Las Galerías de los Uffizi son uno de los pocos museos que han vuelto a sus niveles de visitantes anteriores a la pandemia: el mes de julio registró 427.856 visitantes en los tres museos que componen la institución (Galería de Estatuas y Pinturas - Palacio de los Uffizi, Palacio Pitti y Jardines de Boboli), estableciendo un récord en la historia del museo en Florencia, ya que nunca en julio se habían registrado tantos accesos. Y en Ferragosto hubo otro boom, con casi 43.000 visitantes durante el fin de semana festivo, teniendo en cuenta que sólo los Jardines de Boboli abrieron el lunes 15 de agosto. Han sido dos años muy ajetreados para el instituto florentino, que ha trabajado duro durante los dos años de Covid-19 para estar listo para el regreso del público (y así ha sido), pero no todo va bien. De hecho, hay un enorme problema de personal.
De personal, explicó a ANSA Eike D. Schmidt, director de los Uffizi. Schmidt, explicó a ANSA que el personal está “al límite en todas partes”. El problema es generalizado y ya ha provocado un mosaico de cierres en toda Italia, y muchos museos no pueden abrir de forma continuada, o tienen que conformarse con recibir al público sólo medio día. Afortunadamente, algunos museos, entre ellos los Uffizi, aún consiguen garantizar la apertura durante todo el día, pero la situación podría deteriorarse pronto: la cuestión del personal, explicó Schmidt, es un nudo crucial que debe abordarse de inmediato, aseguró, “de lo contrario cerraremos”. Un problema, por otra parte, inaplazable.
Los Uffizi son uno de los museos autónomos de primera hora, los constituidos desde 2015 con la reforma Franceschini: sin embargo, se trata de una autonomía parcial, porque, como ya ha tenido ocasión de subrayar Finestre sull’ Arte en varias ocasiones, incluso con entrevistas a los distintos directores que señalaron el mismo problema (entre otros, Peter Aufreiter que lo identificó como uno de los principales nudos que la reforma dejó sin resolver), los museos no pueden elegir a su personal, sobre el que la administración central tiene competencia exclusiva. Los directores de los museos autonómicos no tienen, por tanto, poder para intervenir en este capítulo, y según Schmidt este problema sigue siendo el talón de Aquiles de la reforma Franceschini, que el historiador del arte alemán, por todo lo demás, promueve con nota.
El de los recursos humanos“, reitera Schmidt, ”es el mayor reto al que se enfrentará quien con el nuevo Gobierno tenga que ocuparse de la política cultural. En un momento en que la oferta museística crece y los visitantes vuelven a aumentar, el número de empleados en los museos sigue disminuyendo’. El director de los Uffizi revela que acaba de recibir una circular del Ministerio de Cultura por la que se reduce un 9% más el personal de las Galerías. Una de las cuestiones relacionadas con los problemas de personal es el envejecimiento de la plantilla: solo en las Galerías de los Uffizi, de 2013 a 2022, se han jubilado 166 funcionarios frente a un total de 34 nuevos ingresos (una cifra que tiene en cuenta a los 15 vigilantes ganadores de oposiciones que llegarán a Florencia en septiembre). El saldo negativo es, por tanto, de 132 unidades, de las cuales 67 en el sector de la vigilancia. Una carencia dramática y, según Schmidt, “ciertamente compartida por muchos otros museos, archivos, bibliotecas”, que lleva al director a la convicción de que “con el modelo actual no hay posibilidad de una gestión eficaz y eficiente del personal”.
Sin embargo, también hay algunos datos positivos, que se desprenden de las declaraciones de Schmidt a ANSA. Los servicios, por ejemplo, para los que los Uffizi tienen preparadas una serie de novedades, empezando por el gran plan de obras de 50 millones de euros en los Jardines de Boboli, que llevará a la apertura de la nueva Kaffeehaus, una heladería, un tercer patio de comidas, la renovación del Anfiteatro, la restauración de estatuas y la inauguración de nuevos espacios para exposiciones y eventos. El Palacio de los Uffizi contará también con un restaurante, dos bares y una pastelería. Luego están los proyectos expositivos, desde las nuevas salas con autorretratos de artistas hasta la exposición dedicada a Eleonora da Toledo que se inaugurará en 2023, pasando por otra en enero sobre Rudolf Levy y una muestra sobre las finanzas en la antigua Roma. También continuará el proyecto difuso de los Uffizi: en concreto, pronto comenzarán las obras de restauración y acondicionamiento de la Villa Ambrogiana de Montelupo. Una oferta amplia: “Y es que todas las autonomías parciales que se han concedido a museos y yacimientos arqueológicos han dado grandes frutos”, concluye Schmidt. “Pero el hecho de que no haya cogestión de los recursos humanos sigue siendo un vulnus de la reforma. Quienes nos gobiernen después del 25 de septiembre tendrán que reflexionar sobre ello. Se puede elegir entre distintas soluciones. Lo único que no se puede hacer es quedarse parado”.
Uffizi, el director Schmidt da la voz de alarma: 'más personal o cerramos' |
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