Toscana, un antiguo pueblo agrícola quiere renacer gracias a los fondos del PNRR

Se llama Montefoscoli y es un pueblo de poco más de cuatrocientos habitantes, una aldea del municipio de Palaia, en las colinas toscanas. La parte más antigua de la aldea se encuentra en la cima de una colina, alrededor de la iglesia y de los restos del antiguo castillo: una aldea rural de orígenes antiguos, que lamentablemente se encuentra hoy en proceso de grave despoblación. El municipio de Palaia, sin embargo, espera invertir la tendencia gracias a la licitación dirigida a los municipios toscanos para la reurbanización de aldeas, con recursos puestos a disposición por el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR). El previsto para Montefoscoli es un proyecto de 20 millones diseñado para revivir un espléndido rincón de la Toscana rural con una historia muy antigua.

Con el PNRR, toda Italia busca un relanzamiento tras la pandemia, y la Toscana pretende aprovechar esta oportunidad invirtiendo en cultura, artesanía y conocimiento del pasado. “La clave para volver a empezar”, explica el municipio de Palaia en una nota, “se convierte entonces en una innovación indisolublemente ligada a los valores de la tradición rural, con la vida rural, marcada como está por el ritmo pero también por los imprevistos de las estaciones, convirtiéndose en un verdadero ejemplo de resiliencia”.

El reto de la aldea de Montefoscoli es dar nueva vida a una aldea cada vez más deshabitada, a una Villa Fattoria que durante siglos representó la “cabeza” de todo un territorio, dirigiendo las opciones agrícolas y transformando los productos agroalimentarios que se cultivaban en sus propiedades, y transformarla ahora en un centro innovador dedicado al desarrollo y la investigación sobre la reactivación económica y social de las aldeas italianas. Este ambicioso reto está en consonancia con la misión europea y nacional de las Smart Villages: reinterpretar la vocación agrícola de la Toscana según los modelos de transición ecológica y digital y de inclusión social.

Varias carreras de los polos universitarios de la región (Pisa, Florencia y Prato), así como empresas nacionales dedicadas a la innovación abierta, la incubación y aceleración de start-ups y la transferencia de tecnología, se han unido al proyecto para relanzar e invertir en Montefoscoli. El proyecto prevé nuevas viviendas sociales para atraer a nuevos ciudadanos al barrio, alojamientos temporales para estudiantes de universidades toscanas y nacionales para apoyar la apertura de nuevas actividades económicas y una reactivación económica del barrio con nuevas funciones al servicio de las empresas agroalimentarias locales, representadas por excelencias italianas como Castellani Vini, Villa Saletta, Savini Tartufi, Morelli Liquori y Usiglian del Vescovo.

También habrá espacio para elarte contemporáneo, que está en el centro de la propuesta con espacios dedicados y un festival coordinado por la Associazione Arte Continua que pretende acercar el mundo del arte contemporáneo internacional a Montefoscoli, aumentar su atractivo e interceptar flujos de turismo lento y experiencial. Por último, espacio para la transición digital: el pueblo se concibe como un lugar donde experimentar las tecnologías más innovadoras de realidad virtual y realidad aumentada para mejorar la experiencia del visitante.

El proyecto cuenta con el apoyo de realidades locales y numerosas entidades públicas y privadas a nivel nacional (como Entopan Smart Networks & Strategies) y está flanqueado por una importante inversión privada de 8 millones de euros por parte de Castellani vini, que está recuperando más de 120 hectáreas de terreno alrededor del Borgo para la agricultura ecológica y las tecnologías agritech. “Una propuesta sólida y de gran valor, a la altura del reto: queremos convertirnos en un ejemplo nacional”, afirma Marco Gherardini, alcalde de Palaia, que firmó la manifestación de interés para la convocatoria pública de la región de Toscana.

En la imagen, una carretera en Montefoscoli

Toscana, un antiguo pueblo agrícola quiere renacer gracias a los fondos del PNRR

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