Restauración conservadora para la capilla de la Madonna di Vitaleta, la pequeña iglesia inmersa en la campiña de Val d’Orcia, una de las más reconocibles del paisaje toscano. El edificio, situado en el municipio de San Quirico d’Orcia, es de origen renacentista tardío, y se menciona por primera vez en documentos de 1590. Hoy se presenta a los ojos de los visitantes con su aspecto neorrenacentista, consecuencia de la renovación emprendida por el arquitecto Giuseppe Partini en 1884. Antiguamente albergaba la Virgen de terracota atribuida a Andrea della Robbia, que fue trasladada en 1870 a la iglesia de la Virgen de Vitaleta, en el centro de San Quirico d’Orcia.
La restauración, que acaba de comenzar y está siendo supervisada por la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de Siena, Grosseto y Arezzo, concluirá en mayo, y tiene como objetivo seguir haciendo accesible el edificio a todo aquel que desee visitarlo, según explica el propietario de la capilla, el empresario Pasquale Forte. “Las obras de restauración -afirma- pretenden dar un alma nueva a este lugar inigualable y tan poético, para que pueda ser accesible, en condiciones de máxima seguridad, a todo aquel que quiera visitarlo”. Un proyecto de intervención, tanto exterior como interior, respetando la sencillez que lo distingue".
La capilla, flanqueada por los no menos famosos cipreses, al igual que todo el paisaje de la Val d’Orcia, forma parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco: la Val d’Orcia figura en ella desde 2004.
Toscana, restauración de la capilla Vitaleta, lugar simbólico del paisaje toscano |
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