Venecia, niños colorean con tizas la base del monumento Colleoni de Verrocchio


Un episodio insólito en Venecia: unos niños treparon por la verja del monumento a Colleoni, obra maestra de Verrocchio del siglo XV, y colorearon con tiza la base de mármol de la obra. Los padres, aunque fueron filmados, no llamaron a los niños para que volvieran.

No es infrecuente, por desgracia, recibir noticias de turistas que deciden dejar señales de su paso en los monumentos de las ciudades italianas. En cambio, es mucho menos frecuente encontrarse con episodios como el ocurrido el pasado fin de semana en Venecia, en Campo Santi Giovanni e Paolo: unos niños treparon por la valla que protege el monumento a Bartolomeo Colleoni, una de las obras maestras de Verrocchio, y luego, armados con tizas de colores, se pusieron a colorear la base de mármol, ante la mirada indiferente de sus padres.

La página satírica Mo(n)stre, que cuenta con miles de seguidores en sus canales sociales y lleva años denunciando irónicamente lo que ocurre en el mundo del arte, denunció el incidente. Algunos de ellos, sin que sus padres se lo impidieran, consideraron oportuno... jugar con el monumento. A pesar de la intervención de algunos de los presentes para pedir a los padres que apartaran a los niños del monumento, las peticiones cayeron aparentemente en saco roto y los niños siguieron coloreando la base de la obra.

La figura del condottiere de Bérgamo, que era el jefe del ejército de la República de Venecia, es una de las obras más conocidas de Verrocchio, que murió en 1488 sin ver terminada la escultura. La terminaría unos años más tarde el escultor veneciano Alessandro Leopardi, responsable también del zócalo, en el que el artista grabó la fecha de 1495 (sin embargo, la obra se colocó un año más tarde).



Evidentemente, señalaron los presentes, no se trata tanto de un problema de conservación del monumento, aunque sea menor, también porque estamos hablando, al fin y al cabo, de una obra al aire libre, expuesta por tanto a acciones más largas y duraderas que a las que pueden someterla algunos niños en busca de recreo: las tizas de colores no causan daños permanentes, aunque naturalmente sería mejor que el mármol no recibiera este tratamiento. Se trata, en todo caso, de una cuestión de respeto de las normas y de respeto del patrimonio cultural. Y también es una cuestión de seguridad: para jugar con el monumento, los niños cruzaron una valla que, en todo caso, debería impedir comportamientos similares (parece que los padres la habían concebido como una especie de... caja para evitar que los pequeños se extravíen), y escalar un monumento pone en riesgo su propia seguridad y, en segundo lugar, la del monumento (en caso de que un niño tenga que ser devuelto al suelo con ayuda de alguien, no es difícil imaginar que un posible rescatador podría causar daños). En cualquier caso, por la noche las señales del paso de los pequeños habían desaparecido, por lo que es probable que hubiera una represalia en ciernes.

El monumento a Colleoni. Foto: Wolfgang Moroder
El monumento a Colleoni. Foto: Wolfgang Moroder
El monumento Colleoni... colorido
El monumento Colleoni... colorido

Venecia, niños colorean con tizas la base del monumento Colleoni de Verrocchio
Venecia, niños colorean con tizas la base del monumento Colleoni de Verrocchio


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