de estas performances fue diario hasta abril de 2013, lo que significa que publiqué una performance en Facebook cada día durante cinco años. Posteriormente, la operación adoptó diferentes formas y, sobre todo, diferentes momentos: ya no todos los días, sino todos los viernes, trabajando en la identidad salvaje de Viernes-Robinson, sintiéndome efectivamente en una isla desierta, siempre en modo performativo y acompañado de dibujos (prefiero llamarlos dissegni, término que he adoptado desde la performance del 14 de abril de 2017) que luego, como mensajes embotellados, confío al mar magnum de la red. Luca Blissett comentó en Facebook: “Dibujos que recuerdan a mandalas, imágenes mágicas y simbólicas; rituales de meditación hacia el simbolismo del Universo - Kairos borra a Kronos y suspende la noción del tiempo. Estos signos generan energías que fluyen en la circularidad de la rueda de la vida, en el círculo eterno, Kosmòs”. Como ha señalado Cristina Palmieri: “Diseminar es diseminar signos, encontrarlos, dejarlos emerger. Construir un diseño a partir de la yuxtaposición de pequeños y diminutos trazos. Elementos que juntos conforman la totalidad, como partes infinitesimales pero urgentes e insustituibles. Porciones de un universo infinito, pero en última instancia ”descomponibles“ -o ”compuestas“- en millones de elementos, como el cosmos, como nosotros, los seres humanos. No en vano, la forma principal por excelencia, la que se repite en todas las obras, es el círculo. Una especie de mandala junguiano en el que el artista, precisamente, esparce sus signos”. Además, estas acciones se transcriben en Facebook en tercera persona inmediatamente después del acontecimiento, como si no fuera yo, sino otra persona la que realizara la acción. Un acto liminal. Como ya he explicado otras veces se trata de una “desposesión”, siempre pierdo algo de mí al final de la acción. Me expongo, no me expreso. Como productor de sentido y no de significado. En palabras de Cioran: “Se vacía, por lo tanto te salva, te priva de una sobrecarga engorrosa” Y yo añadiría, en el momento en que se transmite a los demás, se convierte en un don.


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