Sangiuliano dimite. Alessandro Giuli nuevo Ministro de Cultura

El Ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, ha dimitido, después de que la primera dimisión fuera impulsada por la Presidenta Giorgia Meloni. La dimisión estaba relacionada con el escándalo Boccia. En su lugar, el presidente del MAXXI de Roma, Alessandro Giuli, ya ha jurado su cargo como nuevo ministro de Cultura.

En el Palacio del Quirinale, el Secretario General de la Presidencia de la República, Ugo Zampetti, y el Consejero Militar de la Presidencia de la República, General Gianni Candotti, asistieron como testigos al juramento de manos del Presidente de la República, Sergio Mattarella. También estuvieron presentes la Primera Ministra, Giorgia Meloni, y el Subsecretario de Estado del Primer Ministro, Alfredo Mantovano.

Sangiuliano explicó los motivos de su dimisión en una carta publicada en la página web del ministerio. “Después de haber reflexionado durante mucho tiempo, en días dolorosos cargados de odio hacia mi persona por parte de cierto sistema mediático político”, escribió en la carta dirigida al Presidente Meloni, “he decidido dimitir en términos irrevocables como Ministro de Cultura.Le agradezco que me haya defendido con decisión, que ya haya rechazado una primera petición de dimisión, y el afecto que una vez más me ha demostrado Pero considero necesario para las Instituciones y para mí mismo dimitir. Como usted ha mencionado recientemente, estamos haciendo grandes cosas, y lo digo como comunidad política y humana a la que siento que pertenezco. Estoy orgulloso de lo que hemos conseguido en materia de políticas culturales en estos casi dos años de Gobierno. Empezando por haber puesto fin a la vergüenza italiana de que los museos y los sitios culturales estén cerrados durante los periodos vacacionales, y por haber aumentado el número de visitantes a los museos (un 22% más) y la recaudación de los museos (un 33% más) en sólo un año. En diciembre abrirá sus puertas en Milán el Palacio Citterio, adquirido por el Ministerio a principios de los años 70 y dejado sin uso durante décadas. Hay grandes proyectos en marcha, como el antiguo Albergo dei Poveri en Nápoles, la ampliación de los Uffizi en otros lugares y la inversión para la Bienal de Venecia. Por primera vez en Italia se organizan grandes exposiciones sobre autores y personajes históricos que la izquierda había ignorado por razones ideológicas. También soy consciente de que he tocado un nervio sensible y me he atraído muchas enemistades al optar por revisar el sistema de contribuciones al cine, buscando más eficacia y menos despilfarro. Este trabajo no puede verse empañado y, sobre todo, frenado por cuestiones de cotilleo. Las instituciones tienen un valor demasiado alto y no deben someterse a los motivos de los individuos. Necesito tranquilidad personal, estar cerca de mi mujer a la que quiero, pero sobre todo tener las manos libres para emprender acciones legales contra quienes me han causado este daño, empezando por una inminente denuncia ante la Fiscalía, que pienso presentar. Aquí está en juego mi honor y considero importante poder actuar para demostrar mi absoluta transparencia e imparcialidad, sin implicar al Gobierno. Jamás se ha gastado un euro del Ministerio en actividades impropias. Lo he dicho y lo demostraré en todos los foros. Y no sólo eso. Llegaré hasta el final para verificar si distintos intereses contribuyeron al asunto y actuaré contra quienes han publicado noticias falsas en los últimos días”.

Sangiuliano dimite. Alessandro Giuli nuevo Ministro de Cultura

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