Pase Verde obligatorio para los trabajadores de la Bienal de Venecia, comunicado con dos días de antelación: denuncia el caso un trabajador, que envió un mensaje a la asociación Mi Riconosci, que se ocupa de la protección de los profesionales de la cultura. “No sé si esto ha ocurrido en otros lugares”, escribe el trabajador anónimo, “pero a todos los que trabajan en la Bienal (tanto empleados de la fundación como de los distintos pabellones) se les comunicó la noche del 4 de agosto que para entrar, a partir del 6 de agosto, sería necesario un pase verde: era esto, o no se podía trabajar. No sé por qué no lo decidieron y comunicaron antes, ya que es una opción de la fundación, y llevaba tiempo en el aire”.
La cuestión es que, según las declaraciones de los trabajadores, hay unas doscientas personas, entre empleados y trabajadores externos, que aún no disponen del Pase Verde, y esto se debe principalmente a los ya conocidos retrasos en las reservas. En definitiva, se trata de trabajadores que se vacunan no por elección, subraya la trabajadora, sino por los retrasos burocráticos. ’Yo me puse la primera dosis en los últimos días de julio’, explica la mujer que denunció el caso. ’Un chico muy joven tiene su primera dosis en unos días, tendría que pasar un mes así, de aquí para allá, para poder trabajar’. Si el carné verde debe ser obligatorio, dice la trabajadora, la fundación podría al menos instalar un punto de frotis en las instalaciones dedicado al personal, un poco como ha hecho el Parque Arqueológico de Pompeya, que se ha equipado para poder hacer pruebas a los visitantes sin certificado verde. Por el momento, siempre según el informe, la única posibilidad la ofrecen las pruebas de la Cruz Roja que, sin embargo, explica el trabajador, “sólo llegan ciertos días y a ciertas horas, por lo que todos nos vemos obligados a perder el tiempo dentro del horario laboral o fuera de él, sin cobrar, incluso en días libres”. Esto para los que están contratados por la fundación, para los que trabajan por cuenta ajena, si el empresario no lo garantiza, el amortiguador corre de su cuenta. So pena, de hecho, de perder el empleo".
La pregunta es: ¿puede la Bienal de Venecia decidir hacer obligatorio el Pase Verde? La respuesta es afirmativa y hay que buscarla entre los pliegues de la ley: el artículo 2087 del Código Civil establece que “El empresario está obligado a adoptar en el ejercicio de la empresa las medidas que, según la naturaleza particular del trabajo, la experiencia y la técnica, sean necesarias para proteger la integridad física y la personalidad moral de los trabajadores”. Este artículo, combinado con las normas de seguridad en el trabajo (Decreto Legislativo n. 81/2008, en particular el artículo 279 donde se especifica que el empresario, “por consejo del médico competente, adoptará medidas especiales de protección para aquellos trabajadores para los que, incluso por razones de salud individual, se requieran medidas especiales de protección, incluyendo a) la provisión de vacunas eficaces para aquellos trabajadores que aún no lo estén b) el alejamiento temporal del trabajador conforme a los procedimientos del artículo 42”), puede llevar al empresario, por consejo de un médico competente, a considerar que el trabajo de sus trabajadores se caracteriza por riesgos que requieren la protección de la integridad física de los propios trabajadores, por lo que está facultado para adoptar medidas especiales que incluyan, precisamente, el acceso al lugar de trabajo previa presentación del Pase Verde. Lo que no puede hacer el empresario, según establece el Garante della Privacy, es pedir a los trabajadores que faciliten información sobre su estado de vacunación o copias de los documentos que demuestren que han sido vacunados contra el Covid. La obligación del Pase Verde puede ser decidida por el empresario incluso sin una ley que imponga la obligación en el lugar de trabajo: algunos tribunales ya se han pronunciado al respecto.
En Venecia, en esencia, la discusión no es sobre el hecho de que la Bienal no pudiera imponer la obligación del Pase Verde, sino sobre la forma de esta imposición, que se produjo de la noche a la mañana y sin discusión con los trabajadores. Al fin y al cabo, esta es la situación que temen los sindicatos: la obligación de la noche a la mañana y sin diálogo. Un diálogo que, según los trabajadores, al menos habría facilitado el cumplimiento de la obligación por parte de empleados y trabajadores externos. La Fundación Bienal de Venecia, contactada por la redacción de Finestre sull’Arte, no respondió a nuestra petición de comentarios.
Venecia, la Bienal impone de repente el pase verde obligatorio a los trabajadores |
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