Saltan chispas entre Schmidt y Nardella: "Uffizi gratis con la tasa turística". "La ciudad ya paga por los turistas"

Todavía hay chispas entre el alcalde de Florencia, Dario Nardella, y el director de los Uffizi, Eike Schmidt. Las últimas escaramuzas tuvieron lugar en Navidad, cuando Schmidt mantuvo cerrado el museo mientras Nardella decidía abrir los museos cívicos el 25 de diciembre (aunque después de mil polémicas, un largo tira y afloja con los trabajadores y a pesar de que casi todos los grandes museos europeos cierran el día de Navidad), acusando al director de los Uffizi de hacer "quedar mal internacionalmente " a la ciudad cuando la institución cerraba por la festividad de Todos los Santos. ¿Qué ha ocurrido ahora? El motivo del tira y afloja, que luego se prolongó durante unos días, fue la visita florentina del ministro Gennaro Sangiuliano para la inauguración del Correo Real de los Uffizi.

El objeto de la polémica es laentrada gratuita al museo para los florentinos. “Propongo”, dijo Schmidt en la rueda de prensa, “destinar parte de los ingresos de la tasa turística al patrimonio cultural para permitir a los ciudadanos florentinos la entrada gratuita a los Uffizi, como ya ocurre en Boboli y como sucede en Nueva York”. De hecho, el director de los Uffizi recordó: “Hace unos treinta años, los Jardines de Boboli se hicieron gratuitos para todos los florentinos: al principio, el Ayuntamiento pagaba el mantenimiento del Jardín, y al cabo de unos años dejó de hacerlo. El Estado se ha mantenido fiel a esta promesa hasta hoy, y el Ayuntamiento no, pero había otro alcalde: así que lo lanzo aquí como sugerencia: ¿por qué no hacemos gratuita para los florentinos la principal pinacoteca de la Toscana y de Italia, y una de las más importantes del mundo?”.

La respuesta de Nardella no se hizo esperar: “Es curioso que justo el día después del aumento del precio de la entrada a 25 euros se pida más dinero a la ciudad. Creo que debemos trabajar juntos y creo que lo de Schmidt no era más que una broma, también porque, como usted bien sabe, tenemos unos gastos de mantenimiento de la ciudad que tenemos que multiplicar por dos cada día, porque Florencia, que tiene 380.000 habitantes, tiene 700.000 personas cada día. ¿Quién paga la seguridad de todos los visitantes? ¿Quién paga la limpieza de la ciudad que también consumen los turistas? ¿Quién paga el transporte público que no sólo utilizan los residentes? ¿Quién paga los servicios de cualquier tipo, incluida la hospitalización? Si un turista se hace daño y va a urgencias, ¿quién paga los médicos, las enfermeras, las ambulancias? Pues ese dinero, bromas aparte, hay que buscarlo y no echarlo sobre los hombros de los residentes. Ya he dicho que no subiré los impuestos a las familias ni a las empresas. Lo que vamos a hacer es utilizar la tasa turística, porque es justo que el mantenimiento de la ciudad se pague también con la tasa turística”.

En resumen, si Schmidt sugiere que los Uffizi sean gratuitos con el dinero de la ciudad, Nardella replica sugiriendo que los Uffizi contribuyen a aumentar el flujo de turistas y, por tanto, a incrementar los gastos de la ciudad. Incluso, en los días siguientes, Nardella llegó a relanzar, en una entrevista al Corriere Fiorentino, que “podría pedir un impuesto inverso con un porcentaje de la entrada para sostener los gastos de funcionamiento de la ciudad”. Para Nardella, en definitiva, lo de Schmidt era un “ataque a la ciudad al pedir dinero para el museo”. También respondió a Schmidt la teniente de alcalde y concejala de Cultura , Alessia Bettini, que se centró en la comparación entre Florencia y Nueva York: “Es bastante incomprensible que Schmidt compare Florencia con Nueva York, una metrópoli cuyo alcalde tiene poderes, competencias y disponibilidad muy diferentes de los de un alcalde italiano. Y la comparación con el Met, que es un museo privado a diferencia de los Uffizi, que pertenecen al Estado italiano y de los que los florentinos son contribuyentes, no tiene ningún sentido”. Bettini también señaló que “la ciudad de Florencia es la primera de Italia en gasto per cápita en bienes y actividades culturales, y el gasto per cápita de la ciudad de Florencia en cultura es definitivamente superior al de Nueva York. La tasa turística está concebida precisamente para sufragar los gastos de gestión de la ciudad determinados por el enorme flujo de turistas en lo que respecta, por ejemplo, al decoro urbano, la limpieza y el transporte, sin que éstos pesen únicamente sobre los hombros de los florentinos. No tiene sentido que el impuesto revierta al Estado en forma de contribución a las entradas de los museos”.

En definitiva, parece que chocan dos visiones diferentes: la tesis de Schmidt es que los Uffizi suponen un enriquecimiento para los florentinos y, por tanto, podría crearse una situación como la de Nueva York, donde los residentes entran gratis a todos los museos de la ciudad, y el Ayuntamiento paga una cantidad (hablamos de 25 millones de euros en el caso de la metrópoli americana) a la institución para compensarle por la pérdida de ingresos. Para la administración actual, en cambio, el Ayuntamiento ya pone su granito de arena gastando para que la ciudad sea acogedora para los turistas que vienen a visitar el museo. Por tanto, parece muy difícil que la junta de Nardella acepte la sugerencia de Schmidt.

Saltan chispas entre Schmidt y Nardella: "Uffizi gratis con la tasa turística". "La ciudad ya paga por los turistas"

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