En Venecia, el ayuntamiento ha impuesto mano dura a las tiendas low cost: se acabaron los souvenirs de bajo coste producidos en países en vías de desarrollo, las típicas camisetas iguales, los artículos de dudoso gusto, etc. Las limitaciones impuestas por la administración veneciana con una resolución aprobada anteayer (“medidas para regular el ejercicio de actividades a efectos de su compatibilidad con los requisitos de protección y valorización del patrimonio cultural de la plaza de San Marcos y la zona de Realtina”) son decididamente estrictas.
La medida afecta a los comercios que, en la zona de San Marcos, dan a la Plaza de San Marcos, la Piazzetta San Marco y la Piazzetta dei Leoncini, mientras que en la zona de Rialto los comercios con escaparates en el Puente de Rialto, Ruga dei Oresi, Sotoportego dei Oresi, Sotoportego di Rialto, Campo San Giacomo di Rialto, Naranzeria y Erbaria tendrán que cumplir las nuevas medidas. Sólo podrán exponer en estas zonas los comerciantes que vendan alta costura, librerías, galerías de arte y anticuarios, tiendas de muebles y diseño, objetos preciosos, relojes de alta gama, así como los que comercien y restauren objetos de arte, antigüedades, artículos numismáticos y filatélicos, y artesanía artística, típica, tradicional e histórica.
Los comercios que ya estén ubicados en estas zonas están obligados a adaptarse a la normativa de la resolución en un plazo de seis meses. En concreto, se prohíbe a los comercios exponer productos en las jambas de las puertas (tanto en el interior como en el exterior), utilizar expositores al aire libre, utilizar luces frías, instalar luminarias visibles desde el exterior (como los infames rótulos que se encienden e iluminan) e instalar marcos de escaparates con estructuras complejas. Además, los comercios de la zona marciana tendrán que asegurarse de mantener el mobiliario existente, mientras que todos los que vendan artesanía típica tendrán que especificar el lugar de producción.
El objetivo de estas medidas, según el ayuntamiento, es proteger el tejido histórico y cultural de la ciudad antigua, “teniendo en cuenta también la necesidad de protegerse contra el desarrollo de los flujos turísticos y el consiguiente riesgo de que la ciudad antigua pierda su auténtica identidad”, se lee en una nota. Al mismo tiempo, la idea del ayuntamiento es también “contribuir a una lucha general contra la degradación de los factores que puedan perjudicar los intereses generales, como la salud pública, la convivencia civil, el decoro urbano, el paisaje urbano histórico y la protección de la imagen y la identidad histórico-arquitectónica de la ciudad”.
En la foto: Venecia, Piazza San Marco. Foto Créditos Martin Futschegger
Venecia, a partir de ahora los comercios de las zonas de San Marcos y Rialto sólo podrán exponer mercancía de calidad |
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