Róterdam se niega a desmontar el emblemático puente de la ciudad para dejar pasar el yate de Bezos


Cuestión de principios: la ciudad de Rotterdam se niega a desmantelar parte del puente Hef, símbolo de la ciudad y monumento nacional, para permitir el paso del yate de lujo de Jeff Bezos, patrón de Amazon.

Un curioso caso ha protagonizado recientemente Rotterdam, en Holanda: la ciudad holandesa se ha negado a desmontar parte del puente de Koningshaven, más conocido como “De Hef”, para permitir el paso de un megayate de lujo de 127 metros de eslora construido en un astillero de la ciudad para el multimillonario Jeff Bezos, patrón de Amazon. Anuló, por tanto, la decisión de un funcionario público que en febrero había dado el visto bueno cuando el astillero Oceanco pidió permiso para que se desmontara parte del histórico puente para permitir que el yate de 500 millones de dólares llegara a mar abierto.

Sin embargo, el caso había provocado un gran escándalo. Los ciudadanos de Rotterdam lo consideraron inmediatamente una cuestión de principios: desmontar la parte superior del puente habría sido una empresa técnicamente menor y, además, los costes habrían corrido a cargo de Oceanco. Y, por supuesto, una vez terminada la operación, la empresa volvería a colocar todo en su sitio en un par de días. Sobre todo porque De Hef es un puente en desuso: se construyó en 1927 según un diseño del arquitecto Pieter Joost como puente ferroviario en la línea Breda-Rotterdam, y estuvo en servicio hasta 1993, cuando se abandonó y se propuso demolerlo, pero los vecinos protestaron, ya que entretanto el puente se había convertido en un símbolo de la ciudad, y De Hef permaneció donde está. De hecho, incluso fue restaurado en 2014, aunque las operaciones implicaron el desmantelamiento del puente, que fue reinstalado en febrero de 2017. Además, desde el año 2000 está clasificado como “Rijksmonument”, monumento nacional.



En definitiva, el dinero no puede serlo todo: este es el valor al que se han ceñido a rajatabla ciudadanos y administración. Es una cuestión de principios", reiteró el ex concejal Stefan Lewis al New York Times, que informó detalladamente del asunto. “¿Qué puedes comprar si tienes dinero ilimitado? ¿Puedes saltarte todas las normas? ¿Puedes desmantelar monumentos?”. Para el New York Times se trataba casi de un choque de civilizaciones: por un lado, el multimillonario solo con la fuerza de su dinero; por otro, una sociedad, la holandesa, que “prefiere la modestia a la extravagancia, la comunidad al individuo, adaptarse a destacar”. Es cierto que también existe un cierto desequilibrio en el reparto de la riqueza en Holanda (el periódico New Yorker señala que, por cada dólar que gana un trabajador medio, un director general en Holanda gana 171), pero la diferencia sustancial con respecto a otros países, como Estados Unidos, radica en que en Holanda los ricos no hacen ostentación de su dinero, del mismo modo que los poderosos tienden a no hacer ostentosa su posición.

Por lo tanto, de momento Rotterdam no desmantelará el puente, que permanecerá intacto. Y Bezos tendrá que buscar otras formas de sacar el yate del astillero.

En la imagen, el puente Hef. Foto de Steven Lek

Róterdam se niega a desmontar el emblemático puente de la ciudad para dejar pasar el yate de Bezos
Róterdam se niega a desmontar el emblemático puente de la ciudad para dejar pasar el yate de Bezos


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