Venecia se prepara para hacer caja con los turistas. Mientras tanto, las medidas sobre el transporte se aplican de inmediato: a partir del 1 de julio han entrado en vigor las nuevas tarifas, que se traducen en un auténtico escozor para los turistas, ya que las subidas sólo afectan a los no venecianos. Así, para los que vengan de fuera de Venecia (a menos que sean de la región del Véneto y quieran comprar el pase Venezia Unica para tener derecho a las reducciones según las tarifas de la Carta Venezia), habrá subidas para los vaporetti, que pasan de 7,50 a 9,50 euros (+26,6% de aumento), para el autobús del aeropuerto Marco Polo al centro de la ciudad, de 8 a 10 euros (+25%), y para el aparcamiento municipal de Piazzale Roma, que pasa de 26 a 35 euros, un aumento máximo del 35,4%. Otras subidas afectan al billete diario de vaporetto, que pasa de 20 a 24 euros (+20%), y al semanal, que sube de 60 a 65 euros (+8,3%). Los aumentos, como ya se ha dicho, no afectan a los residentes ni a los titulares de Venezia Unica (expedida no sólo a los venecianos, sino también a los habitantes de la región del Véneto).
Pero la verdadera novedad es la tasa de entrada a la ciudad, que entrará en vigor el 16 de enero de 2023. Venecia se convertirá así en la primera ciudad del mundo en cobrar una especie de entrada para visitarla. Las normas se establecieron ayer con una resolución del Ayuntamiento que da luz verde al nuevo reglamento para el establecimiento y regulación de la tasa de acceso. El billete oscilará entre 3 y 10 euros, con o sin portador, y cubrirá tanto el centro histórico como las demás islas menores de la Laguna. El texto normativo pasará ahora a las Comisiones y al Ayuntamiento para recibir el visto bueno definitivo, previsto para el verano.
La medida establece las directrices para la introducción de un nuevo sistema de gestión de los flujos turísticos, definiendo principios generales, exclusiones, exenciones, controles y sanciones. A finales de año se darán a conocer más detalles. El objetivo, explica el Ayuntamiento de Venecia, es desincentivar el turismo de día en determinadas épocas del año y fomentar el turismo de noche. Sólo más adelante, una nueva resolución del Ayuntamiento definirá los detalles concretos y las declinaciones, como los umbrales diarios de asistencia, los días o periodos concretos del año en los que aplicar una medida diferente de la tasa de acceso, la hora del día en que no se aplicará la tasa y la posibilidad de reducir el coste de la tasa si se reserva con mucha antelación.
Los primeros detalles fueron desvelados el viernes 1 de julio en Ca’ Farsetti por el Consejero de Turismo , Simone Venturini, y el Consejero de Presupuesto , Michele Zuin. “Tras años de debates sobre cómo gestionar mejor los flujos turísticos en la ciudad, hoy presentamos una iniciativa que representa un gran logro”, afirma Venturini. “Incluso antes de que comenzara la pandemia, la ciudad de Venecia ya había obtenido del Parlamento, gracias a los esfuerzos del alcalde y de toda la administración, la posibilidad de introducir una tasa de acceso. En los últimos meses hemos conseguido mejorar aún más los mecanismos que regulan este sistema. La verdadera revolución es el sistema integrado entre la tasa de acceso y la reserva. El objetivo de esta medida, inaplazable por más tiempo, es reducir el exceso de turistas diurnos y los picos estacionales, logrando un equilibrio entre las necesidades de los residentes, los turistas que pernoctan y los que visitan la ciudad durante el día. Un equilibrio que falta en determinadas épocas del año. Somos los primeros del mundo en implantar este sistema, y somos conscientes de que no todo funcionará bien desde el principio, pero estaremos dispuestos a mejorar sobre la marcha. Queremos garantizar a los turistas la mejor calidad de visita y asegurarnos de que la ciudad es capaz de dar a los visitantes todos los servicios que necesitan”.
“En los últimos años se ha hablado mucho de cómo controlar mejor las presencias en la ciudad”, añadió Zuin, “pero se habían visto pocas ideas concretas. Este sistema integrado que presentamos hoy pretende servir para gestionar mejor los flujos turísticos, y no para hacer caja, representando un incentivo para un turismo más ordenado”. Los ingresos de la tasa de acceso se utilizarán en primer lugar para pagar los costes de implantación del sistema y después para descontar las facturas de Tari de los residentes. Puede ser necesario establecer límites a las entradas en determinados momentos, pero esto no significa cerrar la ciudad. Venecia permanecerá siempre abierta a todos. Sin embargo, creemos que visitarla es más hermoso, tranquilo y seguro si se reserva. La medida también permitirá a los residentes vivir mejor su ciudad".
Venecia, a partir de enero pagaremos por entrar. Y mientras tanto aumentos récord para el transporte |
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