Uno de los edificios históricos más interesantes del centro de Urbino se encuentra en estado de abandono y degradación: se trata del palacio Luminati-Lucciarini , e informa del estado del edificio una restauradora, Antonella Napolione, estudiante de postgrado en Conservación del Patrimonio Histórico-Artístico en la Universidad Carlo Bo-Urbino.
El palacio fue construido a finales del siglo XV por la familia Luminati: el probable mecenas fue Giovannino di Pier Antonio di ser Paolo Luminati, que encargó un edificio cercano en estilo a la gran obra maestra arquitectónica del Renacimiento en Urbino, el Palacio Duc al (tanto es así que el Palacio Luminati-Lucciarini también puede atribuirse al mismo Francesco di Giorgio Martini que dirigió las obras del Palacio Ducal a partir de 1477). Originalmente, tenía una fachada recubierta de yeserías decoradas con frescos y grafitos, de los que hoy sólo quedan algunos fragmentos.
Según Napolione, la fachada del Palazzo (que, por otra parte, está catalogada) se encuentra en un estado de conservación que requiere una intervención: según el restaurador, los fragmentos de yeso pintado al fresco deben fijarse a la mampostería sobre la que aún están parcialmente adheridos, así como las partes de la película de yeso y pintura decapada que requieren consolidación.
“La situación de emergencia en la que se encuentra la fachada del palacio y el estado de deterioro de las decoraciones pintadas”, dice Napolione, “no deja más tiempo y hay que actuar cuanto antes”. Desde 2007 no ha habido noticias, silencio absoluto, sobre las intervenciones en curso o previstas para proteger un palacio tan importante no sólo para Urbino, sino como patrimonio artístico.
La degradación de la fachada y de los frescos del Palazzo Luminati es conocida desde hace años por los propietarios y las autoridades competentes, pero todos descargan la responsabilidad del incumplimiento ahora en el superintendente de turno, ahora en el funcionario de zona de la Superintendencia del Patrimonio Arquitectónico, que por cierto es el mismo desde hace años y por tanto conoce bien el asunto del Palazzo Luminati, ahora en el alcalde, ahora en la oficina de urbanismo, o en la oficina del sitio de la Unesco".
Napolione explica también que ha enviado numerosos PEC a las autoridades competentes sin recibir respuesta o, como mucho, sin que la oficina de turno le dijera que el asunto no era competencia del destinatario. Y sin embargo, dice Napolione, existe una larga secuencia de documentos sobre el estado de la fachada, que comienza ya en 1981, cuando la Azienda Autonoma di Soggiorno e Turismo (Oficina de Turismo) denunció la instalación de cables eléctricos por parte de ENEL en la fachada del Palazzo Luminati y fijados directamente sobre los frescos, a lo que siguió una carta de la superintendente Luisa Polichetti, en la que se especificaba que faltaban las autorizaciones para la instalación de los cables en la fachada en detrimento de los frescos (no obstante, los cables siguen ahí). En cambio, el proyecto de restauración firmado por el Studio Agorà - Arquitecto Massimo Casolari data de 1999, con una posterior carta de aprobación del Superintendente Enrico Guglielmo. El 16 de mayo de 2000, el alcalde Franco Galluzzi envió una carta a todos los propietarios del palacio pidiéndoles que celebraran una reunión el 19 de mayo de 2000 para debatir las obras necesarias y que debían realizarse en el palacio, pero uno de los propietarios, el 21 de junio, se opuso a las obras.
Los acontecimientos continuaron en 2004, cuando la superintendente Liana Lippi confirmó que el Palazzo Luminati estaba formalmente protegido en virtud de la antigua Ley 364/1909 con una disposición del 16/3/1910, aún vigente en virtud del Decreto Legislativo nº 490 /99 en virtud del Art. 13. Posteriormente, en 2007, el entonces Presidente de la Comisión Nacional Italiana de la Unesco, Giovanni Puglisi, envió una carta a la superintendente Lorenza Mochi Onori solicitando una inspección del estado real de conservación de las decoraciones de la fachada del palacio. Poco después, en febrero del mismo año, el alcalde Franco Corbucci escribió a Puglisi y a la Superintendencia del Patrimonio Medioambiental y Arquitectónico de Ancona para denunciar el estado de deterioro de las decoraciones de la fachada del palacio. El 10 de agosto llegó una carta en la que se denunciaba el estado extremadamente precario de las decoraciones de la fachada y la inspección realizada por la Dra. Lorenza Mochi Onori junto con la Superintendencia del Patrimonio Arquitectónico de Ancona, de conformidad con el Decreto Legislativo 42 de 2004. Por último, el 27 de septiembre de 2007, el superintendente de Ancona, Enrico Guglielmo, aprobó el plan de obras propuesto por el proyecto presentado por Studio Agorà en la persona del arquitecto Massimo Casolari.
Según las estimaciones de Antonella Napolione, dadas las dimensiones de la fachada, se necesitarán entre 27.000 y 30.000 euros para arreglar la fachada, incluidos andamios, materiales y mano de obra (y excluidos los permisos y el coste de las autorizaciones de terrenos públicos) para remediar la situación, con una intervención que debería durar unos 30 días y que debería ser llevada a cabo por restauradores profesionales. “Creo que se trata de una cifra abordable”, concluye Napolione, “y sobre todo fácil de encontrar si todas las figuras públicas y privadas implicadas colaboraran y decidieran concretamente hacer algo por el Palazzo Luminati”.
Urbino, la queja del restaurador: "fachada del Palazzo Luminati degradada, intervención necesaria". |
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