En San Dorligo della Valle (Trieste), la nueva restauración del acueducto romano del valle de Rosandra ha sacado a la luz una nueva sección de la estructura romana. En abril, los arqueólogos prosiguieron sus investigaciones en la aldea de Bagnoli Superiore, necesarias para preparar las obras de seguridad en la ladera rocosa situada sobre la carretera de Bagnoli centro. Los trabajos de restauración fueron realizados por la empresa ArcheoTest S.r.l. bajo la dirección de Paola Ventura, responsable arqueológica de la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de Friul-Venecia Julia, por encargo del Ayuntamiento de San Dorligo della Valle.
El acueducto, que data de mediados del siglo I d.C., transportaba antiguamente las aguas del torrente Rosandra desde el manantial de Oppia hasta Trieste (que entonces se llamaba Tergeste), siguiendo un recorrido de 17 kilómetros. Dejó de funcionar en la Edad Media.
El tramo resurgido se descubrió bajo una capa de tierra, y tiene casi cien metros de longitud. Es la primera vez que se investiga científicamente un segmento tan largo del acueducto (aunque otras secciones de la estructura ya habían sido descubiertas en el pasado: algunas de ellas, además, han quedado al descubierto, como la de la Reserva de Val Rosandra o la del Antiquarium de Borgo San Sergio, en Trieste). Se encuentra en un excelente estado de conservación, circunstancia que ha permitido adquirir gran cantidad de información sobre este importante artefacto hidráulico: en lo que respecta a la nueva sección, se ha llegado a la conclusión de que en la Edad Media se utilizó como cimiento para la construcción de un edificio.
Este último descubrimiento es sin duda relevante, ya que el hallazgo de un edificio que se insertó transversalmente a las obras de canalización constituye una novedad en lo que respecta a los fenómenos de reutilización de esta estructura: para la construcción del edificio se habían demolido los estribos y se había explotado el fondo de la antigua estructura. Los estudiosos han reconocido una única habitación (de 5 metros por 4,50, al menos en las dimensiones que se han conservado), con mampostería de adoquines redondeados, sin aglutinante, y suelo de piedra redondeada: a la habitación se accedía por un escalón, ya que estaba situada a un nivel más bajo que el exterior. Se cree que este edificio (del que también se reconoció una probable vía de acceso, así como una base de hogar) data del último cuarto del siglo XIV: la fecha se obtuvo analizando fragmentos de cerámica refractaria hallados en el edificio. Sin embargo, no se sabe para qué se utilizaba el edificio: ciertamente no era un edificio residencial, sino más probablemente un puesto de control de la red viaria local, conectado con el castillo de Moccò situado justo encima. Según otra hipótesis, podría tratarse más bien de una fábrica vinculada a los numerosos molinos que abundaban a lo largo del arroyo Rosandra en la Edad Media.
Los trabajos de restauración, que comenzaron el año pasado, se reanudarán el 11 de mayo.
Foto inferior: una imagen de la excavación del acueducto del valle del Rosandra.
Trieste, descubierto un tramo del acueducto romano que traía agua a la ciudad |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.