Cuando hasta un radiofonógrafo es una obra maestra del diseño. El RR126 de Brionvega


Icono de los años 60, el radiofonógrafo Brionvega RR126, obra maestra de Achille y Pier Giacomo Castiglioni, es uno de los símbolos del diseño italiano. He aquí por qué.

El experto en diseño Bernd Polster ha escrito que Brionvega, la histórica marca italiana de electrónica de consumo, se ha distinguido, en el mundo de los productos de audio dominado por las empresas de Extremo Oriente, por su capacidad para realzar la tecnología con un poco de poesía. Uno está de acuerdo con esta idea cuando piensa sobre todo en el que quizá sea el producto más famoso de la empresa, el radiofonógrafo Brionvega RR126, objeto de culto de los años sesenta, aún hoy muy apreciado por los coleccionistas, hasta el punto de que recientemente se ha vuelto a fabricar con el nombre de RR226. En el vasto panorama del diseño italiano del siglo XX, pocas creaciones han captado tanto la imaginación y la quintaesencia de la época como el radiofonógrafo Brionvega RR126. Podríamos decir que es unicono de la ingeniería y la estética que iluminó una época de innovación y estilo.

El radiofonógrafo Brionvega RR126 fue concebido en 1964 por dos genios del diseño italiano, los hermanos Achille Cas tiglioni (Milán, 1918 - 2002) y Pier Giacomo Castiglioni (Milán, 1913 - 1968), que sólo unos años antes, en 1962, se habían distinguido con otra de sus célebres obras maestras, la lámpara Arco. En una época en la que Italia vivía un periodo de renacimiento industrial y cultural, los hermanos Castiglioni moldeaban el diseño contemporáneo con su creatividad y su visión moderna, en un momento en el que Italia emergía como centro mundial del diseño y el estilo, con un deseo de experimentación e innovación. El radiofonógrafo Brionvega RR126 encarnaba a la perfección esta tendencia, combinando la estética moderna con la funcionalidad y la tecnología.



Achille y Pier Giacomo Castiglioni, Radiofonógrafo Brionvega RR126 (1965; tres elementos modulares de masonita revestida de laminado plástico, soporte de fundición de aluminio anodizado con ruedas, 73 x 122 x 37 cm). Foto: Sant'Agostino Casa d'Aste
Achille y Pier Giacomo Castiglioni, Radiofonógrafo Brionvega RR126 (1965; tres elementos modulares de masonita revestida de laminado plástico, soporte de aluminio fundido anodizado con ruedas, 73 x 122 x 37 cm). Foto: Sant’Agostino Casa d’Aste
La parte trasera. Foto: Casa de subastas Sant'Agostino
La parte trasera. Foto: Sant’Agostino Casa d’Aste
Detalle del proyecto original
Detalle del diseño original
RR126 propiedad de Karl Lagerfeld. Foto: Sotheby's
RR126 propiedad de Karl Lagerfeld. Foto: Sotheby’s

El RR 126 era un equipo estereofónico que entraba en los hogares para reproducir música. “El cuerpo central contiene el giradiscos y el complejo receptor con dos sintonizadores MA y MF”, reza la descripción esencial del diseño original de Achille y Pier Giacomo Castiglioni. “Adosados a los laterales hay dos altavoces con cajas acústicas. Éstos pueden superponerse al cuerpo central, encerrando el tocadiscos, o colocarse a distancia para una mejor recepción estereofónica. La carcasa del aparato y de los altavoces es de madera lacada. El pie, de aluminio fundido”. Una descripción fría para un objeto que se había convertido en una especie de icono pop, un aparato de salón que se distingue por su forma geométrica que recuerda vagamente los rasgos de un rostro sonriente (“Los objetos deben hacerte compañía”, decía Achille Castiglioni), un elemento que hacía inmediatamente reconocible al radiofonógrafo y reflejaba la idea de los dos diseñadores de que es posible dar una expresión a las funciones. Una elegancia minimalista que recuerda inmediatamente el ambiente de los años sesenta, con sus elementos de madera y metal tubular y sus adornos de plástico. Objeto muy moderno en su momento, hoy es codiciado por su aspecto que huele a vintage precisamente porque está indisolublemente ligado a su época.

Este instrumento fue concebido “como un objeto modular autoportante con volúmenes separables” y era “capaz de ofrecer prestaciones acústicas innovadoras para su época, como la estereofonía y la alta fidelidad”, según se indica en la ficha de proyecto de la Fondazione Achille Castiglioni. "El soporte del cuerpo central es de fundición de aluminio anodizado y está compuesto por cuatro ruedas con rodamientos de bolas, lo que permite una fácil movilidad del aparato. Los altavoces pueden colocarse en tres posiciones distintas: ambos apoyados en el bloque central para formar un cubo, ofreciendo así un espacio mínimo; o enganchados en los dos laterales para formar un paralelepípedo. Los altavoces pueden separarse a voluntad gracias a la disponibilidad de largos cables de conexión.

La unidad estaba disponible en diferentes colores (blanco, negro, rojo, imitación madera, amarillo) y destacaba no sólo por su diseño, sino también por su funcionalidad, vanguardista para la época. En efecto, el RR126 integraba una radio AM/FM, un tocadiscos con tapa extraíble y dos altavoces que podían desplazarse para dar a la estación de radio una forma rectangular, cuadrada o incluso en L, según el gusto de cada uno y adaptándola a la decoración de la casa. Así, los altavoces podían desplazarse por encima del tocadiscos, oculto en una cavidad especial entre los altavoces, o a los lados del cuerpo central, adosado. Su forma recordaba a un robot o a un curioso animal de grandes orejas, con el hocico obtenido gracias a una ingeniosa disposición de los elementos de control del radiofonógrafo. Estos consistían en dos conmutadores giratorios con escala semicircular, para la selección de sintonía AM y FM, con, en el centro, un indicador de sintonía de bobina móvil, un conmutador de rango y teclado de funciones, cinco conmutadores giratorios para graves, agudos y balance, ajuste de volumen y nivel. También hay dos antenas incorporadas para AM y FM.

Radiofonógrafo Brionvega RR126. Foto: Letizia Rosso
Radiofonógrafo Brionvega RR126. Foto: Letizia Rosso
Conjunto RR126. Fotos: Brionvega
Conjunto RR126. Foto: Brionvega
Conjunto RR126. Fotos: Brionvega
Conjunto RR126. Foto: Brionvega
Conjunto RR126. Fotos: Brionvega
Conjunto RR126. Foto: Brionvega

Su construcción fue, y sigue siendo, confiada a artesanos italianos, mientras que la calidad del sonido es supervisada por profesionales del sonido. El RR126 también fue apreciado por la gran atención al detalle: el lijado de los paneles, los acabados, el lacado y pulido, la calidad de los elementos que componen los altavoces. Todas características que se encuentran también en el ’descendiente’, el RR226, actualizado a nuestros tiempos (aunque sigue conteniendo el giradiscos): se conecta vía Bluetooth para escuchar música de fuentes externas, tiene una salida en conector jack estéreo para escuchar música con auriculares, tiene dos entradas en conectores RCA y dos salidas para conexión a un sistema de amplificación externo y subwoofer externo. El precio es de miles de euros (a partir de 15 mil euros para los modelos básicos), pero los aficionados al vintage pueden encontrar el RR126 original en subastas o en tiendas especializadas a precios más asequibles (obviamente, falta la conexión Bluetooth, pero puedes estar orgulloso de tener una auténtica pieza de su época).

El radiofonógrafo Brionvega RR126 no era sólo un objeto de diseño, sino una declaración de estilo e identidad: un objeto que ayudó a definir la imagen de la Italia moderna, un símbolo de estatus y gusto refinado, así como una actitud hacia el futuro. Se ha expuesto en museos de todo el mundo (como el Museo de la Trienal de Milán, el MoMA de Nueva York y el Victoria & Albert Museum de Londres), ha sido apreciada por muchas estrellas (David Bowie tenía una en su casa: se subastó en Sotheby’s en 2016, pocos meses después de su muerte, y alcanzó la monstruosa suma de 257.000 libras, el objeto de mayor precio de la colección), y ha seguido inspirando a diseñadores y entusiastas del diseño durante generaciones. E incluso hoy, décadas después de su creación. En una época en la que la tecnología cambia rápidamente y la obsolescencia es la norma, el Radiofonógrafo Brionvega RR126 nos recuerda la importancia de crear objetos de belleza y valor que sean duraderos y no sufran los estragos del tiempo.


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