Un año sin eventos ni ingresos: el mundo del espectáculo en vivo desciende a 20 plazas italianas

El mundo de las artes escénicas toma las calles de veinte plazas italianas exactamente un año después de las medidas pandémicas que han sancionado el cierre de todos los locales de espectáculos en vivo: miles de trabajadores del sector están en paro y sin ingresos. El martes 23 de febrero será, de hecho, un día de manifestaciones, de Palermo a Turín, Milán, Roma, Nápoles, Catania, Ancona, Bolonia, Barletta, Bari, Cosenza, Reggio Calabria, Cremona, Padua, Trieste, Génova, Piacenza, Livorno, promovidas por una amplia red de profesionales del espectáculo en vivo. Los trabajadores del sector pedirán la convocatoria de una Mesa Interministerial con la presencia del Ministerio de Trabajo, el MEF y el Ministerio de Cultura para implicar a todos los actores y tratar cada tema con los protagonistas directos.

A continuación el documento hacia la movilización del 23 de febrero de 2021.
23 de febrero de 2020 - 23 de febrero de 2021: exactamente un año desde el bloqueo total del mundo del espectáculo.

Para cientos de miles de trabajadores del sector, un año de profunda precariedad, de paro, de falta total de perspectivas. Muchos trabajadores sobreviven a duras penas con las limosnas de las medidas de amortiguación -totalmente insuficientes- adoptadas por el gobierno; mientras que muchos otros siguen con las manos vacías porque siguen atrapados en las mallas de la burocracia que, sin embargo, no ha desatado los nudos atados al rechazo de las peticiones legítimas.

Está claro que la vía de las bonificaciones puntuales no es la adecuada: se necesitan medidas estructurales y universales de ingresos y apoyo para hacer frente a una crisis de tal magnitud. Recordemos una vez más que las artes escénicas y la cultura, entre los sectores más castigados, cuentan con cientos de miles de trabajadores que necesitan protecciones concretas allí donde no aparece el horizonte de una vaga estabilidad.

A día de hoy, las Mesas de Diálogo con las Instituciones no se han vuelto a convocar, las salas de artes escénicas siguen cerradas y hemos llegado al límite. A la crisis sanitaria se suma la actual crisis de gobierno, gracias a la cual incluso los escasos fondos para los futuros decretos Ristori corren el riesgo de desaparecer o, en el mejor de los casos, de retrasarse aún más.

Hasta ahora, todos los gobiernos sucesivos han trabajado para satisfacer los intereses de las grandes corporaciones, las grandes empresas y las fundaciones. Ha llegado el momento de invertir la tendencia: el Estado debe actuar para proteger a los trabajadores. La supervivencia y la dignidad de cientos de miles de personas no pueden depender de la intemperancia del poder político. En este año no hemos dejado de luchar por ingresos estructurales y medidas de apoyo, por una reforma total de nuestro sector, por la seguridad de los trabajadores. Y no tenemos intención de parar.

Exigimos a las instituciones competentes las siguientes reivindicaciones urgentes y necesarias

- liberación inmediata y consiguiente desembolso de las devoluciones pendientes (DL ristori 5) durante estas semanas de inestabilidad gubernamental;

- pronta convocatoria de una Mesa Interministerial en la que participen los trabajadores del sector del espectáculo y la cultura, con la participación del Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Desarrollo Económico y el Ministerio de Patrimonio y Actividades Culturales;

- puesta en marcha de una ya necesaria reforma estructural, formal y de hecho, del sector que proteja realmente no sólo a las grandes organizaciones y empresas, sino también y sobre todo a los trabajadores y empleados;

- planificación y aplicación de todas las medidas, económicas y de otro tipo, relativas a los protocolos de seguridad, necesarias para garantizar una verdadera y total reactivación del sector;

- concreción de medidas dirigidas a financiar y apoyar a las pequeñas y medianas organizaciones de las artes escénicas y la cultura, que un año después de la congelación del sector público de las artes escénicas corren el riesgo de cerrar y no poder seguir cumpliendo su papel fundamental relacionado con la cultura de proximidad en todo nuestro país.

Un año sin eventos ni ingresos: el mundo del espectáculo en vivo desciende a 20 plazas italianas

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